martes, 25 de octubre de 2016

Caminata cálida



Sé tu mi babe 
toma mi mano y siente las emociones 
que transmito a través de mis poros 
mientras caminas a mi lado, 
por estos parajes tan bellos 
que nos hace ver el amor.
Paseo cálido, paseo de amor, 
paseo cálido... Cosas del amor adolescente.

Sientes el calor 
que brota de mis manos enamoradas
nada quieres ver solo me ves a mi
hay cosas bellas en el ambiente,
mira como vuelan y entran en ti, en mi,
sigue caminando segura solo tomando mi mano
a través de ella, las emociones se cuelan 
hasta llegar a tu corazón adolescente.
Paseo cálido, paseo de amor,
Paseo cálido... Cosa que tiene el amor adolescente.

Veo luz en tus ojos
que guían mi andar, que hasta ayer oscuro fue
veo tus labios que satisfacen mi sed,
por la que casi muero por falta de miel,
lo mismo ves en mi 
no te asustes es simplemente amor.
Caminata cálida, cálido paseo 
tomados de la mano... Cosas del amor adolescente.

Habremos caminado casi una hora 
pero para nosotros a sido un suspiro nada más,
es el camino sin final, el camino del amor
andas y andas y nunca te cansas 
es más, quieres más y más,
caminata cálida solos tu y yo
tomados de manos, dedos entre lazados
para sujetarnos muy bien,
corazones saltarines, corazones palpitantes 
es la primera emoción, la primera caminata 
en manos del amor.
Caminata cálida, cálido andar 
solamente tomados de la mano.

Vemos al frente 
y el camino cada vez se ve más largo,
asi es el andar en manos del amor,
deseo no encontrarme con alguna mala persona 
que nos quiera separar, que podamos andar y andar
sin un momento parar.
Caminata cálida, paseo cálido... 
Cosas del amor entre adolescentes.

Viéndonos sin miedo a los ojos
entregándonos líquidos y alimentos 
que solo tu boca me puede dar.
Caminata cálida, cálido andar, 
cálido vapor se transmite de mano a mano
cosa que solo el amor nos puede hacer sentir.
Caminata cálida, paseo cálido... 
Cosas del amor entre adolescentes.

Será siempre así 
o solo pasará con nuestro primo amor,
caminata cálida, caminata de calidad 
andar de la mano, dos corazones 
que se tomaron la mano y salieron 
a caminar y transitar, a transmitir 
cosas bellas que ya no se pueden hallar.
Paseo cálido, paseo de amor,
Paseo cálido... Cosa que tiene el amor adolescente.

Dibujando paisajes bellos, 
de mis ojos salen las imágenes
de los tuyos los colores,
es la magia del amor.
Caminata cálida, andar cálido, amor cálido...
Cosas que solo da el primer amor.

Nos ven caminar sin voltear 
y sin pena alguna transitar,
las personas se sienta a descansar 
mientras tu y yo no paramos de andar, 
nuestras manos entrelazadas transmitiéndose 
todo el amor que nos nace en el pecho, 
asi son las tardes cálidas de un verano lleno amor.
Caminata cálida, andar cálido y  pausado, 
amor cálido y dulce.
Cosas del primer amor...

martes, 11 de octubre de 2016

La fuerza que me da vida



Tu amor, 
es esa fuerza 
que le da cuerda
al motor que mueve 
a mi vida.

Tus besos,
son el combustible
que hacen mover
ese motor.

Tus caricias,
son el movimiento
que le da rumbo 
a mi triste vida
y me encaminan
hasta donde 
te encuentras tú,
con mi felicidad.

Y es que tú,
eres mi combustible,
esa fuerza que alimenta
al motor que le da movimiento
a mi cuerpo exclusivamente 
solo para amarte.

Tengo tus sueños, 
tengo tus caricias,
las de madrugada,
las mejores, las que siento
cuando aun estoy desfallecida
después de una noche
completamente de luna
y de miel.

Tú fuiste mi aliento 
cuando sentí morir de inanición
por la traición de viejo amor,
con tus caricias de madrugada
caricias que han sido 
como dulce bálsamo
para curar tantas heridas
que hicieron de mi vida 
un tormento.

