viernes, 31 de octubre de 2014

Algo para este día: Halloween

EL ITINERARIO DE LA MUERTE

Everardo, corría todo desorbitado y dando tumbos por la avenida Bolívar, algunas trasnochadores lo veían con cara de asombro y de burla, al verlo en esa situación de desespero, cada paso que daba volteaba, verificando que tan cerca de él venia su perseguidor. Tras él, la misma muerte, con su típico traje negro y en su mano la guadaña, la hoja con filo, brillaba por las luces de la iluminación del tendido eléctrico, con forme avanzaba tras Everardo, ésta parecía flotar mientras perseguía a Everardo, cosas extrañas pasaban a su paso. Hace unos cien metros, al paso de la muerte un coche ultimo modelo se estrello contra un poste de luz, los parroquianos corrieron a auxiliar a los jóvenes que se conducían en estado de ebriedad, pero todos salieron ilesos, increíble para como habia quedado el automóvil. Esa noche los bomberos de la estación cercana, tenían mas trabajo que lo normal, pues a cada momento se escuchaban las sirenas y las ambulancias pasar. Everardo ya casi no aguantaba, el corazón se le reventaba de cansancio, pero no podía detenerse pues, si lo hacia la muerte le alcanzaría y tomaría su alma, quedando tirado en la calle su cuerpo mortal. En cosa de minutos Everardo llego al puente del Trébol, y se vio con la disyuntiva; seguía sobre el puente o bajaba hacia las calzadas Roosevelt y San juan. Decidió bajar y siguió corriendo, al llegar al mercado del Guarda, se enfilo por aquella calle. Tras él, seguía implacable su andar, la señora muerte. Al pasar frente a unos indigentes, que se encontraban pernoctando en plena calle, toco a uno de los desafortunados, ocasionándole la muerte en ese resiso instante. Los bomberos, después dijeron en su parte que habia fallecido de hipotermia. Mientras, Everardo corría desesperado, viendo insistentemente para a tras; lo único que Everardo lograba visualizar cada que volteaba eran los reflejos que salían de la hoja de la guadaña y era esto lo que le indicaba que la señora muerte estaba cerca de él. Al llegar a las puertas de la pediatría del hospital Roosevelt entro por la emergencia del hospital, intentando con esto perderse entre tanta gente, que esa noche abarrotaba al hospital, con sus niños a consecuencias de las heladas que habia estado haciendo días anteriores, los menores se encontraban con bronquitis y otras enfermedades propias de esos días de heladas. Mas adelante Everardo, sentado entre los padres de los pacientes, traba de burlar a la misma muerte. Ésta, entro en el lugar observando a diestra y siniestra, a todos aquellos indefensos enfermos, cuando los ojos de la muerte y de Everardo se encontraron, Everardo los vio brillar, y en ese brillar se ilumino, dejando a sus ojos toda la calavera blanca, sin ningún tipo de expresión, al darse aludido Everardo se levanto y se introdujo entre los pasillos del hospital, saliendo por una puerta; dirigiéndose hacia otra ala del hospital, la muerte se tardo unos minutos en la emergencia de pediatría, y conforme se dirigía hacia donde habia salido Everardo, su guadaña tocaba con su punta afilada a algunos desafortunados infantes, quienes en ese instante perdían la vida, dejándose oír a las inconsolables madres dar gritos de impotencia al ver como sus retoños, acababan de fallecer. Los demás pacientes daban su opinión, diciendo que habían muerto por la falta de atención medica, por la falta de humanidad de los doctores al no atender rápidamente a los pacientitos, las enfermeras trataban de calmar a los padres de las victimas mientras, los guardias a los desesperados padres de los niños que no habían sido atendidos aun. En estas circunstancias, dejo a la sala de emergencia. La muerte  siguió su imparable camino tras de Everardo. Everardo corría por los corredores obscuros del hospital, tratando de encontrar algún lugar en donde poder evadir a la muerte, en su desesperación, se introdujo en una habitación, en donde se encontraban unos diez pacientes. Esa sala era el intensivo del hospital, allí habían solo pacientes graves, algunos moribundos, Everardo se metió en una de las camas que se encontraba desocupada y se hizo pasar por uno de los pacientes. Cuando entraron unos médicos y enfermeras, encendieron las luces y principiaron su ronda. Al fin, llegaron donde se encontraba Everardo, uno de los médicos tomo su tabla, con el historial del paciente. Para el asombro de Everardo, esto escucho.
-Nombre del paciente: Everardo Pérez...
-Paciente ingresado hoy a las 1:00 horas, con herida de bala en el pecho...
-Éste, es el asaltante de buses de la avenida Bolívar. El que fue baleado y traído de emergencia y de una operado?
-Si doctor, él es...
-Hijo de puta, dan ganas de no hacer nada por estas ratas inmundas. Se expreso el medico de mayor edad, y seguramente el jefe de la ronda medica.
-Estoy de acuerdo con usted doctor Marroquín... pero hicimos un juramento y debemos atenderlo..
-Verdad?
-Si... A todo esto Everardo giro su mirada hacia la cabecera de su cama en el intensivo y se encontró con la cara blanca y huesuda de su perseguidor y antes de que él pudiera mover un musculo, sintió en su pecho el guadañazo, justo en el corazón.
-Dr. Marroquín! le esta dando un paro al paciente.
-Desfibrilador! grito el Dr. Marroquín, pero ya el monitor conectado a Everardo indicaba con el típico sonido que habia dejado de existir. Estas fueron las palabras del Dr. Marroquín.
-Hora del deceso, 5 am.
-Murió la rata asquerosa, ya no podrá seguir haciendo mas daño.
La muerte se retiro, por la sala a través de todos los encamados, no sin antes de abandonar la habitación, darle el arponazo al ultimo de la fila.
-Doctor, se nos fue el otro...
-Quién? pregunto Marroquín
-El compinche de la rata inmunda...

