viernes, 30 de septiembre de 2016

Mujer: Ser divino, virtuoso, obsequio de vida.



Es un ser que despertó de un sueño eterno
solamente para volver a amar y ser amada,
un ser, que un día murió en labios y acciones
de quien pensó era quien la amó 
como ella tambien amó, pero que se equivocó.

Y que tras destrozarle su mente y corazón
con sus acciones y palabras él la mató,
ella regresó del más allá, cansada de la oscuridad,
resignada de solo recordar lo que era ser amada 
por alguien que valorara su amor, su corazón, su pasión, su ilusión.

Debe haber alguien en quien pueda volver a confiar.
Ella pensó; en su lugar de letargo y muerte,
con un dolor justo en el centro de su pecho 
ella se atrevió y de ahí, de la oscuridad, 
de la miseria, del dolor, a donde un día 
mal ser la envió.

Ella de ahí regresó, se levantó de su mortaja imaginaría, 
se arregló, se colocó ropa de fiesta y su cara maquilló, 
y a su corazón de la caja extrajo y en su hogar lo colocó,
detrás de sus bellos senos, adelante de sus pulmones, 
en el centro de sus costillas.

Lugar donde estará protegido 
para no ser nuevamente herido
eso dijo y al decirlo, luego de colocarlo, 
él despertó y de nuevo latió, 
esta vez lo hizo con ilusión y una fuerza
que jamás antes imaginó.

No soy objeto, se dijo,
soy un ser vivo confirmó,
hecho a imagen ui semejanza del Dios que la vida me dió
por tanto, no dejaré que nadie me pisotee de nuevo
y me envié de nuevo de donde ahora victoriosa hoy salgo.

Sonrió ante un viejo espejo y a la calle salió,
con paso firme y seguro por las avenidas, calles y callejones
se contoneó, hasta llegar al lugar en donde un día
alguien la asesinó y de ella se burló.

Éste al verla con tal garbo y seguridad, impactado quedó
ella tambien lo vió y lo que sintió fue repugnancia y desprecio,
él se abalanzo de entre una multitud 
y a su encuentro con su falsa y tradicional sonrisa salió 
la misma que un día la desarmó.

Has vuelto, que bien te ves, hermosa, te esperaba,
ella lo vió de pies a cabeza y dijo, 
pues has perdido tu tiempo y tu encanto 
pues yo he vuelto pero no por ti, he vuelto por mi,
déjame que quiero ver al resto de la manada 
y asi podré ahora muy bien elegir.

El ser que un día con una sonrisa la desarmó y la conquistó
se hizo a un lado y con nostalgia dejó pasar a su lado
a tremenda hembra, la cual cuando la tuvo en su mano
nunca la valoró y solo la hizo sufrir, tambien la humillo.

Ella de entre la multitud de lobos con piel de oveja que 
deseaban ser por ella elegidos, 
haciendo mil piruetas para obtener su atencion, 
pero ella, de entre la multitud entre ella pasó 
y a quien un día ni siquiera vió 
encandilada por los brillantes dientes de quien finamente le sonrió.

Ahora muy segura y por el lugar de donde venía, ella podía
ver muy bien lo que la piel de oveja ocultaba 
y de esa manada por fin lo vió y a él se acercó 
y a sus labios honestos y vírgenes ella besó 
y al hacerlo, en su interior sintió 
que a su alma perdida ella encontró 
y con él, del brazo del lugar salió.

Y al lugar nunca más ninguno regresó,
pues de una se dirigieron al que por años 
ellos llamarían su hogar y en ese hogar 
edificado por ambos, ahí amándose 
juntos envejecieron y un día sin darse 
cuenta, ambos amándose hacia el cielo ascendieron, 
y allí continuaron su historia de amor.

Todo ésto, simplemente porque ella 
se dió cuenta que es un ser vivo
no un objeto, ella se valoró y se dió otra oportunidad 
y esta vez, ella muy bien eligió,
no observó el envonltorio sino el contenido 
y en él encontró lo que toda la vida con ansias buscó, 
el amor, ese que cae del cielo, no el que nace del suelo.

El ultimo se marchita, no así el primero,
ese trasciende más allá de la propia muerte.

¡Mujer, valorarte y vive el amor! 
¡eres mujer y eso te hace un ser virtuoso!

jueves, 29 de septiembre de 2016

Baby Brown



¡Vaya día tan pesado! entró la chica a su apartamento, mientras se dirigía a su habitación, ella iba desnudándose pues, deseaba un baño de agua tibia para revivir y recuperar fuerzas, mientras avanzaba y se desvestía, revisaba a su paso correspondencia y escuchaba la contestadora, siguió su camino mientras la maquina le recitaba los mensajes recibidos, cuando entró en su habitación, ella estaba completamente denuda, abrió la puerta de su baño y prendió la regadera, ésta le otorgó el agua deseada, ella entró en el baño y empezó a acariciar su bello y oscuro cuerpo, ésto evitó que escuchara el ultimo de los mensajes.
_¡Piiii mensaje # 13!... ¡Hola Brown Girl, veo que sigues ignorando mis mensajes y mis flores, eso está muy mal, creo que no me conoces, pero pronto me conocerás y esta vez.....! 
Se termino la cinta y el mensaje quedó incompleto, de cualquier manera la chica no había escuchado absolutamente nada del contenido del mensaje numero 13. Ella seguía bañándose con esa refrescante agua templada, pero necesitaba relajarse más, pues el estrés de los últimos tres meses la estaba matando, así que de un anaquel extrajo a su juguete predilecto a prueba de agua y le dio on, éste inició a zumbar y a vibrar ella lo colocó en diferentes partes de su cuerpo, hasta que por fin lo colocó en el lugar indicado, luego de quince minutos y de varios gemidos, ella por fin quedo satisfecha y desestresada, salió del baño y se dirigió siempre desnuda, secando su bello cuerpo mientras avanzaba hasta llegar a su suave cama, en donde colocó su bella humanidad y quedó profundamente dormida.
Cuando llevaba unos 30 minutos desparramada sobre su cama de agua, ella seguía profunda en su sueño. 
Pero la perilla de la puerta principal se movía hacia ambos lados sin poderse dirigirse hacia ninguno de los lados, pues tenía pasador, luego de varios intentos infructuosos, la perilla quedó quieta, solo se observó pasar por una de las ventanas que dan a la calle una silueta oscura, se posó frente a ella, se detuvo e intentó subirla pero tambien solo se movía un poco, pero no cedía a lo que la sombra deseaba, la ventana quedó quieta al igual que el picaporte de la puerta principal y entonces se escuchó que en la puerta de la cocina sucedía lo mismo, con la diferencia de que ésta si permitió que el personaje desconocido penetrará en el apartamento de la brown girl, cerró la puerta pero con pasador y con mucho silencio se dirigió hacia la estantería y extrajo una gaveta y de ella, salio un reflejo de luz, era la hoja de un enorme cuchillo que por un breve instante dejó ver el rostro del personaje, se trataba de un hombre un brown boy, éste observó detenidamente el arma que eligió, lo empuño con mucha fuerza y lo dirigió hasta su rostro, el cual dejó ver unos ojos cegados por la cólera y celos, una que lo había hecho llegar al lugar y entrar en casa de la brown girl como un vil ladrón, empezó su caminar hacía la tragedia que en breve se llevaría a cabo en el lugar, caminó entre la oscuridad de los cuartos, nunca tropezó con nada, pues conocía bien el lugar, por fin llegó a la escalera que conduce a los cuartos, colocó su mano en el pasamanos de la escalera y en ella el enorme cuchillo que brillaba cada que insidia con él la luz, con mucho sigilo ascendió grada por grada, escalón por escalón, llego al descanso, luego de subir todas las gradas, las cuales sumaban 13 escalones, recorrió el pasillo y revisó cuarto por cuarto, los cuales no eran más que tres, quizás para verificar que no hubieran testigos en el lugar, de ultimo dejó el cuarto en donde él sabía que se encontraría la brown girl, tomó el picaporte de la puerta y con mucha delicadeza lo movió, éste cedía al deseo del brown boy, dejando la puerta a su merced, cuando ésta cedió a su deseo la empujó muy lenta y suavemente para evitar que alguna bisagra lo delatará con algún chillido, lo hizo lentamente hasta que pudo penetrar en el cuarto, sobre la cama de agua que alguna vez le dió placer junto a la bella chica, se encontraba un bulto, un bello bulto, él caminó hasta colocarse a un costado de la cama y elevó lo más que pudo la hoja del enorme cuchillo, el cual brilló en lo alto como indicándole al asesino que estaba listo para penetrar en el cuerpo de su victima y con mucha saña dejó caer el arma asesina y detrás de ella iba su peso y su cólera contra la chica, el sonido fue elocuente cuando penetró en el lugar a donde se dirigió la estocada mortal y al entrar en él, el asesino fue salpicado en rostro y  cuerpo, quedando completamente embadurnado del liquido mortal, mientras éste lo hundía más en el lugar por donde éste penetró; la chica solo pudo gritar en ese instante crucial de su vida...