Por todas esas noches 
perdida de tiempo
sin tu presencia,
sin tu amor,
esa fuerza que le da cuerda
al motor que mueve
a toda mi vida y me da vida.







miércoles, 5 de octubre de 2016

Me Enamoré



Anoche, yo salí, sin rumbo fue que yo me encaminé
pensando y recordando lo mágico que es el amor
recordé las veces que enamorado antes estuve ya
y la melancolía me acompañó, mientras caminaba
a mi mente llegaban mis aventuras, mis cuitas de amor,
las chicas que un día con mi sonrisa y dos ojos de cielo
las conquisté.
No se cuanto caminé, pero más adelante con algo tropecé
y al suelo con todo y mis recuerdos, junto a nosotros 
mi sonrisa y mis ojitos de cielo, al suelo caímos 
y ahí por un rato quedé, desde el suelo me 
recriminé, diciendo: ¿Con qué putas me tropecé?
Me senté sobre la banqueta limpiando mi chaqueta
y mi pantalón, y a pesar del pencazo, ellas seguían
ahí junto a mi, adentro de mi cabeza. 
Despues de limpiar mi ropa y mi dignidad; 
algo en el suelo, a un metro y medio
brilló y mi atención me robó, gateé hasta el lugar 
de donde salía esa destellante luz, a veces amarilla,
otras colorada y rara vez purpura. Cuando estuve frente
a ella, con un palito la moví, pensé que de él unos hombrecitos
pudieran salir, me dije: ¡Un platillo volador debe de ser!
Saque mis lentes Ray Ban y como uno de los hombres de 
negro me los coloqué, en ese preciso instante alguien abusivo
me dijo: ¡No seas ridículo! ¡jajajaja! ¿en verdad crees en esas
estupideces? Avergonzado me retiré mis lentes a lo Cobra de 
Stallone, y con un pedazo de palito en mi boca simulando
un cerrillo, igual que mi héroe ochentero le hable a quien se 
burlaba de mi.
¡Ten cuidado con lo que dices, no sabes con quien te metes!
Lo que recibí de respuesta fue, tremenda carcajada y luego me dijo:
¿En verdad, no sé cómo pudiste conseguir a tanta chica en tu 
triste y ridícula vida?
¡Bueno ya bájale a los insultos no! ¡Sal de donde estés y da la cara
si eres tan hombre! Lo que pasó a continuación me resaltó y creo 
que me asustó. 
¡Estoy frente a ti idiota! yo vi para todos lados y nada,
entonces él dijo: ¡Aca abajo idiota! baje la vista y frene al artefacto
de luces, ciertamente ahí estaba un hombrecillo con un atuendo raro
y una cola de macho. 
¡Jajajaja! ¿quien es el ridículo ahora? ¡traje de hueco 
y cola de macho! 
¡Oye amiguito, más respeto no! 
¿Amiguito? ¡Jajaja! 
¡Mira tu tamaño! dime, ¿quien aquí es el amiguito? 
Y del artefacto salió un chorro de humo muy blanco 
y ahora frente a mi, un tipo como de dos metros 
con ropa moderna y peinado de onda. Me dijo. 
¡Ahora! ¿quien es el hombrecito? 
Y luego de tragar saliva, pues me encontraba muy ahuevado 
le dije con vos cortada.
¡Yo!
¡Ponte de pie miserable criatura humana! 
Y así lo hice, él cordialmente me dió la mano y me ayudo a levantarme. 
¿Quien eres tú? ¡O mejor! ¿Qué eres tú? 
Él, muy orgulloso me dijo: ¡Soy el genio de ésta lampara
sicodélica! ¡Es que recien llegó de los 60´s! 
¿Un genio? ¿Te llamas: Aladino? 
¡No! ¡jajajaja! ¡me estas cayendo bien, eres chistocito amiguito!
¡Técnicamente yo te derribé, por lo que no puedo cumplirte ningún deseo!
¡No me chingues, encuentro un genio de una lampara que no es Aladino 