"...Cuando la muerte sale en busca de alguien, aprovecha su recorrido para llevarse a los que les llego la hora, cada uno va falleciendo según el minuto que le corresponde, y también deja a su paso accidentes increíbles; en donde la gente expresa su asombro al ver los autos, totalmente destruidos y los pasajeros salir de ellos, ilesos. Ésto, le divierte a la muerte, dejándolos vivos, como una advertencia de que la próxima; si se los lleva!... Éste, es el itinerario de la muerte!!..."



jueves, 23 de octubre de 2014

SU APODO EL TEJANO

 EL TEJANO


Apareció de la nada, en medio del camino, los árboles lo enmarcaban; al fondo, el cielo se veía despejado, era una noche estrellada que de repente comenzó a oscurecerse, hasta colocarse sobre el pequeño pueblo un manto del color mas negro posible, para ese instante solo la silueta se lograba percibir del individuo. Viéndole desde su espalda, siempre enmarcado por los arboles, se lograba divisar un camino angosto que moriría en el pequeño pueblo. Pueblo que estaba por vivir una de sus peores paginas en el libro de su corta y miserable historia. De la mano del misterioso hombre, se extendía de entre sus manos un artefacto con filo en su dos caras. Éste, vestía una indumentaria fuera de lo común; unos jeans completamente desteñidos, rasgados en algunos puntos, unos tenis de color rojo, altos, desgarrados y sin cintas en sus agujetas; una playera de color negro y tonos azules, quizá por lo vieja, su cabellera despolvoreada por los costados y brillante en la cúspide de su ovalada cabeza; sus orejas, demasiado pequeñas para el tamaño de su rostro, una nariz achatada, la cara grasienta y agrietada, quizá por una adolescencia con excesivo acné, sus ojos castaños y alargados, eran protegidos por unos lentes de hombre rana, con una mirada penetrante que podría haber abierto un agujero hacia donde la dirigiera. Quizá, por ello usaba esa careta acuática, ni idea de lo que por su mente pasaba en esos instantes, pero de sus labios se dejo asomar una sonrisa, dejando al descubierto una dentadura maltratada de donde sobresalía un esplendor con hedor nauseabundo, de un diente dorado de 20 quilates, en su cintura un cincho incoloro de cuero, con una hebilla que anunciaba al mas bravo de los estados de norte américa, por su historia de épocas donde la ley fue el revolver, Texas. Si, eso decía la opaca y rasguñada hebilla, que evitaba se le cayeran sus desalineados pantalones marca lee, u otra, pues ya solo tenia el pedazo de cuero. Luego de estar inmóvil, solo dejando salir de su miserable existencia, resoplos inmundos llenos de bacterias, ese fétido olor que te dejan las caries de años, por ratos serio y otros riendo, pero eso si, la imagen puesta en un solo punto, el pequeño pueblo, que esa noche lo conocería para nunca olvidarlo. Al fondo, la imagen de un pueblo inocente, lleno de pobreza, con sus techos de cartón, otros de zinc, y humeantes chimeneas a punto de sucumbir, pues los pequeños hálitos de humo blanco que se dejaban ver a la distancia, el silencio que envolvía al pequeño pueblo, era irrumpido de forma insolente por aullidos y ladridos en cadena de los huesudos perros en los patios. También la silenciosa y única cantina a orillas del pueblo, era el  inmueble que en esa hora manifestaba tener vida pues, el resto estaba sucumbido en el letargo de una noche llena de cansancio, por la larga jornada de trabajo del día anterior. Luego de esta visión; el tejano -así le llamare por su hebilla- comenzó su inevitable e imparable caminar hacia el pequeño pueblo. Era tan fuerte el hedor que de su boca salia, que pareciera que las plantas silvestres se marchitaban a su paso, iba con paso firme, sin soltar su arma de doble filo, cada que se acercaba mas al pueblo, lo empuñaba con mas fuerza. Por fin, se detuvo frente a una de las ventanas enmarañadas con telas de araña para ver en su interior. Dentro del miserable inmueble; tres personas hacian de la velada algo fuera de lo cotidiano; un borracho, el propietario, quien estaba postrado sobre el mostrador y una vieja prostituta que hacia la delicia del lugar, a la par del borracho un perro enrollado, soñaba con un filete de carne, pues de sus fauces goteaba saliva, dejando en el piso de barro una pequeña posa, sobre ella, unas moscas bebían los sueños del perro. El viejo y dueño del bar, también se encontraba rendido, su cabeza descansaba sobre su mano y la sucia manta con la que le daba mantenimiento a la apolillada