_¡¡Taxi!! ¡¡Taxi!! el Taxista se detuvo y en él entró.
_¡A esta dirección por favor! Le entregó un papel al taxista con la dirección, indicándole el lugar, ella se veía muy emocionada y feliz de poder encontrarse con quien tenía tiempo de no coincidir debido a lo complicado que había sido su trabajo los últimos tres meses.
_¡Vaya sorpresa que le daré! ¡Además lo deseo tanto que no importa que me relaje en el baño ya voy excitada solo de imaginar lo que haremos esta noche! Y se dibujó en su rostro una enorme sonrisa, algo que al taxista no le pasó desapercibido.
_¡La veo muy emocionada señorita! Dijo el joven chofer, un white boy, quien le sonrió muy amablemente. 
_¿Se me nota?
_¡Se le nota que esta muy entusiasmada!

Mientras ellos discutían el estado de animo de la hermosa mujer, delgada, alta, de cabellera muy rizada, labios gruesos y sensuales, ojos pardos, pechos exuberantes, piernas torneadas y alargadas y una picara mirada que la mezclaba con una electrizante sonrisa muy sensual. 

En su apartamento el brown boy se limpiaba los líquidos que le había extraído a la cama de agua, cosas como agua y otros químicos que la volvían algo gelatinosa, éste estaba empapado de pie a cabeza, que tuvo que darse un baño para quitarse de encima lo que su inerte y herida mortalmente cama asesinada por él, aun con el cuchillo ensartado, le habían salpicado a su cuerpo.

El trafico era matador aquella noche de halloween, pero el taxista iba feliz, sin importarle que el transito estuviera insufrible, para todo ésto, el chico en la habitación de la hermosa morena extrajo del closet otra mudada y se dirigió a su casa, para conseguir el resto del atuendo y zapatos pues, los que llevó estaban empapados, se montó en su moto que dejó alejada de la casa de la chica y se dirigió hasta su casa.

_¡Acá es señorita!
_¡Si efectivamente y que suerte no ha salido ahí esta su vehículo! ¡pero hágame un favor, espere acá un rato yo le digo si lo necesito o no! ¿me hace el favor? 
_¡Claro, con gusto! dijo el taxista con una sonrisa de oreja a oreja, ella salió y caminó con caminar felino hacia la casa del suertudo elegido por ella, la visual era majestuosa, era tan espectacular que el taxista no pudo evitar que por su mente se cruzaran imágenes eróticas con la chica.
Ella extrajo su llave y entró en la casa del chico, se quito los zapatos y dejo sus bellos pies desnudos y se dirigió hasta la habitación del chico, cuando ella entró en él, éste se encontraba vistiéndose para salir a divertirse, pues la noche lo a meritaba.
_¡Hola! Dijo ella muy sensualmente, él la vió y en su rostro se dibujaron los celos y el odió por el abandono de varios meses sin saber nada de ella.
_¡Hola! ¿Apareciste? 
Ella se dirigió hasta donde él y se colgó del cuello del celoso hombre quien evitó ser besado por la chica, por el contrario la separó de su cuerpo y viéndola con odio, colocó sus manos sobre el cuello de la brown girl y empezó a apretarla, mientras lo hacía él le decía.
_¡Te salvaste una vez, pero ahora no fallaré! ella luchaba por sobrevivir, pero él era muy fuerte y seguía apretándole su cuello, ella empezaba a perder el conocimiento pero seguía luchando. Ya casi sin fuerzas pero lo intentaba, en su mente no entendía el porque él deseaba matarla. Mientras apretaba él le repetía.
_¡Nunca devolviste mis mensajes en la contestadora!, ¿con quien estuviste todo este tiempo?  ¿con quien me traicionaste perra?

Cuando la chica creyó que moriría, pues sus esfuerzos por escapar de las enormes manos del brown boy eran infructuosas, pues eran fuertes y la rabia que en él había; aquello era imposible de lograr y escapar de él, ella ya no pudo más y se resignó a morir en brazos del chico que amó, justo cuando el ultimo aliento de vida quedaba en la bella mujer, éste dejó de apretar y la soltó ella cayó sobre la cama que muchas veces fue lugar de luchas, pero de luchas por dar placer y vió como de la boca del brown boy salia sangre y caía desplomado a su lado con un enorme cuchillo de cocina clavado en su espalda, ella gritó histérica y por el sobresalto instintivamente se separó del que hace unos 13 segundos quiso acabar con su existencia; sin entender  aun que pasaba. Detrás de donde estuvo de pie el brown boy apareció la imagen del white boy con el rostro asustado por lo que acababa de hacer, pero con la satisfacción de haber salvado la vida de la mujer más bella que jamás antes había visto, ella se levantó y se refugió entre los brazos del taxista. Él le explicó.
_¡Como ya no salió, vine a preguntar que si esperaba o me iba; como la puerta estaba abierta entré y escuché tus quejidos, por un segundo pensé que se trataba de otra cosa; pero al ver sobre la mesa de centro en la sala ese enorme cuchillo presentí que algo malo sucedía, lo tomé y lo demás ya sabes!
_¡Gracias por salvarme la vida, por favor sácame de aquí!

Ambos abrazados salieron del lugar, uno apartado, sobre una colina, una bella y lujosa casa que estaba solitaria en lo alto, se subieron al taxi y se alejaron de ahí, tomaron el único camino que da para la ciudad; ella iba al lado de su white boy, recostada sobre su hombro; mientras el taxi de color rojo y con numero de identificación 13, descendía por la colina... 



martes, 27 de septiembre de 2016

En El Amor



En el amor.

Solo un minuto
necesito estar,
deja entrar 
a quien desesperado 
toca a tu puerta.

En el amor.

Deseo estar,
solo un segundo
he podido sentir
y me ha gustado, 
ahora necesito 
enamorarme,
deja entrar.

En el amor.

Veo a muchos celebrar,
disfrutar de la vida
enamorados del amor,
un espectador suelo ser.

En el amor.

Un minuto quiero estar,
sentir mil sensaciones
negadas para mí.
Corazón marchitándose.
Corazón perdido.
Corazón desesperanzado.
Corazón desangrado.
Corazón sin amor.

En el amor.

Un día casi logro entrar,
pero solo me hicieron llorar, 
engañado fui y se rieron de mí,
me negaron 
un sentimiento que no se le niega a nadie.

En el amor.

Tiene más amor mi perro,
pues lo amo yo,
me ama mucho más él a mí;
pero es diferente, 
el que ahora necesito urgentemente.

En el amor.

¡Oh maravilla que aun no conozco!
Lo disfruto al ver 
la ilusión de mis amigos
dirigir sus pasos hacia él
cada tarde y cada noche,
momentos de soledad para mí,
pues carezco de un amor.

En el amor.

