viernes, 27 de mayo de 2016

Desearía estuvieras aquí



Desearía estuvieras aquí.
El tiempo pasó y tambien mató
el amor que un día unió a nuestras almas.
Desearía estuvieras aquí.
Recuperar el tiempo que se perdió 
en ese tiempo negro para mi.
Desearía estuvieras aquí.
Compartir junto a ti
lo que quedó de ti en mi,
solo recuerdos, pero bellos recuerdos.
Desearía estuvieras aquí.
Escucharas junto a mi nuestra canción,
leyeras conmigo nuestro libro de poemas.
Desearía estuvieras aquí.
Compartieras conmigo un beso
el ultimo beso que dejaste tatuado en mi.
Desearía estuvieras aquí.
caminando a mi lado tomados de la mano 
disfrutar de tu compañía.
Desearías estuvieras aquí.
Nunca te hubieras ido
que pertenecieras a mi tiempo y realidad,
al amor que nunca muere, ni morirá por ti.
Desearía estuvieras aquí.
Acariciaras a nuestro perro 
quien cada que alguien toca mueve la cola 
esperando seas tú (tú regreso).
Desearía estuvieras aquí.
Observando la caída del sol,
esperando la llegada de nuestra luna,
la que decías, un día seria nuestra luna de miel.
Desearía estuvieras aquí.
nunca olvidaré cuando llegaste y entraste en mi vida,
te adueñaste de todo lo que fui y lo que soy.
Desearía estuvieras aquí.
Nunca haber escuchado de tus labios 
me voy, adiós; ese adiós que mortifica a mi alma
cada mañana, cada tarde y es peor cada amanecer.
Desearía estuvieras aquí.
Evitarías que muera cada día,
que agonice en cada anochecer
saberme solo en el que fue nuestro hogar.
Desearía estuvieras aquí.
Olvidar el día que te vi partir,
alejarte y llevarte contigo mi vida entera.
Desearía estuvieras aquí.
Para poder seguir viviendo, seguir vivo,
pues solo soy un cuerpo sin alma,
un hombre muerto en vida.
Desearía estuvieras aquí.
Desearía vivieras aquí.
Desearía gozarás del amor aquí.
Desearía... Desearía... Desearía...
Engaño a mi corazón fingiendo que vives
aun aquí... Desearía eso fuera cierto 
y que aun estuvieras aquí, dejar de ser
un hombre que carece de alma y amor.
Desearía estuvieras aquí.