y no puedo pedir un pinche deseo! 
¡Me llamo Robert Radford! Respondió un poco molesto.
¡Diras Redford!
¡No, pues, podría ser demandado! ¿Entiendes? ¡Soy su fan!
¡Esta bien! ¡Deja la bobería! y dí, ¿por qué no me puedes
conceder un desea?
¡Ya te lo dije, además sería una perdida de tiempo, 
pues por lo baboso que eres! ¿qué podrías pedir? 
¡Bueno, venía pensando en la magia del amor, y 
junto a ese pensamiento se agolparon a mi mente mis novias y me sentí 
nostálgico! 
¡Fue ahí donde te derribé! ¡jajaja!
¡Si, bueno, eso no importa! ¡Me concederás mi deseo, di que sí, por fa!
¡Bueno, pendejito! ¿qué deseas? ¡piensa bien pues solo te daré uno!
Sin pensarlo un segundo más, le pedí mi deseo: 
¡Deseo volver a ver a las chicas que un día amé! 
¡Qué así sea! Se escuchó un estruendo y del artefacto sesentero 
salió mucho humo sicodelico y cuando deje de toser y mi vista 
se aclaró, estaba frente a una discoteca, de la cual salían canciones
hermosas, las que siempre usé para conquistar a las chicas de mi vida, 
y yo, con tremenda pinta, me vi y creo que me enamoré de mi mismo, 
entonces pensé: ¡Con razón! pensando en mis chicas, me encaminé 
hasta la entrada de la discoteca, la cual se llamaba: "Cherry Disco" 
el mismo nombre de mi discoteca rodante. 
Me sonreí y dije: ¡Eres bueno Redford! 
Entonces el portero de la discoteca me corrigió, ¡Radford, 
recuerda no quiero demandas! 
¡Pero si eres tú! él sonrió y un ojo me guiñó, me dijo: 
¡Vamos, entra y buena suerte! 
Me di valor, elevé una oración, me santigüé y respiré profundamente, 
cuando Radford me empujó hacia adentro y entré, el ambiente 
era el mejor, la musica increíble, las luces, las mismas
que robamos a los jardines de mi barrio, ¿adivinen quien era el Dj? 
¡Sí Radford!, quien desde su lugar me levanto el dedo pulgar en señal 
de animo. Caminé y mientras lo hacía, muchas chicas: 
Morenas, rubias, trigueñas, altas, bajas, flacas, gorditas, aquello 
era increíble, pero a muchas no las recordaba, sin embargo, ellas me veían
con ojitos de borrego a medio morir y me sonreían y al pasar me decían: 
¡Hola Sergio!
Otras se acercaban y me saludaban de beso en la mejía y tambien hubo 
quien me plantó un delicioso beso en mis labios. 
¿Desea una bebida? Me dijo el mesonero.
¿Radford? ¡si, sale muy caro contratar a alguien más! 
¿quieres algo o no? ¡tengo trabajo por hacer! 
Tome una soda, pues, el licor no va conmigo, me detuve con ellas
a platicar, ellas me preguntaban: ¿qué como estaba? 
¡qué dónde me había metido todo éste tiempo?, tambien me decían: 
Que seguía guapo, otras me reclamaban por qué un día
me fuí y nunca volví. Aquello era el cielo, tuve oportunidad de disculparme con
ellas, explicar a otras, todas me perdonaron y me dieron sus números 
nuevos de sus celulares, todos se grabaron en mi mente, peo juro que 
a la mayoría ya ni la recordaba, otras, me pregunté: ¿Salí con ésta?, 
¡que bárbaro, esta algo feita! pero tambien me repetí:
¿Y ésta? ¡pensé que de estas no brincaban en mi petate, que mujeron! 
Así transcurrió la noche, hasta que un poco más adentro me encontré con ... 
y al verla mi corazón se aceleró, ella sonrió y se acercó a mi, nos dimos 