madera, sobre unos cajones tapizados de cartón. Una rata enorme se dejo ver corriendo por el exhibidor de botellas, todas adulteradas con un poco del mismo licor y agua, aunque sus etiquetas dijeran que eran diferentes, todas contenían el mismo liquido, para el paladar del borracho no habia diferencia, pues éste, solo deseaba embriagarse, la dama colocaba su pierna sobre la silla que acompañaba la meza en donde su cliente etílico la observaba como si se tratara de una vedette de can can del mismo París, pero no era necesario observarla detenidamente para darse cuenta que de sus gordas piernas se movían por la brisa que entraba de afuera hacia adentro, unos cuantos pelos que se dejaban llevar en un movimiento sensual, parecía que fueran ellos los únicos con vida dentro de aquel lugar, claro junto a la rata, que en este momento pasaba a la par del tejano, quien no se inmuto cuando ésta le roso unos de sus tenis rojos
El tejano, succiono sus mocos y sonrió nuevamente; entrando por la puerta principal del local. Un rechinido, llamo la atencion de la prostituta, quien de inmediato se acomodo para atenderle. Él borracho desde la meza alzo su copa y le invitó a pasar adelante al forastero recien llegado. Su punzante arma la llevaba bien empuñada en su espalda. La mujer, se abalanzo sobre sus pectorales, haciendo una mueca de desagrado al sentir el hedor que al resoplar salia del tejano, éste la tomo del brazo y dándole un giro, de esos que se ven en concursos de baile, dejándole las nalgas topadas a su ingle sin vida, ésta con una enorme sonrisa en su rostro, la cual cambio por un gesto de dolor, mudo, solo bajo su mirada hacia sus protuberantes pechos, por en medio de ellos una punzante cosa metálica apareció pintada de rojo, ensuciando el vestido ya enmugrecido, pero esta vez de sangre, de su propia sangre. Luego de retorcerle el artefacto mortal, la abalanzo contra la pared de madera, quedando trabado su cachete en uno de los oxidados clavos que salían de la madera, al ir resbalando por su peso, iban dejando una estela de sangre y piel como decoración, cuando la prostituta yacía ya en el piso, el tejano se encontraba bebiéndose el licor de la que fuera ya su siguiente victima, éste estaba desparramado sobre la pequeña meza con el arma clavada en su espalda. Su rostro, dejaba ver una enorme sonrisa, el embriagante licor corría por las comisuras de su boca, las que fueron limpiadas por su ensangrentada mano, mientras intentaba sacar de la espalda del borracho su utensilio de maldad y muerte, pues tambien habia herido a la mesa, introduciéndose como media pulgada en ella. El viejo y propietario de la cantina despertó, preguntándole al visitante forastero y emisario de la muerte si deseaba tomar algo, el tejano estaba dándole la espalda, finalmente extrayendo el arma asesina del cuerpo ya sin vida del asiduo cliente de la cantina, El bar-tender le dio la espalda, para extraer de su estantería la enorme colección de licores, para que su cliente eligiera cual deseaba beber. Al darse la vuelta, quedaron sus ojos pegados a sus lentes acuáticos, sus pupilas se dilataron en señal de que la hora final le estaba llegando, mientras que el tejano le agarraba con una mano del cuello y con la otra le empujaba el artefacto puntiagudo, hasta ver como de su espalda salir el pico ensangrentado de su extraña arma. Salio el tejano del bar y se dirigió rumbo al otro lado del pueblo, tras él se apresuraba el huesudo perro del borracho. El tejano, con caminar pausado e intimidante, como diciéndole al pueblo que dormía, que deseaba saliera alguien a su encuentro.
Salio del pueblo, subió la corta colina, quedando enmarcado nuevamente por los arboles, se detuvo y junto a él el perro, inmóvil volteo para asegurarse que no habia ningún parroquiano por ahí trasnochando. Luego, siguió su camino, descendiendo por el otro lado de la pequeña colina, cuando su cabeza desapareció del horizonte y solo se veía el manto oscuro de la noche, se escucho un corto aullido, luego voló por entre la colina y los arboles el cuerpo sin vida del huesudo perro, al somatar su  pulguiento cuerpo sobre el barro del camino, nuevamente el silencio del pueblo fue violado por una cadena de aullidos y ladridos de los perros que sintieron el hedor del tejano y la estela mortal que a su paso dejo en aquel pequeño pueblo perdido. En el paraje de un oscuro y tupido bosque; en algún; lugar de cualquier parte.

miércoles, 15 de octubre de 2014

A veces llegan cartas...