jueves, 26 de mayo de 2016

Milagro en Atitalán

M



Salimos desde la capital con destino hacia Atitlán, Sololá, después de varias horas conduciendo, llegamos y nos instalamos en el hotel que esta justo a la riviera del lago más bello del mundo, no lo digo yo, lo dicen quienes nos visitan. Al entrar a nuestra habitación, lo primero que hice fue dirigirme hacia el balcón y ahí estaba el hermoso y azul lago, enmarcado por un enorme volcán al fondo, aspiré aquel aire que no se puede aspirar en la ciudad capital, sentí que mis pulmones me lo agradecieron.   
_¡Qué bello! ¿no mi amor? Me dijo mi esposa, asombrada al igual que yo, y eso que, cada año venimos a disfrutar de un delicioso fin de semana para des estresarnos del tragin citadino. 
En la habitación de al lado, nuestros hijos con su acostumbrado relajo, colocándose sus calzonetas, para disfrutar de las piscinas del hotel.
_Para que piscinas, si tenemos para nosotros al hermoso lago.
Dije, a lo que mi esposa estuvo de acuerdo. Mientras nos cambiábamos de ropa, se escuchó que alguien llamaba a la puerta.
_¡Voy! gritó mi esposa mientras caminaba con rumbo hacia la puerta. Se trataba de uno de los empleados del hotel.
_Muy buenas tardes, sean bienvenidos a nuestro hotel. Dijo amablemente el empleado.
_¡En qué le podemos ayudar? Le dijo mi esposa muy sonriente al empleado amable.
_Una notificación del administrador del hotel. Y colocó en las manos de mi esposa el papel.
_¿Qué sucede mi amor? ¿qué dice ese comunicado?
_Pues nada menos dice, que esta prohibido entrar en el lago en cualquier embarcación y a bañarse hasta nuevo aviso. ¡Qué te parece? Dijo mi señora muy molesta.
_¡¿Qué?! Pregunte tambien molesto, pues nuestro viaje anual era para disfrutar de ese hermoso lago.
_¿Hay alguna explicación? Pregunte a mi esposa quien recogió el papel arrugado del piso y lo desenvolvió de nuevo y busco la justificación para dicha prohibición.
_¡Bla, bla, bla, aquí está!, Dice que, porque estos días soplará fuertemente el famoso Xocomil.
_¡Diantres! lo que faltaba. Dije impotente. Y regresé al balcón a disfrutar de la estampa, el lago se veía tan apacible; cuando sentí mi esposa me abrazaba por atrás y dejo escapar un largo suspiro.
_Bueno, ¿qué haremos entonces mi amor? Dijo con ese tono pícaro, justo cuando quiere tener contacto físico y continuó. -Aprovechamos que los niños estarán todo el santo día de lo que queda y el de mañana para estar juntos, como una tercera luna de miel. Yo no respondí, simplemente seguí observando al hermoso y misterioso lago, aun sin entender, vi hacia donde estaban las embarcaciones del hotel en las cuales se veía que los empleados del hotel las ataban muy bien en el lugar en donde las guardaban; me dije: -¿Esto es en serio?
_Claro que es en serio mi osito de peluche. Dijo mi mujer ya en tono sexy.
_¡No mujer! me refiero a lo del Xocomil y el lago.
_¡Ah! Eso. Dijo decepcionada, apartándose de mi por un momento e ingresando de nuevo al cuarto. Me dije. -Debe de haber algún aldeano que me alquile su barcaza o me lleve en ella, ¡claro! eso podré hacer.
Me dirigí decidido hacia donde se encontraban las barcazas artesanales, mientras lo hacía, mi esposa sobre la cama medio desnuda.
_Mi amor, ¿vienes? Lo dijo con un tono de voz como si estaba a punto de tener un orgasmo.
_¡Ahora no mujer!, adelanta un poco los motores ya vuelvo y te atiendo. Le dije, pero en mi mente no cabía la imagen de mi mujer casi desnuda y acariciándose.
_Pero no tardes, que creo que pronto llegaré a punto. 
¡Pom! se escucho la puerta cerrarse. Caminé por los corredores del hotel con rumbo decidido hacia la búsqueda de una barcaza que me llevara a mi tradicional viaje por las aguas azules del hermoso lago.
_¡¡Adiós papi!! Gritaron mis hijos en medio de la piscina, yo simplemente levante mi brazo sin voltear a verlos.
_Hola marchante. Aborde a uno de los artesanos, el cual tenía una barcaza con una vela en un mástil hecho de algún palo de lo que sería un árbol ya extinguiéndose, cosa que me valió.
_¿Diga patroncito? Me respondió el fulano.
_¿Cuanto por llevarme a través del lago?
_Dios me libre patroncito, no le indicaron en el hotel que habrá Xocomil este fin de semana, ni de mula entro al lago con ese demonio a punto de llegar.
_¡Pamplinas! esos son puros cuentos de ustedes para sacarnos unos cuantos dolares.
_No patroncito, ya quisiera yo poder servirle, pero es en serio.
_Esta bien, no vengas conmigo, pero di, ¿cuanto por el alquiler de la barcaza?
_No patroncito, yo sería un inconsciente si le alquilo mi barcaza, se podría ahogar y yo perder mi barcaza; aparte, podría ir al bote ¡no siñor, no!
_¡Babosadas!, ¿esta bien esto? Y le coloqué sobre la mesa de madera, de palo blanco, lugar en donde humeaba una tasa de café bien caliente y unos panes dulces hechos ahí mismo en Sololá. El marchante jamás antes había visto tanto dinero que no pudo negarse.
_Esta bien patroncito, pero cualquier cosa yo diré que usted me robo mi barcaza y se hizo al lago, ¿estamos?
_¡Estamos! Y se dieron la mano.
_¿A que hora vendrá mañana temprano? 
_¡Que mañana temprano, ni que mierdas! ¡ahora salgo! aun esta claro. 
_No se lo aconsejo patrón, pues a esta hora es cuando da más fuerte ese condenado Xocomil. Apenas terminó de instruir al patrón y yo estaba empujando la barcaza artesanal y cuando se vino a dar cuenta el marchante, ya iba sobre la barcaza como a unos cinco metros adentro del lago. Mientras avanzaba, iba elevando la vela improvisada para que el viento me llevara por sus lugares paradisíacos y bellos del lago. 
Al estar la vela completamente izada, el viento insidio con ella y la barcaza parecía llevar un motor fuera de borda; al parecer los vientos violentos del Xocomil se hacían presentes indicando habrán paso que lo peor viene por llegar. Cuando sentí, estaba a medio lago, aquello era bellísimo, podía ver los hoteles, los volcanes, las montañas, los pueblitos en los alrededores y mucha agua de color azul. No llevaba ni quince minutos en medio del lago, cuando las pacificas aguas azules empezaron a violentarse; parecían aletas de tiburones que golpeaban contra la débil barcaza, mi nave se movía como un loco atacado por el mal sambito y mientras más transcurría el tiempo, el viento era más violento y sin sentido definido; soplaba por el norte, por el sur, el este y el oeste; aquello me puso nervioso pues, vi como la vela se inflaba un segundo para un lado, mientras luego lo hacia para el otro, el hermoso y apacible lago estaba como poseído por miles de demonios y yo a medio lago, a parte de los embates del agua y de los alocados y tradicionales vientos del Xocomil, apareció una llovizna, yo pensé: -Era cierto maldito Xocomil, voy a morir como un ladrón. Eso dije mientras me agarraba del mástil, el cual crujía como si estuviera adentro de una hoguera quemándose, yo me enrolle y abrace el mástil como si fuera un bebe no nato, sí, me coloqué en posición fetal y cerré mis ojos, luego oré y clamé a Dios por una oportunidad, por salir con vida del lago más bello del mundo, poder ver a mis hijos y a mi amada esposa; pero, en cambio, todo se oscureció y la tormenta se hizo mucho más fuerte que la barcaza se elevaba a varios metros y luego descendía, al hacerlo las aguas azules me mojaban hasta el espíritu, yo con un miedo enorme en todo mi cuerpo y mi corazón latiendo a mil. 
De pronto, cómo que escuché algo, pensé, eran los vientos que chocaban contra el mástil, pues la vela ya pendía a un lado y del otro extremo aun clavado en lo alto. Pero al poner más atención, lo que pensé era el golpe del viento contra los rugidos que producía el palo que estaba pronto a quebrarse, abrí mis ojos y la vela estaba que brillaba con una luz cegadora, una luz tan blanca como nunca mis ojos habían visto nunca y al ver lo que veía, escuché claramente lo que antes solo era mi imaginación o sonidos producidos por los vientos locos y violentos del famoso Xocomil. "Hombre insensato que no escuchó consejo, ¿a que le temes?"¡¿Yo?!... "Hombre de poca fe levántate y párate a mi lado."...¡No! dije asustado, pero la vos procedente de la Luz de la que fue la vela me hablaba con autoridad... "Haz lo que te digo, párate a mi lado y ten fe, o morirás" Al escuchar esa vos que me hablaba con tanta autoridad y a la vez era tan calmadora y dulce, me empece a incorporar y me paré al lado de la que hace unos minutos solo era un trapo blanquecino y sucio, ahora una tela de la mejor seda o de una tela que no habría en este mundo, pues la tela brillaba tanto, que no podía ver el rostro de quien me ayudaba en ese momento tan tormentoso de mi miserable existencia, entonces vi como la vela de seda que formaba una figura humana, levantó lo que estoy seguro eran dos brazos de los cuales salían unos rayos de luz, tal cual los rayos solares y ahí escuché cuando Él le ordeno al lago y a los vientos... "Cálmense vientos, aléjense, se los ordeno Yo" Terminando aquella frase y la tempestad se calmó. Como lo dicen las Santas Escrituras, cuando, Jesús calmó la tempestad. 
Todo regresó a la normalidad, los vientos obedecieron y se largaron por donde llegaron quien sabe eso, y las aguas azules quedaron mancitas otra vez, la lluvia se largo con el viento; yo caí hincado sobre los maderos de la vieja barcaza y sin levantar la vista, dije: -¡¡Gracias Dios mio!!, ¡¡esto es un milagro!!
Terminado lo dicho, vi como el Ser de Luz y de cabellera larga, subió al mismo cielo y ahí se abrieron para permitirle entrar. Conmigo, la vela enrollada en todo mi cuerpo y mis ropas secas completamente, yo no podía dejar de llorar y de agradecer a Dios por el milagro.
_¡¡Atención!! el hombre de la barcaza, ¿se encuentra bien? Se trataban de unas lanchas de la policía que se acercaban a mi para rescatarme y en una de ellas, el marchante, quien gritaba: _¡¡Ladrón!!, ¡¡ladrón!! ¡¡métanlo preso!! 
Yo, al verlo sonreí y me pase a la lancha de las autoridades, mientras uno de los policías enganchaba la barcaza intacta tal cual me la dio el marchante y es más, creo que mejor, esa barcaza será una que jamas se hundirá ni sosobrará y el marchante será el mejor pescador de todos los de ahí. Cuando entre en la lancha de motor, me arroje a los brazos de quien me acusaba de ladrón y su mejía la besé. 
_Cálmese patroncito, se supone que usted me robo mi balsa, ese fue nuestro trato. Pero yo seguía besando al marchante.
Ya en tierra firme, me esperaban ahí mi esposa, quien se lanzó en mis brazos. 
_¿Estas bien mi amor?, ¿qué locura es esa de que te robaste esa embarcación? te pudiste haber ahogado. 
También mis hijos gritaron: -¡¡papi, papi, estas bien!! 
_¡Si mis niños, gracias! Y luego de escuchar lo que dije, corrieron de regreso a las piscinas del hotel. Un poco más allá, de brazos cruzados el administrador del hotel con el seño muy fruncido.
_Señor Robles, el marchante no levanta cargos por el robo de su barcaza; así que esta en libertad, quitenle las esposas. 
_Graicias oficial. El oficial me dijo.
_Debería de dar una propina al pobre hombre, pues es muy noble el no levantar cargos; no sea tacaño.
_Si verdad, mi amor dale unos dolares al bondadoso señor. El marchante los cogió y se retiró pues, en un solo día hizo más plata que la que haría en todo un año.
En la noche, mi esposa acostó a los niños y regresó a nuestra habitación; al entrar apagó la luz y dijo.
_¡Mi osito de peluche, ya estoy a punto!