Quiero estar y no puedo entrar,
deseo enamorar a mi corazón,
él y yo, esperando y desesperando,
podrá ser que nunca logre conocerte,
dificil eres para mí,
amor, lugar, ¿en dónde estás?

En el amor.

Por favor que alguien invite,
que tome mi mano 
y me guíe a él;
desahuciado en el amor estoy, 
sin cura para mí en el amor.
¿Nunca lograré conocerlo?

En el amor.

Es quedar abandonado 
en cualquier carretera,
con correa y bozal 
asi he vivido, 
mojado por la lluvia
de mi eterno invierno.

En el amor.

Mágico lugar
donde hay justicia ciega,
a todos perdona y logran olvidar 
para volver a amar.

En el amor.

Media naranja dulce y jugosa,
la otra ácida y seca, así soy yo.

En el amor.

Deja entrar, abre esa puerta 
o la he de derribar, rabioso estoy, 
no pararé de tocar, has de abrir un día,
es mi esperanza.

En el amor.

Borracho viviré de tanto amor,
pero solo es un sueño
del que no deseo despertar,
pero luego, solo insomnio queda en mí.

En el amor.

Mercado de pulgas,
no te he podido encontrar
y es que ahí de todo hay,
pero escaso para mí está
o ¿se esconderá al verme llegar?
Aunque no te conozca
enamorado de ti estoy,
siento tus labios los míos rozar,
cierro los ojos para disfrutar,
pues solo logro imaginar.

En el amor.

Nadie para mí,
aún no, 
¿habrá nacido muerta?
eterno amor, esperaré por ti
y si me tengo que ir
de este basto lugar
sin haber amado,
no moriré por gusto
pues, ya habré muerto en vida
sin tú amor.

En el amor.

Te veo pasar,
como cachorro muevo mi cola
para hacerte reaccionar
pero, seguro odias las mascotas
o alérgica a ellas seguro eres.

En el amor.

¿Qué pasa? que no logro
en ti entrar bendito amor,
el amor y yo
enemistados, ¿por qué? no sé,
aquí en mi corazón
hay mucho lugar
para alguien amar
¿quieres en él entrar?
mis puertas de par en par.

En el amor.

Venta de garaje, toma lo que quieras
con amor podrás pagar,
única moneda que puedo aceptar.

En el amor.

Ya voy a terminar
y te digo que continuará,
pues no voy a descansar
hasta el ultimo hálito de vida
te he de buscar y te aseguro 
que te voy a encontrar,
y aunque sea la tercera edad,
te voy a disfrutar, 
como el adolescente
que siempre por ti espero.

En el amor.

Siempre deseé estar
por un minuto nada más,
solo un segundo pude entrar,
lo logré, con el amor
de mi madre y el de mi perro,
pero el que siempre he deseado
ahí no tengo llave,
esperándote estoy,
por favor no me ignores
tengo demasiado amor para dar.

En el amor.

Siempre eligen a quien poco da,
¿será esa la llave para poder entrar?
Si es así, jamás lograré conocerlo,
pues tengo tanto para dar,
pero a quien le puede importar
si no he logrado a nadie inquietar,
muero por entregar
lo que hay en mi corazón.

En el amor.

Despensa repleta del mejor amor,
hambre nunca has de pasar,
pero seguro lo que te sobra
no valoras, ese es mi error,
pues no puedo fingir 
que me sobra amor para dar.

En el amor.

Nunca olvidaré
lo que me ha acostado 
y aun no lo he encontrado
por mis poros desborda
esa miel que nadie quiere,
¿será por empalagar o por diabetes?
que te niegas a probar,
no negaré que 
que con el amor que tengo
es más que suficiente,
lastima que el amor se hizo 
para compartirlo no para 
esconderlo.

En el amor.

No logró entrar, 
pena que debo llevar,
¿mi cruz será? 
Crucificado estoy, 
no me vez casi morir
y en mis ojos esa luz que por ti
siempre ha de brillar,
a tu camino ha de guiar
algún día, sé que has de llegar,
amor, por ti esperando estoy...

En el amor...

Continuará.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Amándote


Hacer el amor contigo.

Ver a un perfecto cuerpo desnudo 
esperando al ser amado.

Mirarte a los ojos
y ver en ellos el deseo,
respirar tu transpiración,
olor que invade a nuestra habitación.

Luz tenue, habitación a media luz,
tú sigues ahí esperándome.

Veo al cuerpo amado 
completamente desnudo y esperando.

Corazones latiendo con desesperación 
por encontrarse en pleno acto.

Hacer el amor contigo.

Mi cuerpo desnudo y listo para que lo disfrutes.

Miras a mis ojos,
tambien ves el deseo y si ves mejor 
verás tambien a mi amor.

Hueles mi aroma particular 
olor de hombre, uno no tan fino 
y sofisticado como el tuyo.

Pero uno, que te atrae tanto como a mi el tuyo.

Olor que se confunde con el tuyo, 
creando el ambiente perfecto para hacer el amor.

Aunque la luz es tenue, 
mi mente te ha grabado
que te veo como si estuvieras 
bajo el sol de verano.

Hacer el amor contigo.

Piel con piel, poro con poro,
hacen lo que es lo suyo, 
lo que les pertenece, 
para lo que fueron hechos.

Piernas entrelazadas 
como serpientes en celo.

Siento tu humedad y tú, mi virilidad.

Manos desesperadas 
incursionando en bello viaje,
acariciando lugares para otros vedados,
acariciando lugares para mí antes prohibidos, 
que ahora se entregan a placer al placer.

Caricias que agitan 
a dos corazones que se aman.

Gemidos que resuenan 
entre cuatro paredes
agradables a mi oído 
y que tú, confiada y sin censura
dejas de tus labios escapar.

Tus ojos perdidos en la nada 
pues es hora solo de sentir.

Lenguas de fuego 
que queman sin hacer daño
sin provocar quemaduras 
de ningún grado, 
que solo aumentan el deseo,
el deseo del uno por el otro.

Mis ojos observando a bello 
y majestuoso ser 
al que amo tanto y estoy por poseer.

Nuestras bocas, 
dos recipientes que solamente reciben 
mieles y manjares placenteros y húmedos.

Besos de bocas 
que se encuentran 
y no desean más que alimentar
al deseo que los lleva 
hasta el limite de la misma locura.

Bocas que se abren 
y dejan intercambiar la mejor bebida
que solo encuentro en tu boca.

Lenguas que al igual que las piernas 
ahora son serpientes en celo.

Un corto tiempo 
pues se ha ido volando,
entre movimientos lentos y pausados
a veces rectos y otros ondulados.

Penetrando a un mundo 
hasta hace un instante solo imaginado
y ahora descubierto. 

La fantasía se vuelve realidad
la magia se apodera de mi ser e imagino
que navego sobre aguas azules y cielos despejados,
aguas termales y cielos 
con aires naturales y frescos.

Corazones latiendo 
y sus latidos ahora son uno
al igual que sus cuerpos, 
ahora uno solo.

Temblando sobre una cama 
que único testigo será. 

Hacer el amor contigo.

Imaginar a todas las maravillas 
en un mismo lugar.

Ese lugar, es el cuerpo desnudo de mi mujer
donde pasan cosas 
que no puedo ni imaginar.

Hacer el amor contigo, no es tener sexo, 
es intercambiar caricias que da el amor,
porque hacer el amor contigo; es eso, 
amar a quien amo tanto.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Secretos Nuestros



¿Oye?, ¡mírame!,
¿quieres saber lo que como un secreto guardo? 
lo tengo aquí, desde que te vi.
No me animo a contarlo
por miedo a tu respuesta.
Un enorme secreto mío es.

¿Un secreto muy bien guardado? dices.
Uno que has muy bien sabido guardar,
que nadie a podido antes imaginar
y que lo llevas contigo desde que me viste llegar.
¿Cómo puedes estar tan seguro?