LA CARTA DEL DESAMOR

-Madre, ¿y éste sobre amarillo?
-¡Presta a ver!
-Dice:  para el amor de mi vida.  Leyó la pequeña a su madre.
-¡Dame, te dije! Entonces ella le entrego a su madre, aquella carta amarillenta, por el tiempo transcurrido. Vera, quien era una mujer que vivía con su hija; abandonadas por su esposo, quien ahora tenía a una pareja como de la edad de su hija y que jamas habia sido con ellas, lo que Vera había esperado de un hombre.
-Mami. ¡ya léela! Le insistía la señorita a su madre.
-Sabes hija. Le dijo Vera a su adolescente hija... 
-¡Tengo miedo de leerla!
-Y, ¿eso porqué mami?... Se nota que es una carta viejísima. Le alentaba la joven a su angustiada madre; quien creía saber el contenido de esa carta, que nunca se animo a leer.
-No se hija, ¡comprenderme por favor!
-Nada, rompela y la lees. ¡ya! Le hablo fuertemente a su madre, quien al fin tomo fuerzas y rompió el amarillo sobre, de allá por los 80´s. Los ojos de Vera se abrieron y se vidriaron al empezar a leer el misterioso contenido de la carta; por un instante, sintió que no pudo mas y cayó sentada sobre su sillón con la carta arrugada entre sus temblorosas manos.
-¡Qué dice mami? Le preguntaba ansiosa la jovencita a su adolorida madre.
-Es la carta de alguien a quien desprecié e ignoré por casarme con tu padre... 
-La carta dice lo que me sospeche, pero no quise reconocer en su momento hija... 
Luego de un suspiro y de limpiar sus mojados ojos, continuo leyendo la carta. Mientras mas leía, mas era su sufrimiento, hasta que no pudo mas y salio del cuarto directo al baño, lugar en donde se encerró por un buen rato, dejando la carta amarilla tirada sobre el sillón. Entonces, la hija de Vera, la tomo y luego de unos instantes en decidir si la leía o no, tomo la decision de hacerlo y ésto encontró, en su contenido:

             "lejos de ti me alejé sin que supieras que yo te ame,
            acaso nunca supiste, ni entendiste que en el amor todo debe de ser sincero, 
            sé, que te quise y comprendo que no te fijaras en mi,
            Lo nuestro fue como un sueño... el que quise vivir, sin entender,
            que no me quieres, 
            que tu prefieres que me olvide que ti, 
            no necesitas decirme porque, pues yo lo se bien. 
            Pero, quiero que sepas, que recordaré éste cariño, sincero, 
            al que hoy renuncias. 
            Guardaré esos gratos recuerdos, dentro de mi corazón, para siempre. 
            Sé, que preferiste que me olvidara de ti, 
            pero, aun hoy estoy pendiente de ti.
            Con amor, sincero: Antony"

La niña, irrumpió en llanto, al igual que su madre, pues conocía perfectamente el infierno que su padre les habia echo vivir, hasta la fecha presente. Ella pensaba 
-Que diferente hubiera sido nuestras vidas; si mi madre hubiera leído esta carta cuando le fue entregada... 
-Y, si no se hubiese negado al verdadero amor... por seguir, posiblemente a una cara bonita. Esos eran los pensamientos de ella, cuando su madre se animo a salir del baño y al darse cuenta que su hija tenia entre sus manos pegada al pecho aquella hoja amarillenta llorando, corrió al lado de su hija y la tomo entre sus brazos. Así, permanecieron durante un buen rato. Para entonces, decirle a su hija...

-Mi amor.. debes de saber encontrar ese amor sincero, ese que solo puede subsistir dentro del corazón de un ser humano, y que lo puedes ver, a través de sus ojos. 
-Si madrecita, así lo haré, te lo prometo.
-Sabes, tengo un disco que me regalo Tony. Te lo pondré, pues el mensaje es muy parecido al de tu carta. Corrió al tocadiscos  y saco un disco de acetato, viejo, lo coloco en la torna-mesa y empezó a sonar la canción.
-¡Es casi idéntica, hija! 
-¿Quiénes son los que la cantan?
-Son, unos que se llaman: "LOS MITOS".
Se abrazaron y enjugaron sus ojos, escuchando las notas de aquella vieja canción, posiblemente inspirada en la carta amarillenta que habia guardado por tanto tiempo y que hasta ahora, por las casualidades de la vida habia podido leer....


viernes, 10 de octubre de 2014

Parece que me he enamorado!!