                                           El Fin






martes, 24 de mayo de 2016

La Mujer que Siempre Amaré



La mujer que amo 
tiene un color de miel.
La mujer que amo 
es a quien siempre esperé y deseé.
La mujer que amo 
veo en sus ojos mucha paz y luz. 
La mujer que amo 
es una bella flor, es mi alegría, 
es mi amiga, es mi amor.

La mujer que amo 
es quien me inspira 
a escribir lindos versos de amor.
Le da belleza a mi vida,  
su amor es lo mas lindo,
con ella yo encuentro mi felicidad.
Todo en ella lo veo bonito 
pues ella es pureza y toda bondad.

La mujer que amo 
me da la tranquilidad
pone armonía en mi hogar 
y me entrega todo su amor tambien.
La mujer que amo 
me dice cosas que alegran mi vida
ella es luz de mi día y luna en mi noches de amor.

La mujer que amo 
confía en mi, pues es tierna flor,
bella flor de un enorme jardín 
dónde un día yo la encontré...

"Caminaba por ese florido jardín, las flores que a mi paso vi
me lanzaban sus aromas y mejores colores, yo caminaba seguro 
de poder cortar la que quisiera a mi casa llevar, para adornar.
La mujer que amo, era una rara flor, que estaba oculta 
en aquel enorme jardín, su color era de miel. Me dije: 
¡Qué rara flor! y a ella me acerqué; al pararme frente a ella  
sus pétalos tímidamente oculto, algo que llamó mi atención.
Yo con ternura la acaricié y ella tímidamente me vió 
y también me sonrió y a mi alma con su sonrisa iluminó.

Yo la tomé de su tallo y con delicadeza lo corté, al hacerlo 
una espina me pincho y me sangró, ella miedo sintió pero yo bebí 
mi sangre y a su miel saboreé.

Fue ahí cuando me enamoré y a mi casa conmigo la llevé,
en maceta de plata la coloqué, justo en el centro de mi hogar
y desde ese día no dejo de regar y alimentar, 
le hablo con versos llenos de mucho amor.
Desde entonces, ella cada día florece y a mi hogar embellece 
y lo llena de aromas y de lindo color, un color de miel.

Cuando salgo al mismo jardín done escondida un día la encontré 
las flores del jardín me siguen entregando sus aromas y mejores colores. 
Ella desde la casa observa con una seguridad que impresiona 
yo la veo y me regreso, pues no hay otro aroma que yo quiera oler 
ni color que no sea ese tan especial, color de miel que se confunde 
con el color del oro puro.
Y nunca más, una espina en su tallo creció."

La mujer que amo 
es esa bella y rara flor 
que es dificil hoy de encontrar
en cualquier jardín, 
por eso yo cuido de ella 
como lo más preciado que la vida me dió.
La mujer que amo
es un milagro que vino de Dios,
pues ella es todo lo que quiero 
y tambuien lo que espero.
Es la mujer que un día  
lejos de mi casa a Dios le pedí.
Él me escuchó y me dió 
esa rara y bella flor.

La mujer que amo 
es mi aire, es mi luz, es el calor de mi hogar 
y en ella me inspiro los mejores poemas de amor.
La mujer que amo 
siempre la encuentro sonriendo 
todo en ella es bonito, todo en ella es bondad, 
es amor del bueno y con ella encontré mi felicidad.

La mujer que amo 
es todo lo que quiero y más de lo que pude esperar.
La mujer que amo 
es la que Dios con ella me bendijo
y ahora es mi esposa, es mi mujer.
Esa bella y rara flor, color de miel, 
eres tú mi amor.