Acércate, 
pues solo lo puedo susurrar,
pues si lo oyen los demás 
se podrían de mí burlar. 
Acércate un poco más, 
te dije, solo lo voy a murmurar.
¿Quieres mi secreto conocer? (murmuró)

Si no quisiera saber tu secreto. Di...
¿Tan cerca de ti estaría ya?
casi te podría besar, 
¿no ves lo cerca que junto a ti ahora estoy?

Esta bien,
¿me prometes no te burlaras?
pues destrozarías mi vida social
y a mi corazón harás llorar,
es algo serio, 
que ya no quiero solo para mí guardar,
siento que voy a explotar. 
¡Debo contarlo!

No te esfuerces mucho,
quizá yo lo conozca ya,
pues cuando te vi, 
algo en mí nació 
y con el tiempo tambien creció.
Es otro secreto, 
qué, ¿quiza tambien quieras saber?
¿quieres mi secreto conocer?

Una trampa tuya ha de ser,
ahora resulta que tambien tienes un secreto 
que no quieres o puedes  contar.
Aprovecha que estamos cerca 
por si quieres susurrar tu secreto a mi oído,
con atención te voy a escuchar,
después mi secreto te he de contar.
¿Qué me dices?

No es trampa 
pues a los dos nos ha de pasar 
exactamente lo mismo.
Escucha, que te diré mi secreto
y, es el que ahora te diré;
¿seguro lo quieres oír?, 
prometes no burlarte de mi también. 
Esta bien. Mi secreto es igual al tuyo.

¿Cómo puedes saberlo?
si no te lo he dicho aún,
te has de estar burlando de mí,
pero aun así; lo quiero oír,
y más ahora que dices 
que es lo mismo que el mio.

Mi secreto, al igual que el tuyo...
Déjame, lo quiero decir, ¡te lo voy a decir!
¡No me vuelvas a interrumpir!
Seguro te vas a admirar, 
cuando escuches lo que te voy a decir...

Desde ese día que te vi y me viste tú,
sentí a mi corazón muy rápido latir
y no pude dejar de observar a donde ibas.
Ahí estaba yo, esperando contigo coincidir
y siempre lo lograba, claro, según yo,
pero seguro lo mismo hacías tú,
buscabas la ocación para conmigo coincidir.
Bueno, y así mi sentimiento nació y tambien creció.
Por ello, nuestro secreto es...

Que enamorada estoy de ti
y seguramente tu sagrado y temido secreto 
es el mismo; o, no es: 
¿Qué enamorado estas tambien de mí?

Ambos rieron, como estaban muy cerca se encontraron sus ojos
y después de confirmar que si estaban muy enamorados uno del otro,
pues en las pupilas de ambos se veía a un corazón rápido latir.
Unieron sus labios. Y, así inicio otra historia de amor.





lunes, 12 de septiembre de 2016

¡Vete!



Todos en la playa se retiraban con sus cosas para sus hogares, los turistas regresaban a la gran ciudad, pues los cielos se cerraban con tremenda oscuridad. Sobre el horizonte que esta sobre el enorme océano, se veía la playa ya desierta en su totalidad, solo quedaban ahí; las rocas del acantilado, lugar donde se erguía la torre hecha de piedras y hormigón, hasta arriba de ella, la luz del faro que por tanta oscuridad iniciaba su labor de salvación, esto era justo al este, pero más al oeste, una playa que soportaba los embates de las olas y un poco más adentro en una densa vegetación de la cual, tal cual la torre del faro y a lo mejor un poco más alto, un enorme roble que por algún motivo ahí nació y con el tiempo creció y fuertemente ahí sus raíces echó; era un árbol enorme, el cual entre la penumbra daba hasta un poco de miedo pues, nunca antes se vio cosa igual, por momentos se iluminaba parte de su copa, una tupida en la cual no había nada, más que algunos insectos que lo acompañaban en su soledad, esa era la vida del viejo roble, casi a media playa, acostumbrado a recibir el aire salado y en tardes como estas, hasta se bañaba con el agua salada que los viento hasta él llevaban. 
El roble, veía como los cielos cambiaron rápidamente de azul a cuasi negro total, aun a una hora diurna, la brisa en su rostro sentía y con él, su fiel amigo a su lado, tambien en su rostro recibía los fuertes aires; se trataba de un grillo que desde que al árbol llegó su amigo se volvió.

- ¡Vaya tormenta! la que se avecina ¿no amigo?, suerte que somos fuertes si no estaríamos en problemas ¿no crees?
- Désen prisa muchá pues, la tormenta esta muy cerca ya.

Esto les gritaba a los insectos que en fila y como les era posibles retornaban a diferentes partes del enorme roble, el cual era tambien su hogar, en silencio cada quien caminaba eso sí, de prisa pues sentían que la ventisca se los llevaba con ella. 
Las gotas dulces del cielo cayeron, empezaron suaves pues, sobre la linea que dibujaba el enorme mar, sobre ella, una feroz cortina de agua y centellas; se veía cómo embestida de bestias perseguidas por su depredador y de él huían hasta la playa o, como cuando los indios huían de la caballería, haciendo sonidos salvajes. Así, el roble veía desde las alturas que la tormenta con rabia se acercaba, era enorme aquella cortina de lluvia, pues cubría todo el horizonte que desde la altura del roble se veía.

- ¿Escuchaste amigo?

Preguntó el roble a su inseparable amigo el grillo. Este dejó de sobar sus patas y en silencio completo él quedó, para así poder escuchar lo que su amigo había escuchado.

- No, no escucho nada amigo, debe ser el viento feroz, que viene con rabia hasta nosotros, ¿estas preparado para su embestida? pues yo, ya lo estoy.
- ¡¡Shhhhhh!! has silencio por favor que se escucha algo, pero no logro definir que es lo que oigo.

El grillo permaneció en silencio y además, esta vez tambien el roble, los dos con los ojos muy bien abiertos observando el horizonte, pero en él solo la negrura y la tormenta cada vez más cerca. Abajo las olas se revolcaban en la arena, dejando en su revolcón a miles de cangrejos y otras especies marinas dando de golpes sobre la arena por unos segundos y en la siguiente ola se los tragaba de nuevo, así jugaba el mar con sus criaturas a consecuencia de la tormenta, una muy fuerte, que parecía sería tormenta de toda la noche.

- ¿Escuchaste? ahora sí entendí, mira bien que alguien pide auxilio y se le oye desesperada.
- Sí, escuché, pero se le oye muy quedo, como si ya no tuviera aliento para gritar.

- ¡Auxilio! ¡alguien que me ayude!

Así gritaba quien huía de la tormenta pues, sabía que si aquella cortina furiosa de aguas y rayos le daba alcance seguro moriría. Justo cinco segundos antes de que la tormenta hiciera contacto con el fuerte roble, sobre una de sus ramas muy agotada se posó, una ave con sus alas empapadas, ella traía en su cuerpo su propia tormenta de tanta agua que de ella sobre la rama caía.

- Tranquila señorita, ya usted esta a salvo. 

Y se escuchó el sonido ensordecedor cuando al árbol llegó, sobre él, un enorme paraguas natural y a sus lados, al pasar la tormenta era un sonido ensordecedor que a todos en el roble alarmó y aterró; en las aldeas aledañas tambien sintieron la fuerza de la naturaleza y el miedo los invadió. 
Pero los que habitaban en el roble seguros se sentían, al igual que, la que recién llegó pidiendo ayuda por su vida, el roble a ella protegió de la tormenta, lo mismo que a su amigo el grillo y el resto de los insectos; al ave la invitó a un lugar especial, lugar donde del enorme árbol salía una brisa con una temperatura que a sus plumas de inmediato secó y el ave exhausta por el vuelo que hizo para evitar a la tormenta ya seca en su totalidad dormida quedó. El grillo tambien se durmió, esa noche no cantó, ¿para qué? si nadie lo podría oír.

A la mañana siguiente, todo en calma, pero en los alrededores se lograba ver los escombros y barbaridades que la tormenta dejó en todo aquel lugar, el único que amaneció intacto y como si nada, fue el enorme roble; el grillo se despertó y a su amigo le dio los buenos días.