un rico abrazo, yo me sentí feliz al tenerla frente a mi, Radford se hizo 
presente y nos invitó a una zona V.I.P., lugar en donde estuvimos solos 
y recordamos lo mágico que fue el amor entre los dos, aquellos tiernos 
y cálidos besos, después de unos minutos, Radford entró y dijo: 
¡Señorita la buscan, me acompaña por favor! Y cuando con Radford ella se
fue, entró al lugar ... Ella, corrió y se me lanzó a mi cuello, diciendo: 
¡Mi amor, volviste! 
¡He vuelto! le dije, era obvio que para ella no existía el tiempo ni lugar 
y sí; lo mismo que la anterior, luego llegó ... y después ... y más tarde ... 
Así transcurrió la noche, claro no podía faltar ... y mucho menos ... 
y ¡wao! tambien llegó ... y al final ... Todas ellas, eran quienes fueron 
muy importante en mi vida, las que de alguna manera dejaron huella 
en mi, cuando salió del V.I.P. la ultima y entró Radford sin companía
supe que todo había terminado y eso me puso triste, muy triste, pero me dije:
¿Qué mortal habrá podido tener esta oportunidad? 
Fue una experiencia increíble, la mejor que tuve y tendré por el resto 
de mi vida, poder volver a ver tu historial amoroso de toda tú vida, 
me dirigí hasta donde llegaba Radford y lo abracé con mucho cariño 
y agradecimiento. 
Y con ese abrazó desperté, me encontraba tirado sobre la acera, 
lugar en donde resbalé, con morete en mi frente, algo que me hizo por unos 
minutos perder mi conciencia.
¿Está usted bien? 
Era una chica, una buena samaritana que al verme ahí desvalido; 
se acercó a mi y me consoló en mi dolor.
¡Si señorita, muchas gracias, debí resbalar con algo y al caer me dí en
la cabeza y perdí el conocimiento!
¿Quiere que lo lleve hasta el hospital? 
¡No, estoy bien! 
Entonces vi su rostro y se trataba de una linda chica, entre su bello rostro 
se  dibujaron las chicas con las que estuve en el V.I.P. pensé, que aún no estaba 
bien, ella me ayudo a ponerme de pie y yo la veía extrañado, pues el desfile 
de rostros seguía, en lugar de su bella carita, por fin, todo regresó a la 
normalidad y quedó un solo rostro, se podrán imaginar; se trataba del rostro 
de quien despierta a mi lado todos los días y la madre de mis hijos, 
pero en ese momento solo era una desconocida, ella me tomó por la cintura 
y me ayudó a caminar.
Mientras caminábamos sin rumbo ni lugar, solamente por los caminos 
mágicos del amor, escuché que a mi lado, justo al lado de mi oído, pasó 
un pequeño bicho que me dijo: 
¡Buena suerte amigo! ¡Tienes la suerte de un pendejo! 
Era la vos de Robert Radford y entre la oscuridad del bosque que queda
al otro lado de la calle, vi una cosa que zumbaba y emitía colores amarillos, 
colorados y rara vez purpura. Yo dije: 
¡Gracias, y adiós amigo! 
El ultimo destello que logré ver dibujó en la oscuridad del bosque a mi 
imponente amigo vestido con su traje ahuecado y su cola de caballo. 
Ella me dijo: 
¿Me hablaste? 
¡No! 
¿Te sientes bien? 
¡De lo mejor! ¿Quieres un helado?
¿De chocolate? 
¡De los sabores que quieras! 
Y nos perdimos por la calle en busca de la cafetería más cercana, riendo como 
locos y viéndonos como enamorados empedernidos.