lunes, 23 de mayo de 2016

Amores Verdes


Hubo un tiempo, en el que todo era mejor.
Tiempo para amar, tiempo para jugar,
tiempo para compartir, tiempo para disfrutar
y mucho, mucho tiempo para amar.
El mejor tiempo para con tu chica disfrutar;
caminar tomados de la  mano 
por entre un bello y verde campo.
Tiempo para compartir, recostados sobre una 
fresca y verde grama viendo formar imágenes 
a las nubes, artistas, cómplices 
de frescos y puros vientos del sur.
Tiempos, para simplemente escuchar 
una romantica canción, la cual sonaba 
cada media hora por la radio y al ritmo 
de sus notas, llenas de letras hermosas y románticas
entregar un beso enamorado 
a quien abrazabas con amor e ilusión.
Tiempo para compartir un fin de semana 
en la playa, en familia, con padres y hermanos.
Tiempo para salir de vacaciones 
en tu carro descapotado, 
viajar por estrechas autopistas sin miedo 
a que ser asaltado; lo único que podría sorprenderte 
era la noche, con su luna llena y virgen de humanos,
de bellos cielos, llenos de estrellas y constelaciones, 
sin basura galáctica. Las cuales podrías admirar 
simplemente recostado en los asientos de tu enorme auto, 
pensando en quien te esperaba con ansiedad 
en el lugar a donde viajabas.
Tiempos verdes, llenos de musica y amor,
sin la ansiedad de ver un aparato electrónico,
solo tiempo para ti y tu destino, 
el cual prometía tantas cosas maravillosa, 
llenas de exitos y amores.
Hubo un tiempo ya perdido en el mismo tiempo,
donde lo importante era encontrar una pareja a quien amar.
Tiempo donde los padres e hijos eran amigos 
comprensibles y accesibles, compartían sus anhelos
y sueños y eran alentados por los adultos, 
quienes contaban a los más jóvenes; como ellos
lo intentaron, entregando en bandeja sus errores
los cuales les habían impedido no alcanzarlos
pero que a ellos no les podría pasar lo mismo, 
pues ya conocían los hechos.
Tiempos metidos en otros tiempos que eran lejanos.
Abuelos sin radio, ni minifaldas, 
muy respetuosos de las doncellas y damas. 
Tiempos en los cuales te extraías el sombrero
ante el porte de bella mujer a la cual le besabas la mano
y le tendías la chaqueta sobre fango 
dejado por la lluvia para no ensuciar 
la única parte sensual del cuerpo femenino 
que se podía exhibir.
Hubo un tiempo en el cual se valoraba la amistad
esta que con el tiempo se volvía en familia de sangre,
amigos adoptados entre las familias y ellas, las familias
en apoyo a esa amistad entre miembros de sus familias
se adoptaban como tales también.
Enamoramientos entre miembros de esas familias,
lasos que perduraban por años, muchos años,
tantos que trascendieron al mismo tiempo, 
hasta el día de hoy.
Tiempos nuevos, donde las familias 
se desintegran a cada segundo dejando de lado 
los preceptos heredados y dañados por el modernismo,
la tecnología que vino ha hacernos más haraganes 
y comodones; esa misma que terminó con el romanticismo 
y el amor real y verdadero. Porque trajo al ceno 
de nuestros hogares practicas llevadas a cabo 
en otras partes del planeta y fueron adoptadas por nuestros
jóvenes, terminando con nuestra identidad, 
la que nos hacía particularmente diferentes 
y atractivos a los demás, por nuestras
costumbres y tradiciones, 
únicas de nuestros lugares y regiones.
Hubo un tiempo en que todo fue más simple.
Una vida simple, alimentos simples y sanos, 
comportamientos simples pero educados, 
modas recatadas que le daban alas a nuestras imaginaciones.
Tiempos sin drogas para ser felices;
la única droga para encontrar la verdadera felicidad: Era el amor.
Hubo un tiempo en que nuestros hijos 
salían por las noches a jugar a campos 
exclusivos para ellos, a jugar juegos sanos e inocentes,
unicamente vigilados por una iluminada y sonriente luna.
Tiempos verdes, llenos de amor, inocensia e ilusión.
Tiempos nuevos que ahora son viejos, arrugados y con bastón.
Tiempos en que los niños creían 
que un viejo de barba blanca, de atuendo rojo, 
enorme complexión y sonora sonrisa
era quien se encargaba de vigilarlos por un año entero 
y de hacer realidad hasta su más caro deseo, 
los cuales en realidad no lo eran, 
pero ellos lo creían y respetaban las reglas sin rebusnar.
Que maravilla de tiempos. 
Tiempos llenos de amor y de color verde.
Tiempos que no volverán, aun pudiendo, 
pero que ya nadie lo permitiría, pues eso significaría; 
terminar con lo que se ha edificado, con lo que se ha alcanzado,
con lo que se ha avanzado, con lo que se ha inventado 
y aunque sabemos que todo este modernismo
solo nos lleva a nuestra propia destrucción 
y que la única salvación (sin mención religiosa la cual es tacita)
esta en esos tiempos.
Tiempos viejos y obsoletos. Tiempos con amores verdes... 
Amores en tiempos verdes.

Hasta la próxima, pues el tiempo es tan grande que hay mucho
tiempo por contar y con ese tiempo volver a vivir aquel tiempo,
el que para unos nunca existió, para otros fue lo mejor 
y claro lo seguirá siendo, pues, quien lo probó 
nunca lo olvidó, es más, desea volver a probar
de aquellos tiempos. 
Tiempos increibles de un color que ahora 
ya se está extinguiendo, se esta volviendo gris 
y ese color es el verde, el color de la naturaleza
el color del verdadero amor.

Nos encontraremos de nuevo en otro tiempo verde. ¡No faltes!..