- Busca algo para que nuestra bella invitada coma algo; hazlo pronto, antes de que se despierte.
- Esta bien amigo, ahora vuelvo. 

Se llevó unas hormigas coloradas para el encargo del roble, quien veía como dormía la hermosa ave, pues ahora se podían apreciar sus bellos colores. Para cuando ella por fin despertó, a su lado un suculento y delicioso desayuno servido solo para ella encontró.

- Coma señorita, buen provecho. 
- Gracias señor roble, es usted muy amable, por haberme acogido esta horrible noche, no lo olvidaré.
- No es nada, cualquiera habría hecho lo mismo, coma usted y descanse, para que sane de sus heridas.

Los días pasaron y aquel lugar con sabor a mar, regresó a la normalidad, un lugar bello y paradisíaco, la ave y el roble ahora unos buenos amigos, al menos asi lo veía la pajarita de lindos colores, no así el roble, quien en él siempre tuvo solo insectos y a su amigo el grillo, pues por el salitre nunca un nido, ni nada con vida aparte de los bichos.  El roble estaba enamorado de ella y ella de él muy agradecida, pero solamente eso. 

El tiempo transcurrió, llegaron inviernos, primaveras, veranos y él de ella cada estación mucho más enamorado de quien volaba a su alrededor cantando lindas melodías y que siempre regresaba al lugar tan especial donde aquella noche secó sus bellas plumas, el grillo se sentía desplazado y un tanto molesto al observar que de aquel amor tan inusual solo uno lo estaba sintiendo, mientras que la contra parte, solo le daba agradecimiento nada más. 
Despues de aquella tormenta, la pajarita quien llegó al lugar exhausta y algo herida, sus heridas habían sanado bien, por ello volaba al rededor del roble, como terapia para darse cuenta de que todo estaba ya sanado en su frágil cuerpo. 

Una de tantas mañanas, luego de desayunar, la pajarilla se acercó al roble y con pena al roble se dirigió.

- Mi amado roble, creo que ha llegado el momento... 
- El momento ¿para qué hermosa ave?
- Ya he sanado y es tiempo de mi camino continuar.
- ¡Ah! es eso, lo entiendo, pero...
- ¿Pero qué?
- No te podrías quedar aquí, junto a mí, a mi amigo el grillo y a todos los que te hemos tomado cariño.
- No Roble, debo mi vida seguir, encontrar un amor, formar un hogar. ¿Tú me entiendes verdad?

Esto fue como un puñal que entró e hirió su enamorado corazón, los insectos cabizbajos se alejaron y el grillo pidió permiso y tambien se retiró.

- ¿Qué pasa? ¿a caso dije algo malo, fuera de lo normal?, ¿qué les molestó?
- Nada mi hermosa, tienes razón, aquí no hay nada ni nadie que te detenga ya.
- Así que...  Vete ya, pequeña ave que del mar asustada y herida una noche a mí llegó... Ahora que has aprendido sola de nuevo a volar... Vete ya... Eres camino de otra libertad... Vete ya y déjame de nuevo en silencio con mi soledad... Vete ya, pues nada te tengo que reprochar, llévate contigo aquella horrible noche, que para mí, fue maravillosa, no tengas pena por mí que ya te sabre olvidar...

El ave abrazó al enorme roble y con lagrimas en sus ojos al roble en su mejía lo besó y su vuelo levantó, alejándose con rumbo al sol, uno que ese día brillaba como nunca, ella volaba sin mirar atrás, tambien el roble la veía sin parpadear, solamente sintiendo como la sabía de su cuerpo se detenía por momentos cuando su corazón se hacía un nudo, se le hacía chiquito. 
¿Quien borrará los recuerdos de tu lindo trinar?, ¿quién te gozará?, sintiendo la belleza en sus ramas de un nido lleno de pequeñas aves con plumaje de lindos colores como el tuyo y, ¿quién a tu trinar acompañará?

Así pensaba el roble, quien ya no volvió a ser nunca más el mismo, pues por dentro, el enorme árbol moría en soledad, como todos los arboles, él tambien moría de pie. Sus hojas ya no tenían el bello verde que nunca el salitre le afectó y el color café de su enorme tronco, en grisáceo se volvió. 
Los aldeanos, al ver como había desmejorado el enorme roble dieron parte a las autoridades, el señor alcalde dijo.

- Hasta mucho vivió ese feo árbol, ahora que esta muriendo o que a lo mejor ya murió, lo cortaré y en su lugar un hotel edificaré, eso traerá mucho más divisas para nuestro bello lugar.

El pueblo nunca estuvo de acuerdo pues, al pueblo siempre lo defendía de tormentas como la de aquella noche en que la vida vio de otro color el enamorado roble quien ahora sin darse cuenta, ni quererlo, lentamente moría.  


Este Fábula, nos deja como reflexión una gran verdad que a muchos en algún momento habríamos vivido. El desencanto que bella mujer o encantador hombre que a nosotros un día herido llegó y que permitió que nosotros lo cuidáramos para que un día al sentirse muy bien, simplemente nos dijera:
- Me siento bien, por ello me voy a buscar mi destino, una vida. Dejando a un corazón ilusionado y enamorado, desilusionado y destrozado, un cuerpo sin alma que muere de desamor, que necesitará de mucho, mucho tiempo para lograrlo un día olvidar, algo que sabemos muy bien, que no sucederá.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Tarde de Toros



Una tarde ensangrentada, una tarde de corridas de toros (y no estoy de acuerdo con esto). Adentro en las caballerizas o cómo se les llame a donde están los toros esperando su turno. Cómo si fuera el antiguo Coliseo de Roma, en él, los esclavos que esperaban subir a la arena a pelear por su vida o a dejarla, pues era mejor estar muerto que seguir siendo un esclavo asesino, de lo cual dependía su vida; matar para sobrevivir. Y no para vivir en la opulencia si no en la miseria, mejor sería morir y así salvar su alma. 

Pues, en ese lugar, se encontraba un toro muy joven, el cual escuchaba como la audiencia gritaba: ¡Olé, Olé y Olé!, el torillo pensaba que la gloria se encontraba en esa arena y que muy pronto él estaría ahí disfrutando de aquellos Olés.

- ¿Los escucháis? debe ser maravilloso ser protagonista y que te vitoreen así, ¿no crees amigo?

Le dijo entusiasmado a otro toro, quien sabía perfectamente de lo que se trataba aquella algarabía que resonaba por todos los lugares y en ese, aun más, como si la muerte se encargara de que el eco les llegara amplificado hasta ahí. El toro más viejo, no quiso desilusionar al joven torillo, uno muy fuerte y valiente, pero ignorante de aquella matanza.

- Así es hijo, pero mejor si hoy no sales, espera a vivir otras experiencias, otro poco, por lo menos enamórate de una linda vaquilla y ten un par de hijos, ¡eso si es maravilloso!, un hogar al que puedas y debes proteger, tu hogar.
- Qué va, esta tarde será mi tarde y saldré de ahí victorioso, famoso, ya veras amigo.

Pasó un tiempo y al lugar llegaron dos hombres encaramados en bellos corceles, se pararon ahí y vieron.

- Solo quedan estos dos.
- Oye amigo, se refieren a nosotros ¿no?
- Así es hijo, pero has oído lo que dijeron... ¡Solo quedamos nosotros dos! ¡eso significa...!

Pero ya no pudo terminar la frase y a su cuello le cayó la soga y luego de que el jinete diera varias vueltas a la soga en la pera de su silla lo haló, el toro ya viejo no opuso resistencia alguna y resignado se fue con los jinetes sin dejar de ver a los ojos ilusionados del torillo, quien pateaba el suelo como diciendo: _ ¡No se olviden de mí!

Al salir el toro viejo al ruedo, se escucharon las trompetas, las cuales resonaron por todos lados, hasta donde se encontraba ahora solo, el torillo, quien pensaba.