¡ME GUSTA....!

Me gusta tu sonrisa.
me gusta la forma en que me vez.
me gusta estar contigo.
me gusta soñar solo contigo.
me gusta verte caminar.
me gusta tu cabellera larga.
me gusta tu mirar.
me gusta darte un beso.
me gusta oír tu nombre.
me gusta cuando me acaricias.
me gusta despertar contigo.
me gusta escribir cien veces tu nombre.
me gusta verte llegar.
me gusta pensar en ti.
me gusta tenerte junto a  mi.
me gusta tu aliento.
me gusta sentir tu tacto.
me gusta verte sonreír.
me gusta verte cocinar.
me gusta verte maquillarte.
me gusta recibir el día junto a ti.
me gusta el color de tus ojos.
me gusta volar contigo.
me gusta caminar junto a ti.
me gusta llorar por ti.
me gusta que mi alma busque a la tuya.
me gusta llenar a mi corazón con tu recuerdo. 
me gusta apretar contra mi pecho tu retrato.
me gusta sonreír pensando en ti.
me gusta estar triste cuando no estas junto a mi.
me gusta sentir tu piel desnuda junto a mi.
me gusta oírte decir: ¡cariño mio!
me gusta vivir para ti.
me gusta ver como modelas frente al espejo.
me gusta sufrir sino te tengo aquí.
me gusta tener ansias de vivir con solo pensar en ti.
me gusta pertenecerte solo a ti.
me gusta simplemente hablar contigo.
me gusta necesitar tanto de ti.
me gusta saber que estas pensando en mi.
me gusta verte llorar.
me gusta saber que eres romántica.
me gusta degustar tu piel sabor de miel.
me gusta saber que me estoy enamorando...

"ME PARECE QUE... ¡ME ESTOY ENAMORANDO CADA VEZ MAS DE TI!"