domingo, 22 de mayo de 2016

La niebla mortal


La paz de aquel lugar fue abruptamente irrumpida por un sonido espeluznante, uno tan fuerte como rayo que rasga el manto de los cielos con tanta violencia emitiendo terrible sonido, solo que esta vez se escuchaba uno mucho más amplificado y sin lluvia alguna; pasó por el cielo celeste y sin nubes rasgándolo, como zipper que abre prenda de vestir, así abría el cielo, dejando detrás de ella una nube blanquecina y un sonido tal cual un rayo potente a sus espaldas. Avanzaba a una tremenda velocidad que en menos de unos pocos segundos se vió cuando impactó contra una montaña que estaría a unos diez kilómetros del lugar en donde se encontraba la única casa, al hacerlo el suelo tembló. Casa en donde vivían dos hermanos acompañados de dos niños, quienes temblaban de miedo, mientras que los mayores veían lo que surcaba los cielos, aterrados, preguntándose; qué era eso que se había estrellado contra la montaña dejando un enorme cráter en ella.
_¿Serán extraterrestres? dijo con la inocencia en sus labios uno de los niños, uno de los adultos iba a responder, cuando otro artefacto igual surcó los cielos que hace unos segundos eran celestes, ahora era humo blanquecino, éste segundo no impactó con nada siguió su vuelo más allá de la montaña pero tambien había dejado ese humo de un color blanco pero impuro.
Los adultos observaron como ese humo blanco e impuro muy lentamente al mezclarse con el aire puro de la montaña se acercaba hacia la tierra por el lado de donde llegaron, algo que les pareció muy extraño, pues normalmente el humo que los aviones de exhibiciones aéreas dejaban lentamente se disipaban con el tiempo ahí en las alturas, no así estos, más parecían las avionetas que se utilizaban para fumigar. Los adultos se vieron al rostro y en los ojos del que estaba enfrente al otro, vió como apareció otro artefacto por los aires, de inmediato se escuchó el estruendoso sonido y cómo el suelo temblaba por las oscilaciones que del sonido llegaban a la superficie terrestre.
_¡Mira! los caballos están muy nerviosos. Dijo uno de los hermanos y tío de los niños.
_Habrá que sacarlos, dejarlos en libertad.
_Prepara el pickup, llegaremos más rápido en él.
_Ustedes niños, corran hacia el bosque y no se detengan.
_¿El bosque encantado? Dijeron los niños muy asustados, mucho más asustados por llegar al bosque que les quedaba al frente que lo que por los aires llegaba.
_¡Corran! y no hagan preguntas. Les ordenó su padre mientras corría hacia donde su hermano lo esperaba con el motor del pickup encendido.
Los niños corrieron hacia ese misterioso bosque que les quedaba como a un kilómetro de distancia, uno que se veía siempre tan negro, por la espesa vegetación y enormes arboles muy juntos uno del otro como si se tratara de un fuerte, un castillo resguardado con enormes troncos, como si fuera un fuerte militar en medio del lejano oeste para protegerse de los embates, de los ataques indios. Ya irían como a quinientos metros, a la mitad del viaje y cada que se acercaban sentían como su corazón se agitaba, como si se les saliera del pecho pero del puro miedo.
_Espera yo no entraré en ese horrible bosque. Se negó uno de los niños a obedecer la orden de sus adultos y se detuvieron, mientras lo hacían agitados vieron como el pickup de su padre se dirigía con rumbo a donde ellos se encontraban pero más atrás las bestias, muchas de ellas yacían en el suelo ya sin vida y sobre ellas la nube que se veía ahora como una espesa niebla. Quien conducía el vehículo venía ya algo aturdido, que en una no pudo controlar más el automotor y este dio varias vueltas luego de salirse del camino y dar tremendo golpe contra una cuneta.
_¡Nooo! grito el menor de los niños aterrado. He intentó ir al auxilio de los hombres accidentados pero fue detenido por su hermano mayor, el mismo que hace un momento se negó a seguir hacia el horrible bosque.
_¡Mira! están bien, están saliendo del pickup. 
Efectivamente, mientras salían del auto ellos corrieron con el mismo rumbo, el bosque oscuro, gritando a los pequeños: - ¡corran hasta el bosque! no se detengan ¡obedezcan! El primeo en obedecer fue el niño más pequeño lo hizo halando del brazo a su hermano mayor.
_¡Vamos ya oíste! hacia el bosque embrujado. Y ambos corrieron hacia ese bosque quien era por lo visto el único lugar que los podría resguardar de la nube que los acechaba por cuanto, quien sabe, pero lo hicieron, al cabo de breves segundos se encontraron con el bosque oscuro de enormes arboles, con troncos casi que unidos uno al otro. 
Qué habría del otro lado, eso pronto lo sabrían, ellos se detuvieron un breve momento para sobreponerse de la agitación y por curiosidad vieron con asombro hacia arriba, pareciera que los troncos de los arboles no tenían final; subían y subían, aquella vista era increíble.
_¡Vamos, entremos! Dijo el pequeño a un asombrado hermano mayor que seguía viendo hacia arriba.
Con el horror en sus inocentes caras entraron en el bosque, bueno solo pasaron a los enormes y gruesos troncos y cayeron al suelo, uno muy húmedo y lleno de hojarascas y frutos podridos entre otras cosas, jadeantes por el cansancio de la carrera y ademas el miedo que sus pechos sentían, sentados veían como su padre y su tío corrían para salvar sus vidas, pues a pocos segundos de tiempo atrás de ellos la neblina que les caía del cielo como una rara cortina de lluvia que viene empujada por el viento; éstos corrían como jamás antes lo hicieron y por fin entraron en el bosque y al lado de los niños cayeron exhaustos, el palpitar del corazón se les observaba por las venas aorta y otras que sobresalían de sus brazos, ellos podían escuchar a resonar en sus tímpanos como tambores de guerra, pero solo era el palpitar de su corazón. Con voz muy agitada el tío Sam preguntó
_¿Están bien, se encuentran bien niños? Mientras su padre veía aterrado como aquella estela blanquecina avanzaba y estaba pronta a insidir y chocar contra el bosque. 
Las aves que se resguardaban en las copas de las arboledas se escuchaban trinar exaltadas con mucho miedo, el escándalo era un ruido que  producía dolor en los oídos de quienes estaban en la superficie, no solo de los cuatro que invadieron un lugar al cual jamás se animaron antes a entrar, debido a que desde que los hermanos; padre y tío eran niños del bosque escucharon sonidos como salidos del mismo infierno.
_¡Mira! ¡cuidado! Grito Pete, el niño mayor, al ver como una serpiente de color verde claro pasó al lado de ellos sin darse por enterada de que ellos estaban ahí, al igual que otros animales salvajes corrían adentrándose en el bosque, en la parte aun mucho más oscura que donde se hallaban ahora los intrusos soportando el bullicio de las alocadas y espantadas aves, tapándose los oídos con fuerza. 
Cuando la nube insidió contra el bosque, todos ahí lo sintieron, pues esa colisión entre nube blanquecina y bosque negro y tenebroso fue como cuando las ondas producidas por una bomba atómica inciden con violencia contra lo que tienen en su camino, así fue ese encuentro entre dos fuerzas desconocidas para quienes quedaron en medio. Luego de ese impacto que hizo que los hombres y niños volaran por los aires hacia más adentro del bosque oscuro, tan oscuro como una noche sin luna y sin estrellas y mucho menos electricidad; tan oscuro como el mismo universo o algún hoyo negro -el cual imagino que es así-. 
Con el impacto, el bullicio de hace unos segundos paso a ser un silencio total, silencio como de monjas del perpetuo silencio, aquellas que hacen voto de silencio y no hablan mientras cumplen en su estadía en el monasterio; un silencio igual al que tendrá un cadáver adentro de su ataúd, bajo mucha tierra, tres metros abajo de la superficie. 
Ellos recien se recuperaban del impacto que los hizo volar por los aires unos metros adentro de ese bosque, cuando escucharon algo que provenía de las copas de los enormes arboles, algo se desprendía de las copas de los arboles varios metros arriba, como si fueran mangos maduros cayendo del árbol hacia el suelo, produciendo el sonido de golpes a lo largo en su trayectoria contra hojas y ramas, eran cosas de regular tamaño y pesadas los que golpeaban contra las ramas y las hojas de los enormes arboles. Todos vieron aterrados hacia arriba imaginando que les caería encima, tambien sonaba como si un árbol había sido cortado y mientras caía al suelo se llevaba lo que se encontraba, ahí abajo, niños y adultos con los ojos bien abiertos observando a los enormes y altos arboles, de pronto uno a la diestra otro a la siniestra y así a su alrededor caían y quedaban incrustados en la tierra húmeda las aves que habían muerto con el impacto y de una manera tan particular quedaban con el pico clavado en el terreno, junto a las aves monos y otros animales que viven en los arboles, nada había sobrevivido allá arriba, los hombres tomaron a los niños uno cada uno y se hicieron hacia adentro del bosque para protegerse pues de quedarse ahpi morirían de una manera extraña, como clavados, pero no con clavos ni cuchillos sino por los picos de las aves unas de gran tamaño y otras un poco más pequeñas, aves de muchas especies pero con algo en común, un enorme y huesudo pico.
Cuando se entraron más adentro del bosque algo que no estaba en sus planes pudieron ver como la neblina acechaba por fuera de la fortaleza hecha por los enormes troncos de los árboles, tambien se dieron cuenta que mientras más entraban en el bosque este era mucho más húmedo y oscuro, los caminos más estrechos y ni pensar que tipo de especies de animales se encontrarían ahí si los picos de las aves eran tan extraños, sus rostros denotaban el horror, pero por ahora estaban a salvo el aire era respirable y tal vez la bruma asesina no entraría ahí, pero cuanto tiempo deberían esperar hasta que esa cosa se disipara y el aire afuera fuera nuevamente respirable, de que se alimentarían pues si la aves no eran del todo normal los frutos y hierbas tampoco lo serían, como diferenciarían algo venenoso de algo comestible. Pero esta no era la peor de sus preocupaciones pues mientras permanecieron unidos entre sí, los mayores haciéndose estas y otras preguntas los niños no tan asustados como ellos pues, se sentían protegidos por sus adultos y familiares. Se escuchó un sonido tan fuerte y horrendo como si lo tuvieran a sus espaldas, los adultos se quedaron helados y petrificados pues era exactamente el mismo sonido que los había alejado para toda la vida del bosque extraño y oscuro, los niños se lanzaron contra el cuerpo de los petrificados adultos quienes no podían ver más allá de la longitud de sus brazos pues sin percatarse la noche había caído y además el manto que la neblina asesina hacía provocaba esa aterradora oscuridad, el sonido que ellos estaban escuchando no lo puedo describir pues, no hay animal ni fenómeno sobre la tierra al cual pueda tomar de referencia para dar una idea de lo que ellos estaban escuchando prácticamente a sus espaldas, nada sobre la faz de la tierra antes había producido un sonido tan horrible y aterrador como éste...