- Viejo dichoso se la estará pasando muy bien, como le aplauden, han dicho su nombre, lo he escuchado. ¡Olé! gritó el torillo por el viejo quien se batía en batalla campal contra uno de los mejores toreros de aquella avanzada ciudad del viejo continente. Hasta que escuchó miles de aplausos y cómo el culto publico con sus aplausos gritaban...

- ¡Torero! ¡torero! ¡torero!...

El torillo pensó: ¡A bárbaro! se los ganó a todos, ¿sería por eso que él no quiere que salga hoy?, ah viejo bandido, esa era la treta ¿no? El torillo se imaginaba al viejo toro siendo aplaudido y admirado. Entonces escuchó como el respetable gritaba:

- ¡Otro toro! ¡otro toro! ¡otro...!

- Me aclaman, ¡sí saldré, que maravilla! no los decepcionaré, para esto nací, hoy me llenaré de gloria.

Mientras se repetía el torillo todo su entusiasmo, sus pesuñas casi le hacían un hoyo al barro; de la jaula en donde lo tenían, con sus cuernos, los cuales resbalaban por la jaulilla de metal, pareciera que le hacía filo a sus cuernos. Cuando escuchó por los pasillos los cascos de los jinetes que se acercaban.

- ¡Ya vienen por mí! ¡Bravo!

- Te dije que solo quedaba esté, es uno muy joven ¿no crees? 
- Sí, pero mira es bravío como ha hecho mella en el barro y míralo le hace filo a sus cuernos y míralo se ve como entusiasmado; ¿no?
- ¿Estas loco?, eres igual a todos esos bárbaros que disfrutan con estas matanzas.
- ¡Ya cállate! 

Dijo el jinete y lazó al torillo, este cuando vio por los aires el lazo, con su cabeza lo buscó para que no fallara el jinete y en el quedarón atrapados sus cuernos, los cuales hasta brillaban de tanto filo que obtuvo por la emoción.

- Ves, el animal quiere morir hoy, ¡jajaja! Ven animal estúpido, sígueme. 

Dijo el jinete.Y el torillo no esperó a ser halado, con su emoción iba por delante de los caballos como si se tratará de un perro que guiaba a sus amos a la cacería.

- Si que tiene huevos este torillo ¿no? Míralo como va, a los otros tuvimos que jalarlos y este; él nos jala, será una excelente corrida sin duda, tal vez sea la mejor, ¡jajajaja!

Mientras salían a la arena, el torillo se encontró con otros jinetes que jalaban a un enorme bulto completamente pintado de rojo, el torillo se detuvo y se dijo.

- Ese, ¿acaso no era el viejo que acaban de aclamar? ¿por qué irá gravemente herido? ¿qué pasaría con él?

- Oye torillo, ¿no te echaras para atrás ahora que has visto al viejo toro ensangrentado y muerto no? ¡Arre, vamos arre! 

El torillo levantó su mirada y se encontró con la vista de quienes lo llevaban y en ellos vio la maldad del hombre, por un momento tambien los vio ensangrentados, pero lo que vio fue a unos toros con imagen humana.  Yo diría, que lo que el torillo vio, fue la maldad en su completa imagen, unos demonios, tal cuales.
Agachó su cara y resopló y de nuevo somató sus pezuñas contra el concreto del lugar y movió su cabeza ta fuerte que echó al suelo al distraído jinete y contra el otro arremetió pero simplemente al caballo hirió.

- ¡Oye! ¿qué te pasa?, me has cortado. Dijo el corcel.
- Perdón amigo, no fue mi intención causarte daño, solamente quise liberarte de esos demonios que están sobre ti.
- Calla y avanza, es tu turno y, buena suerte muchacho; no te preocupes por mí, preocúpate por ti.
- Está bien amigo, esta va  por ti, le dijo al caballo y este le respondió
- ¡Olé!

Una vez parado en la puerta que da a la arena, el torillo escuchó resonar las trompetas, las cuales por un momento lo dejaron sordo y sus ojos se le nublaron por la emoción, la espera había terminado y por fin sería aclamado por la multitud que se hizo ese domingo presente. 

Una vez hechas las presentaciones por el locutor, se abrió la escotilla y el toro se encontró con su destino, antes de salir, saludo al publico pisoteando con sus patas, las cuales levantaban tremenda polvareda y entró a la arena en plena carrera y haciendo cabriolas, sobando sus cuernos hasta el suelo, corrió por la circunferencia de la arena y mientras lo hacía con sus cuernos rallaba las tablas y el publico le gritaba: ¡Toro! ¡toro! ¡toro! y aplaudían por ver el tremendo brío del joven animal, luego de su entrada triunfal, se hizo al centro y levanto su vista y asombrado quedó de ver a tanta gente, pero en ellos tambien vio lo mismo que en los jinetes a todos los vio ensangrentados. Cómo cuando la policía enciende la luz negra para encontrar en el cuarto donde se llevo el asesinato, fluidos humanos como la sangre y, por primera vez en su corta vida el torillo sintió miedo, uno que le entró desde sus patas y conforme avanzaba le erizaba todos los pelos. Pero de nuevo las trompetas gritaron, esta vez apareció el torero con su comitiva y sobre su traje de luces su capota roja, el torillo se dio cuenta que ahora la concurrencias le gritaba al hombre con traje de luces.

- ¡Torero, torero, torero!

Él se extrañó pues, siempre pensó que aquellos gritos eran para él y sus antecesores, pero no, eran para el que estaba con capa color de sangre, esto lo alarmó más y recordó las palabras del viejo toro a quien vio arrastrado, sin orejas, ni cola y del mismo color que eso que llevaba el humano sobre él.

Salieron de la arena, la comitiva y todos los que no debían estar ahí y en el Coliseo Romano quedaron Centurión y esclavo; solos, la hora de la verdad se hizo presente, el torillo vio como el hombre se acercaba a él con la capa roja hasta donde él estaba, sin el menor respeto por su fuerza y sus portales cuernos, este vio de nuevo a la multitud, quien gritaba: ¡Torero, torero! de sus ojos brotaron dos largrimas, una de cada ojo, con lo cual limpió su vista para ver mejor y de su cuerpo se retiro el asombro y el miedo que hace unos minutos lo invadieron y la sangre, sintió que le hirvió; su seño frunció, la cabeza agachó casi al suelo la llevó y estando ahí resoplo y mucho polvo levantó, el cual no regresó, pues con su pata seguía levantando más y más polvo y cuando de nuevo escuchó al publico gritar.

- ¡Torero, torero!

Este se lanzó contra el que viste traje de luces, a las cuales si quería seguir con vida debía de apagar esa tarde de toros, mientras corría en contra de quien lo llamaba agitando su capa sentía y veía la sangre de los que ya habían muerto esa tarde, mientras corría y envestía al torero y la gente gritaba.

- ¡Olé, Olé, Olé! 

Aquella sangre se iba pegando a su pelaje, algo que le daba energía y mayor fuerza y lo convertía en un toro, como de los más grandes de la historia de este "Arte Taurino". 
En uno de tantos oles, el torillo le rasgó el pantalón al torero y los oles callaron ,solo se escuchó un: ¡Ahh! y el silencio llegó.

- Esto quieren ¿no? para esto nací, eso tendrán. 

Dijo el torillo, mientras otros dos con traje igual al herido lo abordaban por los costados para distraerlo y  así el torero pudiera ser atendido, pero él permaneció inerte, como si fuera una estatua taurina, no le quito nunca la mirada al torero, sí ignoró a quienes agitaba sus capas para a traerlo, pero él en el mismo lugar e inmóvil.

- ¿Cómo te sientes? Le dijo el doctor al torero.
- Solo fue un raspón, pero me inquieta que este torillo se comporte así, no lo comprendo, míralo.
- ¿Quieres que suspenda la corrida?
- ¡No! eso sería vergonzoso.
- Podemos decir que estas muy herido, serías un ¡héroe! 
- ¡No!, ese torillo me la debe y hoy ¡morirá!
- ¡Hazte a un lado! 