jueves, 9 de octubre de 2014

Algo misterioso en mi habitación

LA EXTRAÑA HISTORIA DE CAROLINA Y FABIAN

Era medianoche, regresaba de una reunión con compañeros de la oficina; una fiesta con mucho alcohol, drogas, y mis hermosas compañeras de la oficina. Al introducir mi llave en el cerrojo de la puerta de mi apartamento, escuche en el cuarto de mi vecina, los sonidos del amor; casi siempre los escuchaba a la misma hora, si que tenia acción,  o por lo menos mas que yo, el colmo era que nunca la habia visto, solo la conocía por sus excitantes gemidos. Si que tenia placer esa mujer entre sus piernas. Al abrir y entrar, quise encender la luz pero los interruptores no servían.
-¿Me cortarían la luz? Pensé.
-Claro que no, si estoy al día en mis pagos. Adentro en mi cuarto se escuchaban unos sonidos como si alguien estuviera dando brincos sobre mi cama. Tome un bate y con el en mi mano me dirigí hacia mi recamara, para sorprender a quien habia irrumpido en mi habitación. Abrí con mucho sigilo, pero no se veía nada, pero si se escuchaba el sonido. Por allá, tire el bate cuando la luz retorno con apagones a intervalos mientras se restablecía por completo, pero cada apagón y luz me enseñaron a una hermosa mujer de espaldas, desnuda, como si estuviera subida en alguien, pero era solo ella, cuando la luz retorno y se restableció la normalidad... nada. Un grito de placer me hizo casi orinarme, se trataba del mayor orgasmo que mi vecina habría tenido.
-¡Que locura! Me dije, me tumbe sobre mi cama y quede sumergido entre los brazos de morfeo. Que bueno que era un domingo por la madrugada.
-¡Toc!, ¡Toc! Fue el sonido que me despertó, vi mi reloj y eran las nueve de la mañana.
-¿Quién diablos puede ser? Me levante, rascándome las bolas, ante la puerta un bostezo me detuvo antes de ver por la mirilla que esta justo en mi puerta.
-¡Wao! ¡Que cosita tan linda!.. ¿Quién será? Corrí hacia mi baño, mientras la puerta seguía sonando. Me arregle el cabello, me aplique un poco de loción y enjuague mi boca, ya nuevamente frente a la mirilla, observe por la espalda a aquella hermosa mujer quien ya se retiraba pensando que no habia nadie en casa.
-¡Si!. Le dije, como con desgano.
-¡Hola! pensé que no habia nadie. Me respondió, caminando hacia mi, la imagen era inmejorable, ella, metida en unos pants grises ajustados, hechos pantaloncitos mal cortados, dejando a mi vista su ombligo, descalza, con un top que no podía retener a sus pezones, punzantes como queriendo abrir un par de agujeros a su diminuto top, su cabellera negra le llegaba a media espalda y en su cara, un par de ojos azules que combinaban con una sonrisa, que por un momento hizo que me elevara unos centímetros sobre el piso. Con una voz indiferente le conteste.
-Hola! ¿te conozco? A esto, ya no me rascaba las bolas sino jugaba con mi cabellera como para no darle importancia a tremendo ejemplar femenino.
-Soy tu vecina, la del 502.
-¡Ah! la multiorgásmica. Pensé.
-Vaya, al fin la conozco, con razón tiene mas acción que yo si es una hermosura. Seguía pensando, hasta que ella me regreso.
-¡Hoolaaa! ¿Sigues durmiendo?
-¡Volveré mas tarde!
-¡No! Perdón, pasa. Ella entro dirigiéndose hacia mi sofá en la sala, su andar era una visión que me obligo a sentarme de inmediato y coloque un almohada sobre mi ingle.
-Y, ¿En qué te puedo servir?
-Me llamo, Carolina. Me extendió su mano. Sin soltar mi almohada protectora, le tome su mano y mientras la agitábamos como muestra de amistad; le dije mi nombre
-¡Yo soy Fabián! mucho gusto. Luego de un incomodo silencio y de verme mi almohada. Me dijo.
-Eres un chico afortunado, pues no me dejas dormir por las noches, parece que tienes mucha acción en tu cuarto. Yo me quede viéndola con cara de idiota, pensando.
-Se estará burlando de mi. Entonces le conteste.
-Pero, tu no te quedas atrás, ¿verdad? Ella, con cara de asombro y un poco indignada me respondió:
-No se de que me estas hablando.
-Lo que quiero pedirte es que trates de no traer amigas tan bulliciosas. Pues, uno es de carne y huesos y es como si le das a oler pan al hambriento. Me dijo, muy seria.
-¡De que diablos estará hablando esta loca!. Pensé y sin dar mi brazo a torcer le dije.
-Te prometo que de ahora en adelante trataré de traer a chicas tranquilas. Le sonreí sarcásticamente.