sábado, 21 de mayo de 2016

Mátame suavemente



Por las calles de la zona rosa, alguien conducían un sedán de color amarillo, maraca Toyota del año 75, el auto no tenía escape y su motor de 2000 cc. al pasar por la avenida en busca de un lugar donde parquear producía un sonido muy incomodo, el cual activaba las alarmas de los autos de marca y ultimo modelo que llegaron ante;, por fin, un tipo frente al auto a unos cien metros con un trapo en mano le hacia la señal de que había un lugar disponible, cuando estuvo a su lado, el hombre con trapo en mano le dijo.
_¿Busca parqueo amigo?
_Sí, ¿puedo?
_Sí, hágase para adelante y se mete de retroceso.
_Dele, viene, viene, viene. Ahora para adelante. Ahí está jefe.

Mientras, todos los autos con las luces encendidas y las alarmas chillando.
El conductor colocó un bastón de seguridad en el timón para evitar que se lo robarán y se apeó del vehículo antiguo. El cuidador de autos le dice con sonrisa y tono sarcástico.
_Tiene todo un clásico amigo. 
Y luego, al verlo hasta sus ojos se lubricó, pero él no se dió por enterado.
_Oye ¿dónde queda el lugar donde se presentará un grupo extranjero muy bueno? 
Preguntó el conductor.
_Claro amigo, ¿ve la cola que dobla la esquina? ahí mero es. ¡Ah! y no se preocupe por el precio del parqueo, pues cuesta lo mismo el tiempo que se tarde. Que se divierta... ¡Qué tipo más raro! Dijo el acomodador mientras este se dirigió hasta la fila.

Habían pasado varios minutos y la musica del lugar se escuchaba hasta ahí afuera, pero no era el grupo que tenía a esa enorme fila, era un grupo local que habría el concierto bailable en el lugar prestigioso y exclusivo. El conductor del Toyota observó que en la fila todos acompañados con su pareja, abrazados y besándose, otros acariciándose, que se preguntó: - ¿Qué hago acá? Mejor me voy. 
Pero cuando quiso salirse de la fila, esta empezó a entrar en el lugar; alguien que esperaba unos metros atrás le gritó al conductor misterioso.
_ Oye tú, si tú, el tipo en blanco y negro, avanza o nos perderemos el inicio. ¡Apúrate! 
No le quedo de otra más que seguir adelante, cuando llegó a la puerta frente a los gorilas que cuidan que nadie se cole, el tipo solitario iba a entrar en el lugar, cuando escuchó esto.
_¡Oye!, el tipo en blanco y negro, si tú, ¿no vienes acompañado verdad? Pues, ella ya no podrá entrar después de que tú entres. El tipo respondió: -No, Vengo solo. 

Y entró, el ambiente era de lo mejor, adentro todo era solo alegría y algarabía sin control, al escenario fueron apareciendo los integrantes extranjeros del grupo: Los Cherry´s
Y las parejas al verlos entrar en acción se hicieron a la pista, no deseaban perderse una sola de sus canciones y cuando el guitarrista inició a rasgar la guitarra todos se percataron que se trataba de uno de sus mejores éxitos, le siguió el de la batería con la caja, dando ritmo a la melodía, tambien rasgo su guitarra el del bajo y las parejas ya se encontraban bailando de sus ojos brotaba el amor por su pareja; el tipo en blanco y negro se sintió fuera de lugar que decidió mejor largarse, no era algo para él, eso creyó. 
Pero cuando iba a media pista de baile él oyó que alguien cantaba una buena canción, una muchacha quien llevaba la primera vos y que recien entraba en escena, -¡qué linda voz!,  una muchacha dulce, un Ángel. Se dijo. Que estilo tiene, pudo recordar a su amante esposa quien ya no estaba, él, al escuchar a la chica y oír la letra sus temores se fueron y una soledad en su corazón y su cuerpo sintió y pudo recordarla, -qué suerte. Se dijo, pero conforme la chica avanzaba con su canción, él pudo darse cuenta de algo extraño, pues cada estrofa de la letra de esa canción, hablaban pedazos de su vida, de su propia vida, de la vida junto a su esposa. 
_¿De dónde me podría conocer? que extraño. Pero su estilo era familiar para él, al escuchar su vida hecha canción él tipo se volteó hacia el escenario donde se encontraba la cantante rompiéndole el corazón; al ver a la cantante ella se desvaneció y en su lugar apareció su amada esposa mirándolo parado en medio del salón, él al verla sintió latir a su corazón y entendió porque en la letra de la canción habían pedazos de su vida y al verla, las parejas que lo rodeaban en la pista, una a una, fueron desapareciendo, quedando a medio salón solo él y la cantante sobre el escenario, cantando cada estrofa sin dejar de verlo, sus ojos se aguaron y un nudo casi le robo la respiración al ver ahí al ser amado entonando esa canción con el corazón y mucho amor, solos ellos dos en el enorme lugar; él seguía viendo con amor a la chica cantando y su corazón se agitaba cada vez más mientras escuchaba la letra de aquella bella canción. Cuando estaba por terminar la canción su amada se devanecía y apareció otra hermosa chica mucho más joven, quien cantaba para todos, ya no solo para él y así fueron apareciendo todas las parejas a su alrededor besándose mientras bailaban, él sentía que cada que el guitarrista rasgaba con sus dedos el instrumento lo hacia a su corazón y cada estrofa que hablaba de su vida le ponían chiquito su corazón. 
Al fin, un remate del baterista y un falsete largo de la cantante para terminar con bella canción, en el salón se escucharon los aplausos y entre tanto aplauso se escuchó tambien el grito de una mujer quien llamó la atención y en medio de la pista, tirado, el hombre en blanco y negro yacía sin vida.
_¡¡Llamen una ambulancia!! Gritaban los asistentes, mientras la cantante preguntaba por los parlantes.
_¿Hay algún medico en la sala? 
_¡Yo soy medico! háganse a un lado por favor. 
El médico se hizo presente y colocó su dedo indice y medio en su cuello y luego levantó su rostro diciendo con un movimiento no, indicando que había muerto, su parte medico, fue que murió de un infarto. 