Y de nuevo el torero regresó al ruedo. 

Todos de nuevo aplaudieron y gritaron: ¡Torero, Torero! El torillo por fin entendió todo y supo que era su vida o la del traje de luces y sin que este lo invitara con su capa, el torillo lo envistió; la gente se asustó y grito; cuando a penas el torero pudo hacer una verónica y su corazón se asustó, mientras las personas aplaudían y gritaban. 

- ¡Torero, torero, torero!

 El torero sintió miedo, pues lo que pasaba no era normal, ese animal no era como el resto, este venía a pelear por su vida. 
La corrida siguió su camino y ya cuando pasó el tiempo y el torero sintió que las fuerzas lo abandonaban y que si seguía perdería la pelea; mientras que el torillo seguía como si nada, fresco y levantando mucho más polvo que al inicio y tambien vio que de sus ojos claros al iniciar la corrida, ahora estaban ensangrentados.

El torero pidió las espadas para terminar ya con su contrincante, ambos, frente a frente hombre y  bestia, sin quitarse la vista, el torero noto que cuando le entregaron las armas mortales, el torillo agachó su cabeza y frotó contra el polvoriento suelo sus cuernos, el torero sintió cómo si el torillo preparara sus armas mortales tambien. El torero dijo a sus adentros.

- Esta bien amigo, que gane el mejor y, ¡ese soy yo! ¡Dios mio ayúdame por favor! 

...Pero Dios estaba ocupado con otras cosas más importantes como para perder el tiempo viendo algo monstruoso, además, Dios sabía como terminaría esa tarde de toros y de que habría sangre, la habría, eso sin duda...

Los olés siguieron; un olé detrás de otro olé y olé y olé. Por fin, el de traje de luces dijo. 

- Hasta aquí llegaste amigo, fuiste un gran contrincante, el mejor que tuve para tu corta edad.

Lo vio a los ojos y escondió cobardemente la espada con la que atravesaría su corazón. Mientras tanto, del lomo del torillo, clavadas, las banderillas o puyas, usadas para abrir en dos el lomo del torillo, habían sido cinco, para ser exacto; por sus costados corría sangre, sangre inocente, pero el torillo al ver la mirada del torero sobre él, lo que hizo fue bajar su cabeza como diciendo hasta aquí llegué, mátame y resopló sobre el suelo, levantando polvo ensangrentado, sangre de él, de los que antes murieron y tambien la que dejo y dejaba el torero de su pierna, que dijo; solo era un raspón pero no era así, el torero al igual que el toro, sin darse cuenta se desangraba. 

En la plaza de toros, tanto toro como torero, ambos perdían sangre y eso los debilitaba, pero tambien les elevaba la adrenalina y eso les daba fuerzas para un último asalto.Cómo preludio de que la muerte estaba ahí, ya presente, todos quedaron en silencio, la hora cero había llegado y el torero agitó su capota y el torillo hizo temblar la tierra con unos pezuñazos y de sus fosas exhaló su último aliento y dio inicio su carrera, su envestida.

Todos gritaron... ¡Olé, Olé! pero esta vez el torero había recibido otra caricia del cuerno derecho del torillo, dejándolo rengando, el publico para darle su apoyo le gritaba: 

- ¡Torero, torero, torero! 

Y, vino el siguiente round, el torillo no esperó ser invitado y envistió al torero, quien esta vez con la ultima fuerza que le quedó, dio un brinco y entre el cuello y su lomo, ingresó la espada mortífera, el torillo sintió cuando la punta le llegó a su corazón, quien empezó a palpitar muy lento, pero él, seguía erguido, parado al lado del torero, quien se mantenía en pie al lado de su victima; pero lo que el publico no sabía, pues gritaban.

¡Torero, torero, torero!  Celebrando la victoria del torero. 

Pero en segundos, luego de la algarabía por la mejor tarde taurina y la mejor corrida de toda la tarde, todo enmudeció cuando el torillo por fin calló sin vida y con el peso del animal sobre él, cayó el cuerpo tambien sin vida del torero, pues el cuerno derecho había penetrado el costado del que vestía un lindo atuendo de luces.

Este tambien sintió, cuando la punta del cuerno del torillo le penetró el corazón y ambos al momento de morir compartieron su sangre y el torero, quien esa tarde había matado una buena cantidad de toros, entre ellos, al viejo que antecedió al torillo, moría con el más joven de todos los toros de esa tarde taurina; nadie grito nunca más ese domingo: ¡Torero! y, mucho menos otro, ¡Olé!, las trompetas tambien se silenciaron.

 Por una puerta salía el torillo jalado de su cola y por la otra, el famoso torero en hombros de sus compañeros y su medico; quien avaló la muerte del mejor torero de ese país, uno adelantado pero a la vez atrasado y, esto lo digo con el respeto a bella gente y audaces caballeros. 

Pero, tambien lo digo con el dolor que me causa ver el cadáver de hermoso animal, cuando se lo llevan bañado en sangre, sin orejas y jalado de su cola. Que falta de respeto para un valiente animal quien muere para la diversión dominical y sustento en euros para quien de eso vive.


 

viernes, 9 de septiembre de 2016

This Woman



Esa mujer, 
en su piel lleva una eterna primavera,
conjunción floral; 
rosas y flores multicolores,
miles de aromas y texturas, 
todas en su piel.

Esa mujer,
que hoy me compartirá su eterna primavera,
me entregará sus aromas y finas texturas 
que lleva en su linda y delicada piel.

Esa mujer,
hace poco dejó su invierno,
ahora en ella y su piel solo hay primavera
y me invita a tomar toda su miel.

Esa mujer,
la que toda la vida esperé y con ansías,
descubrir a su lado
lo mejor que habita en su cuerpo,
sus aromas florales y sus mieles de virgen.

Esa mujer,
que hoy se abrirá al placer,
como un día lo hace la flor al sol
para ser poseída por sabio abejorro
quien repartira la vida en el inmenso jardín.

Esa mujer,
se abrirá hoy a la vida
y en ella entraré para quedar atrapado
en su eterna primavera,
como la abeja llevaré vida a nuestro jardín, 
como bella flor que entregará toda su miel
para poder disfrutar de ella 
aromas, texturas y mieles que lleva en su piel.

Esa mujer
del invierno a la primavera
tendrá su verano y  tambien su otoño
para de nuevo regresar a su primavera
la eterna primavera que guarda 
en su olor, textura, color y deliciosas mieles
que viven en su cuerpo, su piel.

Esa mujer,
que me enseñó la mejor estación en su piel
de ella corte la mejor flor. 
Una con brillante color.
Una con el más suave pétalo.
Una con el mejor aroma.
Una con el mejor de los néctares.
El cual bebo y no me sacia, no me empalaga.
Creo ser un adicto a tan deliciosa miel,
la que radica en su toda su piel.

Esa mujer,
bella flor que se abre ante mis ojos
y sus pistilos aun débiles 
dejan escapar su rico aroma,
me invita a beber de su polen.

Me poso sobre ella 
con mucho cuidado y delicadeza
para no maltratar y se vaya a marchitar.

Con cuidado 
empiezo a beber y a disfrutar
de un manantial que no tiene final,
mientras bebo de ella 
veo como disfruta, entregándome su miel
bella flor, llamada mujer.

Que a la vida llegó para dar sentido y vida,
lo disfruta, pues para eso llegó a este jardín,
para propagar todo su polen
del cual siempre beberé su rica miel.

Esa mujer,
la más bella flor
que un día la vi nacer en mi jardín,
me acerqué y ante mí, 
sin pena se abrió y dejó escapar 
sus ricos aromas; en ella los mejores colores 
y en el centro, su polen, del que emana toda la miel.