-Tampoco se trata de que no tengas vida social y.... sexo. Me dijo. Dirigiéndose hacia la puerta. Lo habia dicho en un tono de desconsuelo y envidia. Ya con la puerta abierta y parada de una forma que aun tengo en mi mente. Me dijo.
-Me dio gusto conocerte, Fabián. ¡Adiós!. Se retiro, hacia su apartamento. Yo que me encontraba hipnotizado con ella, cuando llego al umbral de su puerta regrese a mi y le dije.
-¡Oye!, no quiero ser descortés, pero me preguntaba si te gustaría que saliéramos a divertirnos un poco... hoy... mas tarde.
-¿Es una cita? Pregunto de una manera muy sensual
-¡Si!...¡digo, no!.... ¡como sea!... ¡lo que quieras!... Decía como tonto, en ese momento no daba una.
-¡No te pregunte!... ¡te afirme!... ¡es una cita!
Luego de esa mañana no dejamos de vernos y salir sin llegar a nada mas que tomarnos de las manos y algún besito, nada mas. Ya no volví a escuchar sus orgasmos espectaculares.
Una tarde, de vuelta a casa, vi que del apartamento de Carolina salia una pareja de jóvenes esposos. Me dirigí extrañado, hacia el encargado del edificio para preguntarle que significaba lo que acababa de presenciar. Éste, me informo que ese apartamento llevaba mas o menos 6 meses desocupado, pero que no lo alquilaban porque un señor pagaba el arriendo para no perderlo. Al interrogarlo mas al respecto éste me dio los datos de este individuo a quien, al día siguiente fui a buscarlo, para tratar de esclarecer que era toda esa bobada de la que recien me acababa de enterar.
-Pase adelante joven. Me invito el viejo a pasar a su hermosa y lujosa casa; me acomode en uno de sus lujosos sillones, él pidió un café para los dos a la servidumbre y empezó mi pesadilla.
-Verá Fabián. Mi hija. Carolina, hace mucho tiempo que padeció de cáncer, en uno de sus senos. Se le practicó una cirugía, lugar en donde le colocaron unas prótesis. Pero, no sirvió; la enfermedad estaba ya avanzada. Hace seis meses, entro en coma, del cual recien hará mas o menos un mes y medio...
-¡Ese es el tiempo que tengo de ver a su hija señor!. Le interrumpió Fabián, al viejo padre de Carolina.
-Eso es imposible Fabián, ella estaba postrada en una cama, en el que fue su cuarto desde niña.
-Pero, la semana recien pasada ella falleció. Fabián sintió que sus piernas flaquearon y la tasa con café se le cayo de sus manos.
-¡Señor, eso es imposible!
-Su hija y yo hemos tenido una relación hermosa en el último mes y medio.. fue hasta ahora, que vi a esa pareja salir de su apartamento que me hizo venir a encontrar respuestas... y usted me dice que mi relación con Carolina, no fue mas que mi imaginación.
-¡Esto es de locos!. Dijo Fabián, poniéndose de pie indignado. Entonces vio al fondo del pasillo la fotografía de su amada Carolina; una foto enorme en donde se encontraba sonriente, con una ilusionada y profunda mirada de sus ojos azules. Fabián, se sentó y escucho todo lo que el viejo le contó y luego él, le contó todo lo misteriosamente vivido con su difunta hija. Ese mismo día, Fabián se dirigió al cementerio, con un ramo de flores y lloro sobre su tumba, sin aun darse cuenta de lo bizarro vivido con alguien que ya habia muerto tiempo atrás. Se incorporo y retorno a su apartamento, no sin antes vagar por las calles, recordando todos los hermosos momentos vividos con la mujer mas hermosa que sus ojos jamas hayan visto. Al regresar a casa, cuando estaban por dar las doce de medianoche, con la vista perdida en la puerta de su vecina, abrió la puerta y quiso encender la luz, pero esta no prendió, lo que si paso, es que escucho venir desde su recamara los sonidos de su amada teniendo un orgasmo. Ya sin temor en su cuerpo y su mente se dirigió a su recamara y al abrir la puerta, con las centellas de  luz al volver, de esa manera como sacada de ultratumba, vio a su hermosa Carolina, como subida sobre alguien teniendo un orgasmo; su cabellera negra le llegaba hasta media cintura, bajo de ella se encontraba alguien a quien no le pudo ver su cara, pero Fabián sabia que ese no podía ser otro, mas que él. Cuando la luz se restableció todo se silencio y sobre su cama nada, ni nadie.
Fabián, se desnudo y se tumbo a media cama, sucumbiendo nuevamente en los brazos no de morfeo, sino de su hermosa Carolina, luego se durmió y soñó haciéndole el amor a Carolina. Esta vez, los sonidos del amor estaban mas amplificados y no eran solo los de ella, sino también los de él...
Pero... Fabián, nunca mas despertó. Se quedo en ese lugar, amándose con su hermosa Carolina... la multiorgásmica.