La canción se volvió más famosa, pues casualmente su titulo era: Matándome suavemente con su canción, la canción hablaba de una traición y eso creyeron todos al ver el cadáver del tipo en blanco y negro mientras era cubierto con una sábana blanca.

_Hola, ¿que haces por acá?, ¿recordando a algún ser querido? Le preguntó una joven al otro que se encontraba frente a una tumba.
_Sí, la de mis padres.
_¿Qué dice la lápida? Dijo la chica y leyó: "Killing me softly with his song"
_Oye, bella canción, pero, ¿por qué es el epitafio de tus padres? ¡ah! no me digas, conozco la historia: Tu padre murió en un concierto de un infarto ¿verdad?
_Eso creen todos, pero no, la canción se la escribió mi padre a mi madre y ella la cantaba como si fuera un ángel, no trataba de un engaño ni nada menos, era hermosa, pero luego que mi madre murió, mi padre se la obsequio a unCharles Fox y este la modificó y asi quedó, fue y es todo un éxito. Bueno, mucho gusto de conocerte, me voy, espero me entiendas.
_Claro. Dijo la chica mientras el chico se marchaba. 
_¡Oye! una pregunta más. 
_¿Si, cual? Dijo el chico parado un poco más adelante de la linda chica.
¿Por qué te veo en blanco y negro como televisor viejo? 
El chico sonrió y respondió a la curiosidad de la chica.
_Es herencia de mi padre, siempre fue así, él lo heredó de mi abuelo, cosas extrañas de la vida. 
_¿Puedo acompañarte? Preguntó la chica. 

Y se fueron juntos, esa tarde en el cementerio había nacido otra historia de amor hecha canción, una que pronto ocupara los primeros lugares de popularidad.



Historia de: C. fox, N Gimbel  y S. Raga
inspirada en la canción: "Killing me softly with his song"

viernes, 20 de mayo de 2016

Ven a mi muy suavemente (Poesía erotismo light o soft, de S. Raga)


ven a mi suavemente
Ven y entra en mi
pero hazlo suavemente
como la primera vez,
quiero sentir tu amor
y no digas nada
sabes que me gusta en silencio.
Mejor, acaricia mi cuerpo
con tus labios húmedos y calientes
muy suavemente
por todas las partes de mi cuerpo
ahora caliente
que bien me conoces...  me gusta
sabes como hacerme vibrar
me llevas en un viaje por el placer,
del que no quisiera regresar.
Besa suavemente mis labios
ahora jadeantes,
siente como sale de mi boca
mi aliento caliente.
Mezcla en mi boca todas esas mieles
que recopilas de todos los lugares
de mi cuerpo ardiente
que ya antes visitaste.
Movimientos lentos suaves, pero rítmicamente:
adentro, afuera y circularmente,
sabes el momento para cambiar de ritmo.
Siente de mi las contracciones,
esas que tanto te gusta sentir.
Sabes encontrar en mi
ese punto que me hace
explotar por dentro y por fuera.
Mira mis ojos
que están perdidos en la nada
ciérralos con miles de besos
tiernos y amorosos.
Pasa por mi nariz, llega a mi boca
que ahora grita por tanto placer.
Siente mis caricias entrando en tu espalda
y a mis pies que te empujan hacia mi
pues, te desean más y más adentro.
Dame todo,
estoy preparada para recibir,
ese ardiente torrente
que se ya no aguanta en salir de ti,
lléname con ríos
llenos de ardiente calor
que no quema, solo apaciguan
las miles de cosquillas
que has despertado en mis entrañas,
desde que te sentí
calladamente a mi llegar
muy suavemente
como sabes que me gusta.

Ven a mi, pero muy suavemente,
trae contigo todo ese amor
que me puedas dar;
precioso momento que deseo repetir
una y otra vez,
mujer preparada,
esperando para ser penetrada
con esa gentileza
que solo tú me has podido dar.
Siento que lo haces
con mucho amor,
eso me enamora tanto de ti,
hazlo como siempre
suavemente, gentilmente y en silencio
que solo se escuchen
los sonidos de dos cuerpos en plena acción
deja que sea yo
quien rompa el silencio
gimiendo y gritando,
porque voy a morir
por sentir tanta pasión
y ardiente calor,
ese que no quema
solo apaciguan las miles de cosquillas
que siempre despiertas en mi.
Precioso momento,
que solo he podido vivir junto a ti,
si es contigo.
Recorre todo mi cuerpo
con tus labios húmedos y calientes,
trae a mi boca jadeante
esos sabores que has recolectado
en todo mi ser,
en todo mi cuerpo de mujer ahora excitada.
Cierra  mis ojos con mucho amor
que están perdidos
viendo a la nada y besame
con esa pasión que agita a mi corazón.
Apresúrate a llevarme
a donde me has de llevar,
ese mágico lugar,
donde solo habrá miel.
Cuyo único camino:
Es el amor y la pasión.
Ven a mi, pero suavemente...
Cómo debe hacerse el amor.