 

lunes, 3 de octubre de 2016

La promesa de un niño



Era una hermosa tarde, mi madre y yo viajábamos en un Fiat último modelo, carro de una tía que siempre nos visitaba y a mi madre le pedía de favor que la acompañara a sus compras para su negocio, que era un salón de belleza, mientras ella, mi tía, conducía su Fiat, yo al lado en las piernas de mi madre a veces me paraba y observaba como el auto avanzaba sobre la calzada Roosevelt. Lalito imaginaba que él era quien conducía, en su mente de cinco años, aquello era algo sencillo, solo era de mover esa enorme rueda que llamaban timón y eso era todo, para Lalito, su tía era una tonta para conducir, pues en tiempos de invierno ella evadía los charcos, ¡qué tonta! si eso era divertido, pasar sobre uno de ellos y salpicar el agua sucia a los que estaban sobre las banquetas. (Pero esa es otra historia).
Luego de todos los mandados y las tertulias de ellas dos ya terminando la tarde, regresábamos a la Casa Grande, ellas se despedían y mi tía de mí.

_ Adiós Lalito.
_ Adiós tía.

Entrábamos a la casa y mi madre corría a la cocina a preparar la cena para esa noche, mientras ella lo hacía, Lalito tambien corría, pero al jardín y lugar de juegos, pues seguro había dejado una aventura a medias, pero esta vez no importaba, pues en su cabecita traía fresca las imágenes de él, conduciendo el carro de su tía. 
Lalito sacaba una silla de palo blanco y la acostaba sobre el piso, colocaba el respaldo de la silla sobre la tierra y las patas eran la cabina, también conseguía una llave, pues Lalito tenía una que un día encontró en el suelo camino al mercado junto a su madre, la introducía en un agujero que encontró en la silla y con su boca  producía el sonido de un motor arrancando y luego, ya este encendido, la arrastraba por el enorme patio, haciendo paradas por los semáforos y porque se bajaba a realizar sus mandados, luego regresaba conduciendo por la enorme y eterna calzada; así le caía la noche a Lalito, que al ver que se oscurecía el patio, encendía las luces para ver mejor, cosa que lograba encontrando una linterna, la de su padre, la que empleaba por las noches para orinar en su bacinica o para encontrar a la cucaracha que volaba de pared a pared o para tratar de matar al zancudo que con su extinto zumbido no dejaba dormir, la linterna la amarraba al medio de la silla y la encendía y ya tenía las luces el auto encendidas, el juego se prolongaba hasta que la madre de Lalito le gritaba desde adentro de la Casa Grande.

_ ¡Lalito, la cena esta servida, te entras y te  lavas las manos!
_ ¡Ya voy mami, solo parqueo el auto!

Lalito orillaba la silla y de retroceso la parqueaba, luego apagaba la linterna y novia la llave para apagar el motor, luego la extraía y la guardaba en su pantalón, después entraba corriendo a la Casa Grande, directo al lavamanos a cumplir con la orden de su madre y a la mesa a cenar unos deliciosos frijolitos con huevo, cuando llegaba el padre de Lalito, este preguntaba a la madre de Lalito.

_ Oye tú, ¿y mi silla? 
_ Esta parqueada a fuera, al lado de la puerta de la entrada, ahora te la traigo.

Y mientras se dirigía por la silla del padre de Lalito, le pasaba dando un cosco en su cabecita, pero sin causarle daño.
Una vez todos cenando, el padre de Lalito preguntaba, qué había sucedido en la tarde y la madre de Lalito le contaba lo sucedido pero, de inmediato Lalito entraba en la conversación.

_ Cuando sea grande, compraré un carro como el de mi tía y los llevaré a pasear por la enorme calzada.
_ ¿Así hijito? Pero, ¿tu auto tendrá lugar para mí?

Preguntaba capciosamente la madre de Lalito, para ver cual era su respuesta.

_ Claro mami, tú iras al lado mío y mi papito irá en el sillón de atrás con mis hermanos si es que están, pero lo que te digo, es que tú, irás siempre a mi lado.

La madre reía complacida y veía a su esposos quien no dejaba de comer, él estaba atrasado y con mucha hambre.

_ Pero mi´jo, al lado tuyo seguro irá tu novia, o ¿no tendrás una novia?
_ Claro que sí mami, pero ella irá atrás con mi papito y tú, a mi lado.
_ ¡Ah! ¿será?, cuando seas grande y tengas tu novia a mi me tirarás para atrás, en el sillón de atrás con el resto de la familia, ya verás.
_ No mami, tú irás a mi lado, ¡eso te lo prometo!
_ Bueno jovencito, eso ya lo veremos, ¿si ya terminó de cenar? de las gracias y se lava sus dientes, luego se pone su pijama y a la cama.

Lalito obedecía y luego ya en la cama, mientras sus padres llegaban con él, este seguía con sus sueños de conducir su auto, esta vez, sacaba una cajita de fósforos y en ella metía un su muñequito, que era un bebe sentado y lo metía en la cajita de fósforos y por toda la cama ese muñeco hacía su travesía en su auto y junto a él, su madre. Hasta que le llegaba el sueño y quedaba dormido con su cajita de fósforos en sus brazos. Su madre llegaba y le quitaba su auto ultimo modelo, lo colocaba sobre una mecita y lo acomodaba. Así terminaba el día de Lalito.

¡Ah! he de contarles que Lalito cumplió con aquella promesa, su madre a su lado y la novia de Lalito atrás. Eso, porque su madre era ya una anciana y su carro era de dos puertas. Pero, a su novia, quien conocía de la promesa de su novio a su madre, para ella viajar atrás, eso no le importaba, para que ella, la madre de Lalito, viajara cómoda.