sábado, 4 de octubre de 2014

Buscando dentro ti

TIN MAN

Nunca fui un chico atractivo. Lo que me hizo buscar y encontrar dentro de mi: algo inusual, fresco, propio, natural, fuera de lo común y corriente. Un, no se qué.... Si eso, me esforse mucho por encontrar, eso que todos llevamos dentro de nosotros y algunos nunca llegan a encontrar o simplemente nunca se enteraron de lo hermoso que DIOS nos dio, para ser diferentes. Es como, una huella dactilar interior, que nos permite ser algo especial y único; permitiéndoles  a los que nos rodean, enamorarse de nosotros. Eso fue lo que encontré dentro de mi ser y me dio la oportunidad de tener éxito en el ámbito femenil. Ésta, es una de varias historias. _tomado del libro: "Historia de un adolescente tímido"

Era una tarde gris, de un invierno típico en mi región, eran las tres de la tarde y yo me encontraba absorto, dentro de un televisor marca Philips, hecho en Holanda, me encontraba reparándolo (y, quien se dedica a estos menesteres, sabe a lo que me refiero). Con decir que en algunos servicios técnicos; colocaban letreros que decían: "No, se aceptan TV´s marca Philips". Pero, ahí estaba yo, quemándome la cabeza, sentado frente al aparato, con mi tester análogo, haciendo medidas de voltaje. El cuarto estaba inundado con las notas musicales de una hermosa canción romántica; que me servía, de inspiración junto a mis herramientas y diagramas, para hacer efectivo mi trabajo. Entonces, la puerta dejo escapar el golpe de una mano empuñada, quien golpeaba con fuerza, sería, porque llevaba ratos tocando y no le habia escuchado.
-¡Hola!
-¡Hola!... ¡pasa!... ¿qué te trae por acá?
-Vengo a pedirte un favor...
-¡claro!, te escucho. Pero, seguí con mi trabajo; mientras el oveja me echaba toda su triste historia. Luego de varios minutos y una lágrima camuflada; le dije.
-¡Te dije que no te metieras con ella!... ¡pero, no me hiciste caso!... ¡ahora, asele ganas!.
-¡Ya no es posible!... ella, saldrá hoy con el chico nuevo... ese, el sobrino de doña Tinita.
-Y, a todo esto, ¿qué tengo yo que ver en todo ésto?
 -No entiendo. 
-Quiero, que la conquistes... 
-Prefiero que ande con vos y no con ese hijueputa.
-Jajaja. 
-Bueno, voy... ¡la tomo y ya!... ¡No me hagas reír!
-Si te vengo a pedir ésto es porque yo se cosas que vos no sabes. Yo, seguía metido en mi reparación, sacando piezas para medirlas en frío. Pero el oveja, seguía insistiendo.
-Así, ¿qué cosas? Le pregunte, mientras soldaba un transistor que pensé era el del problema.
-Ella, me decía que le atraías, porque eras el único que no andaba tras ella. Casi me quemo al escuchar lo que el oveja me confesaba. Y es que no estábamos hablando de una chica cualquiera, hablábamos de alguien que era la mas popular del barrio y cualquiera mataría por estar con ella, aunque fuera un solo segundo. Lo malo era que ella; era como un animal silvestre, sin ataduras ni compromisos, a quien no podías ponerle un alto en nada, pues de lo contrario se te iba de las manos, tal cual habia llegado. Y eso, era lo que le habia pasado al oveja, éste se creyó dueño de ella y al nomas tener nuevo objetivo salio volando hacia los brazos del chico nuevo. 
Éste, habia llegado al barrio, faltándonos el respeto a todos, con infulas de grandeza. Eso volvió, la solicitud de mi apesarado e inconsolable amigo, un reto para mi.
-¡Acepto!... ¡Lo hago por ti amigo! Claro que lo hacia por mi, el oveja me habia contado el secreto que ella tenia con mi persona, y esa era una gran ventaja para mi. El oveja se retiro y yo sospeche de que fuera el flyback el que causaba el defecto en el televisor,  lo desmonte y lo guarde, para llevarlo a comprobar al día siguiente.
Me bañe; luego de guardar todo en su lugar, salí del baño, aun seguía escuchando esa musica romántica que tanto me apasiona, me rasure, busque mis ropas de fiesta, me coloque mi mejor colonia y luego de casi una hora frente al espejo, encontrándole lugar a mi abundante cabellera, salí a la calle, me dirigí a las cercanías de la casa de Jenny, ese era su nombre, recostado en un poste del alumbrado público estaba, cuando vi llegar a la puerta de su casa al muchacho nuevo, quien seguramente, también habia pasado una hora frente al espejo pues se veía muy esponjado al igual que yo. Jenny, salio y le saludo con un beso, al hacerlo me vio parado en el lugar antes descrito, mi mirada estaba justo en ella con la seguridad que solo te puede dar el conocer el secreto mejor guardado de tu futura conquista. Ella, platicaba con él muy amena, pero sin dejar de ver mi ubicación. Era tan evidente, que algunas veces el muchachito me vio de reojo, creo que se sentía un poco incomodo, yo sin embargo me sentía de lo mas cómodo en aquella esquina. De pronto, sale por la puerta, mi amigo y hermano de Jenny, quien luego de saludar al nuevo, con una indiferente mueca, bajo las gradas y se dirigió a mi lado, luego de saludarnos efusivamente nos volteamos para  donde se encontraba, el ahora valiente vecino nuevo, pues nuestras miradas se fijaban en el punto donde convergía la platica que ellos sostenían. Luego de unos minutos desafiantes de parte de mi amigo, me pregunto.
-¿Dónde estará el idiota del oveja?.. ¡Éste, seguro le va a comer el mandado!.. ¡Idiota se va a quedar sin novia! Me comentaba un poco molesto, entonces le comente lo que habia pasado. Para en seguida, junto con un empujón, me dijo.
-¿Y qué esperas, que mi hermana se te declare?... anda y manda a la chingada a ese....
-¡Ya cálmate, no es para tanto, ya voy! Y me dirigí hacia donde se encontraban, yo no les quitaba la vista de encima y pude ver que ella se emocionaba, como si ya supiera lo que pasaba, no cabe la menor duda que Jenny se las sabia todas; para darme mas ánimos mientras yo subía las gradas, ella le tomaba de las manos y le daba mas alas al incauto y ahora desafortunado muchacho.
-Hola!
-Hola! respondieron ambos. Él, con un tono y una cara de desagrado, mientras que ella todo lo contrario. Luego del hola, salio a mi encuentro y me planto tremendo beso muy cerca de mis labios.
-Nos permites un momento. Le pedí al joven, quien muy educadamente se hizo por un lado. Yo me acerque a ella y le dije.
-Supe que terminaste con el oveja...
-Así parece... me sonrió, con picardía.
-Entonces... ¿te gustaría, salir mañana conmigo?
-¡Claro!... ¨¡Seguro!.. ¿porqué no? 
-Bueno, paso por ti mañana, como a las tres.
-Excelente. Me contesto. Yo por mi cuenta, agradecí el gesto cordial del joven y me retire con mi futuro cuñado a dar una vuelta, por donde siempre. Al alejarme, observe como Jenny despedía de mano al joven y se entro en su casa. Yo mire hacia el frente, con una amplia sonrisa en mi boca.
Al día siguiente, me encontraba en la tienda, donde probaban los flyback y si, efectivamente estaba malo. Lo deje para que me lo repararan, pues, urgía la reparación del televisor. Para nadie era un secreto que, ese dinero me lo gastaría con mi nueva novia.  
Despues de aquel acontecimiento, me volví el sustituto perfecto para las novias de mis amigos, cuando éstas los cortaban por cualquier razón. Gracias al oveja, descubrí mi ángel interno y deje de ser, un Tin man.... for ever...