Bella flor, llamada: Mujer.



jueves, 8 de septiembre de 2016

Eso Dicen


Salgo a la calle sin saber a donde ir, 
todo está cambiado nada es igual,
llegó hasta la esquina que un día fue 
el lugar de encuentro para iniciar nuestro andar.

Busco en cada cara alguien del lugar, 
conocidos de tiempo atrás, a mis amigos.  

Pero todos ahí ahora son nuevos 
de los míos nadie queda en el lugar 
todos se han marchado, 
otros habrán partido al más allá, 
otros ya ni se recuerdan de su hogar.

Dicen al verme parado en aquella esquina 
¿que hará parado ahí cada tarde?
Dicen que ya no tengo a donde ir. 
Dicen que mis amigos se olvidaron de mi.
Dicen que espero a un viejo amor que juró por mí regresar.
Dicen que soy un viejo nada más.
Dicen tantas cosas que no he logrado oír.

Luego de un rato, camino hasta mi otro lugar, 
mientras camino sigo viendo y tratando a alguien encontrar, 
pero solo rostros nuevos, nadie se me hace familiar. 

Subo al bus que ahora tiene nueva numeración 
y me lleva para un lugar desconocido 
y es que tambien ese cambió, nada hoy es igual.

Al llegar a un lugar que desconozco 
de nuevo subo al bus para retornar 
pues mejor regreso a mi hogar.

Mientras viajo, veo por los cristales 
que nada es ahora como ayer, 
siento como si me hubiera ido a otro país. 

Tanta gente con acento que no es el propio 
el de mi lugar, ¿de donde llegó tanto personaje? 
quizá pasaban por aquí atraídos por el sueño americano 
y se quedaron varados aquí 
y de mi país, hicieron el suyo. 

Muchos son honestos y tambien honrados 
eso sin dudar, pero entre tanta gente buena 
tambien habrán llegado vándalos, huevones 
que se dedican solo a chingar y a robar 
a mi gente trabajadora, que tristeza eso me da.

Dicen, al verme en el bus viajar 
ese don no para de mirar.
Dicen, ¿será un viejo rabo verde? 
pues me ve con ojos de deseo.
Dicen, pobre debe andar perdido 
sin encontrar su hogar ¿de dónde será?
Dicen, viejo demente, no sabe que lo pueden herir 
por ver a la gente con ese gesto de temor.
Dicen, ¿en dónde se bajará? 
ya me aburrió, no deja de mirar.
Dicen, que estoy solo que no tengo a donde ir 
y quizás, ellos tengan la razón.

Regreso al que antes fue mi lugar 
donde un rey para todos ese fui. 

Conozco bien como hasta mi hogar regresar 
mis vecinos los últimos que conmigo viven aun ahí 
me saludan con sonrisa en los labios 
y sus palabras tienen un dejo de amistad y amor.

Pues ahí crecimos, porque siendo niños llegamos aquí.
Abro la puerta de mi hogar y este tambien ya no se ve igual.

Veo por la tele y no hallo un programa que me guste 
y me deje algo bueno, solo veo a chicas teniendo sexo en MTv. 
No es que no me gusten las chicas que salen ahí, 
pero nada bueno encuentro en esa programación. 

Mejor la apago y prendo mi radio 
y en ella busco la emisora que tantas emociones en el pasado me dio 
y lo que escuchó me aterra.

Primero, cantantes que no saben ni hablar 
y sus letras aunque están bien rimadas 
solo dicen babosadas, tanta porquería 
que ami alma ponen a temblar. 

Mejor apago la radio y escuchó algo que me da paz y seguridad 
es el silencio de mi viejo hogar.

Me preguntó; ¿en que momento llegué hasta este punto? 
en que momento todo se fue por el caño del escusado, 
la vida ya no es la misma, se suponía que el nuevo siglo 
sería mucho mejor, pero para mi el siglo pasado siempre será el mejor. 

Será que estoy tan viejo para un nuevo siglo, 
pero si apenas ayer tenía veinte.

Lo único bueno que me ha quedado 
son; mi esposa y mis hijos, mis nietos,
mis hermanos que veo cada fin de semana 
y con ellos recordamos los días de ayer, 
los mejores, creo que no soy yo, 
es el tiempo moderno.

Que barbaridad, somos cangrejos 
pues la humanidad va caminando de regreso, 
ya no quieren avanzar. 

Zombies son; con sus celulares 
se olvidaron que tienen la palabra para compartir y comunicarse 
con los seres que dicen amar, 
pero yo solo los veo escribir, y lo que escriben 
solo son iniciales, será un nuevo idioma 
me tendré que actualizar, 
pues si no me pongo las pilas, me comerán. 

Son caníbales urbanos, 
sin miedos, ni bondad para el que a su lado va.

Dicen que la tecnología es lo que de moda está.
Dicen que hay que comprar el nuevo celular para seguir siendo popular.
Dicen que las pantallas planas son las mas cool, 
los viejos tele´s ya a la basura hay que botar 
sin importar que a los seis meses la pantalla ya no alumbre ni sonido da.
Dicen que el sexo cambio al amor 
y al romanticismo lo extinguió,
que eso es cosa de ancianos, de los abuelos, 
que para novia conseguir, 
la chica virgen ya no debe ser.
Dicen tantas cosas, que mejor me quiero ir, 
mejor será morir, pues nada en esta vida tiene sentido ya.
Dicen tantas cosas, solo babosadas, 
pues ya no sabe ni que decir.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Ayer y hoy



Hoy como ayer,
disfruto del amor 
que en mi mente quedó grabado y guardado,
amor que murió por la distancia.

Hoy como ayer,
me la paso pensando 
en momento tan romántico
del cual aun disfruto,
soy tan feliz con solo recordarlo.

No te lo niego, 
que me gustaría disfrutarlo
pero para eso necesito estar dormido,
pues la distancia acabó con tan lindo amor.

Hoy como ayer,
fuiste mi novia
y te lucía tomada de mi brazo
eran días felices, 
compartiendo abrazos y ricos besos.

En mí, sigue tu sabor 
y en ti, llevas mí sabor.

Hoy como ayer, 
los disfruto pero en sueños
imagino, cuando caminabas tomada de mi brazo
mil suspiros no logro contener,
es que tu amor
se quedó grabado en mí.

Hoy como ayer,
disfruto de un amor 
que yace en mis recuerdos
y te revivo solo en sueños,
nunca supe más de ti
ignoro si piensas un poco en mí,
si me encuentras como yo en tus sueños,
si me sientes en tus labios.

Porque mi sabor quedó en tu boca 
y el tuyo aún lo degusto en la mía.

Hoy como ayer,
dormido y despierto 
sigo soñándome entre tus brazos
y deseo que Dios te haga muy feliz,
porque yo aun lo soy
tan solo con recordarte, pensar en tan ricos besos
y cálidos abrazos.

Y, en aquellos paseos 
solamente tomada de mi brazo.
Tus risas, tus lagrimas, tus reproches, tus caricias.

Hoy como ayer,
recuerdo cuando la primavera 
hizo te viera entre lindas flores
que una rosa hermosa creí serías,
me acerqué para oler ese delicioso aroma
pero solamente era tu perfume,
el que se mezclaba con el de tu piel.

Nada mejor, 
para iniciar una historia de amor
que hoy sufre el desamor
por tanta distancia.

Hoy como ayer,
soy tan feliz, pues sigues viviendo en mí,
no logro olvidarlo y creo que nunca lo haré,
solo pido que lo mismo pase en ti.

Hoy como ayer,
te sigo amando, te sigo esperando,
que un día venzas la distancia.

Aqui te espero con el mismo amor
para protegerte entre mis brazos,
sentir latir un corazón que por un tiempo fue mío,
que ni la distancia a logrado destruír
ni lo hará nunca sucumbir.

Porque para mí, ese amor vencerá 
la distancia que hoy nos separa,
porque para nuestro amor, 
no existe la distancia.

Eso espero y es lo que me mantiene 
aun enamorado, esperanzado 
y esperando por un amor, 
que se acabó a causa de la distancia.