Gracias amigo Raga, eres bueno en esto, abrazos mi hermano.








jueves, 19 de mayo de 2016

El Viaje


Las maletas al pie de la cama, listas para el gran viaje, uno con boleta de ida nada más,
maletas vacías pues eran simples símbolos, el individuo veía su reloj preocupado de que en cualquier momento llegaría su taxi para llevarlo al aeropuerto en donde tomaría su vuelo sin escalas ni retorno, vuelo directo ¿creo le llaman?, mientras esperaba hacía balance de lo bien que le había ido en su estancia en aquel bello lugar, un lugar del planeta, el cual no pudo ser mejor; dirigiéndose hacia su cama para esperar al taxista que no tardaba en llegar, recostado boca arriba se decía: _Lastima que mi contrato en esta bella ciudad expiró. Y luego suspiró, continuó pensando, pues si se pudiera prorrogar sin pensarlo dos veces volvería a firmarlo y hasta con los ojos cerrados. Bello trabajo, lugar de tantas alegrías y penas, lugar en donde conocí a mi amada esposa quien seguro ansiosa me espera, lugar en donde tuve a mis amados hijos, cómo los he de extrañar, deseando que su contrato en nuestra empresa no expiré tan pronto como el mio y que dure mucho, que logren ascender hasta puestos importantes como lo hice yo. Tomó otro suspiro, éste mucho más profundo que el anterior. 
No se si volveré, nunca supe de alguien que luego de irse regresara, pero en cuanto llegue averiguaré si podré volver pues a mi me fascinó este lugar y quiero regresar, ojalá se me permita; esto lo dijo con una lagrima en sus ojos, seguía postrado sobre su cama a la espera de quien lo conduciría hasta el terminal. Por un breve instante quedó privado, simplemente recordando y soñando con algún día especial mientras llegaba el momentos que hoy lo tenía un poco deprimido y con nostalgia recordando todos aquellos momentos que le tocó vivir. 
Se escucharon tres golpes en la puerta, secos y profundos, parecía que quien tocaba lo hacía con insistencia y utilizando unos huesudos nudillos o algún objeto duro que había empleado para hacer los tres golpes a la vieja puerta de madera apolillada que lo resguardará en el cuarto que esperaba, sin moverse del lugar tan cómodo y menos, con tanto bello recuerdo en mente, pero conociendo de quien se trataba se quedó otro rato más ahí sin emitir sonido, ni darse por enterado de quien con insistencia habia golpeado a la puerta; quien llegó tocó de nuevo, esta vez golpeó mas fuerte, como indicando molestia por no escuchar respuesta a sus golpes, fueron de nuevo, tres golpes secos y profundos pero mucho más fuertes que los anteriores. 
El individuo pensó: -Ya es la hora. Se notó que su tristeza le invadió y una extraña sensación a su cuerpo le recorrió, suave y tímidamente, como quien no quiere la cosa, preguntó desde donde se encontraba acostado.
_¿Quién es? ¿Quién toca con tanta insistencia? Del otro lado se escuchó una voz que le retumbo en sus oído, una voz tosca y fuerte, sin consideración alguna y con mucha prisa, eso era evidente.
_¡Soy la Muerte! ¡es hora, no me hagas perder el tiempo!
_Está bien ahora voy, deja que me despida. 
_Date prisa, pues debo recoger a otros que deben irse ya.
El individuó se levantó, pero esta vez nada le costó, lo hizo como en sus mejores momentos, sus tiempos de juventud, al estar de pie vió sobre su vieja cama al cuerpo que lo movilizó por casi 85 años, el que lo trajo y llevó por los caminos maravillosos de la vida, una vida que la había vivido muy bien.
_Gracias amigo, ahora regresarás a donde perteneces y yo haré lo mismo, fuiste un buen amigo no puedo quejarme de tí. Adiós, ni siquiera sé si te volveré a ver, jaja, seguro que no, pues tu destino será ser de nuevo lo que un día fuiste, tierra o polvo. 
Sin tomar las maletas que yacían junto a la cama, vacías como cuando llegó, así se retiró, la puerta vieja tampoco se abrió solo la atravesó y por fin, se vió cara a cara con la Muerte quien al verlo, lo vió fríamente, se dió la vuelta y caminó hasta donde estaba el vehículo que los transportaría. 
El individuo, ya sin miedo, avanzaba detrás de Ella y mientras lo hacía se dijo.
_Nada que ver como siempre pensé que sería.
_¡Claro que no! No soy ese esqueleto metido en atuendo negro y esa rara herramienta medieval en mis manos. Dijo muy molesto, no soy tan malo después de todo ¿verdad? ¿O, acaso no te sientes bien, mucho mejor?
_La verdad que sí, me siento como nuevo. Dijo un tipo emocionado, quien se apresuró y se colocó al lado de Él y muy amigablemente le empezó a preguntar todas las dudas que mortal ha tenido durante toda su existencia.
_Oye, ¿amiga o amigo ?qué eres?
_¡Jajaja! Sonrió la Muerte.
_Al lugar que me llevas es lindo o, ¿iré al infierno? ¿Por qué si hay un cielo y un infierno verdad?
_¡Jajaja! Sonrió de nuevo.
_¿Crees que podré volver?, la verdad me gustó mucho vivir la vida.
_¡Jajaj! Sonrió,  pero ahora con más entusiasmo.
_Pero di algo, deja de reír ¿te estás burlando de mi?
_¡Jajaja! Sonrió de nuevo.
_Oye, ya me estas cansando, ¿responderás a mis preguntas o qué?
_¡Jajaja!

miércoles, 18 de mayo de 2016

Tristeza en los ojos del alma


Ojos tristes, 
deja de llorar por mi
sabes que te amo.
Trata de recordar 
la magia que en tus ojos ví.
Ojos tristes, 
deja de llorar 
si sabes que te quiero.
Cuando dije adiós,
no era un adiós para siempre 
fué una pausa en nuestras vidas, 
¡pronto volveré!
Ojos tristes, 
vuelvan a reír
disfruten de la vida junto a mi,
sabes que te amo.
Esos ojos tristes,
que me han conquistado
y le dieron vida 
a mi pobre corazón.
Desde ese día 
muy feliz soy y te amo.
Ojos tristes, 
deja de llorar por mí
solo es un día 
que me separo de tí,
recuerda la magia 
que en tus ojos ví,
cuando de ellos me enamoré 
y nuestros corazones 
felices fueron.
Sabes que te amo.
Ojos tristes 
dejen de llorar 
Recuerden la magia 
que verlos fué
tristes y agónicos 
buscando al amor,
que en mi encontraron.
Sabes que te amo.
Amo, tus ojos 
tristes sin expresión.
Magia tiene en mí
que más los amo 
cuando los veo llorar
de amor por mí.
Ojos tristes,
labios dulces y sonrientes,
pelo negro y brillante,
cuerpo de sirena,
piernas de ébano,
duras como el marfil.
Pero lo que de ti más amo,
son esos ojos tristes
que hoy no paran de llorar por mí.
Sabes que te amo.
La magia que en ellos ví, 
me han echo amarte más.
Ojos tristes
no llores por mí.
Pronto volveré y con ansías te amaré,
y reflejado me veré 
en tus ojos tristes 
que tanto amo y amaré.
Sabes que te amo.
Mi chica de ojos tristes,
de los que un día me enamoré.