martes, 29 de noviembre de 2016

Un Amable Cantinero



_¡Otro trago cantinero!

Exigía un joven que se encontraba completamente alcoholizado y el cual, llegaba al lugar de jueves a sábado y se sentaba en el mismo lugar de la barra; pues, deseaba ser atendido por el mismo Bartender, quien decía él, le escuchaba cuidadosamente todas sus historias relacionadas al por qué se emborrachaba.

_Aquí tienes amigo, deberías de parar ya ¿no crees?

_¿Qué, mis propinas no son buenas? ¿Acaso mi dinero no es bueno? ¿Qué pasa contigo?
  ¿Acaso tu trabajo no es atender a tus clientes?

Gritaba el muchacho completamente ebrio, al cantinero que siempre fue comprensivo con él y quien además, conocía de él hasta el más intimo secreto; el origen de su adicción al alcohol, el Bartender, siempre lo aconsejó bien, pero este tenía tanto dolor y rencor en su corazón que nada más que el alcohol, podía aplacar su dolor y la rabia que en su pecho residía. 

Al escuchar el escándalo del borracho en la barra, se acercó uno de los gorilas de la seguridad y preguntó amablemente pero con cara de malos amigos al Bartender.

_¿Todo bien? ¿Quieres qué saque a la calle a este borracho relajero?

El Bartender, con la comprensión y la amabilidad en su rostro, le dijo al guardia que todo estaba bien, todo estaba bajo control, que podía controlar al sujeto; el gorila entendió y se retiró, pero antes dijo.

_Estaré por aquí muy cerca, por si se te ofrece algo.

Cosa que al joven borracho no le agradó y se colocó de pie solamente deteniéndose del vaso con alcohol, del cual no desperdició ni una sola gota y muy molesto dijo.

_¡Oye Gorilón! si tienes problemas conmigo, salgamos a la calle, ahí te daré tu merecido, te haré tragar el polvo.

El guardia solo se sonrió con el Bartender y se retiró. 
Pasaban los día y el chico no paraba de tomar y como cada jueves, ahí en el mismo lugar, pero esta vez, su gentil Bartender no le quiso servir licor, pues ya era mucho.

_Ya no más amigo, te vas a matar si sigues en las mismas, ya es hora de que vayas a AA.

_¿Insinúas que soy un alcohólico? Estas equivocado amigo, yo puedo dejar ésto cuando se me de la gana. Solo que hoy no se me da la gana. ¡Sirve otro trago, aquí esta la plata!

Al instante, de nuevo el guardia de siempre.

_¿Lo saco a la calle?

_No, yo lo atiendo y lo pongo bajo control.

_¿Por qué lo consientes tanto? Si a veces ni propina te da.

_ Me simpatiza, además tiene una gran pena a consecuencia de una mala mujer.

Eso dijo el Bartender y agregó.

_Por hoy, terminó mi turno, no te puedo atender y de mis compañeros nadie quiere atenderte, a todos les caes mal, será mejor que te marches, ve a casa a descansar amigo. Y, si no vuelves nunca más; mejor.

El Bartender se retiró y salió por la salida de los empleados, mientras lo hacía, veía como su amigo, era tomado por cincho y nuca y conducido a la puerta que da a la calle. 
El Bartender encendió su auto y lo sacó del parqueo, pero no giró por la calle que lo conduciría hasta su casa, sino que tomo el otro sentido, solo para ver el destino que le tocó vivir esa noche a su amigo, el joven alcohólico. 
Efectivamente, cuando pasaba frente al bar, él alcohólico volaba por los aires dando de bruces sobre el pavimento y ahí quedo cuasi desmayado.

De aquello, que había sucedido el día sábado, para hoy que era martes; el joven de nombre Johan, se despertó con dolores musculares y con un poco de resaca, pues el aterrizaje sobre el pavimento y los golpes que recibió del gorila a quien ya lo tenía hasta la coronilla, lo habían dejado cuasi inconsciente y hasta ahora se despertaba, sobre una cómoda cama y completamente desconcertado.

_¿Donde diantres estoy? ¡Hay!

_¡Tranquilo, tienes muchos hematomas, golpes y moretones, pero no te preocupes, pues como todo bolo, nunca se fractura, ¡jijiji! Te he estado curando, no soy enfermera pero sé algo de medicina y no se diga con estos golpes. Sabes, mi padre era alcohólico y murió por eso. Debes de dejar de tomar. Espera, te traeré un café, esta caliente pues recien lo hice. Mira que has dormido por días, fui yo quien te desvistió y te dio un baño, algo que ya he hecho otras veces, nada de que alarmarse ni porque ruborizarse. La chica salió del cuarto adentro de camisa de hombre, de color blanco muy fina, la cual transparentaba y permitía ver el magnifico cuerpo de la joven morena, de cabellera larga, de piernas largas y muy femeninas, ella caminaba descalza lo que hacía que la imagen fuera más sensual, no llevaba sostén y como braga, una tanga que dejaba observar su magnifico trasero; a propósito, estaba recien bañada.

_¿Quién es esta hermosa chica y que dulce es conmigo, pareciera me conociera de años, pero, por más que pienso no doy quien pueda ser.

Ella regresó con la tasa de café aun humeante en sus manos, la imagen era más caliente que el mismo café que humeaba. 

_A propósito, me llamo Fanny y ¿tú eres?

_Me llamo Johan... Pero, ¿te conozco, según entiendo has visto cuando me arrojaron del bar y me rescataste de donde quedé casi inconsciente, pero no recuerdo más nada?

Explicaba Johan, mientras sorbía el café, el cual le cayó de perlas, él se encontraba completamente desnudo bajo las sábanas blancas.

_Sí, tendrás que comprarte ropa nueva, pues la que traías hedía mucho y ademas ya no servía, así que la tiré a la basura. Algo que sonrojó a Johan. Tranquilo que no ha pasado nada entre tú y yo.

Esto hizo que Johan se sonrojara aun más, que mejor siguió tomando su café, mientras la chica Fanny caminaba por el cuarto, ella abrió una gaveta, de la cual extrajo las cosas personales de Johan, billetera, celular, cincho, etc.

_Por más que trato de recordarte, ¡no te recuerdo!

_No te preocupes, pues tú no sabes nada de mi, yo soy una completa desconocida para ti. Sin embargo, por increíble que te parezca, yo sé todo sobre ti, de tu rompimiento con Carola y del sufrimiento que te ha tocado vivir estos últimos seis meses. Me perdonarás, pero les avisé a tus padres, quienes ya vienen para acá con ropa y te conducirán a petición mía a un centro especialista en enfermos alcohólicos, para que te ayuden. Y si después de que estés totalmente recuperado quieres saber de mi, ya conoces donde vivo, aquí estaré esperando por ti.  

Ésto lo dijo apretando la mano de Johan, era evidente que Fanny, quien conocía muy bien a Johan, sentía algo por él. Quien al verse ya bañado y arreglado, el chico no estaba nada mal. 
En eso, alguien llamó a la puerta.

_¿Deben de ser tus padres? 

Efectivamente, se trataba de ellos, la madre entró directamente al cuarto, después de que Fanny le indicó donde se encontraba su hijo, mientras, el padre de Johan se quedó con Fanny agradeciéndole todo lo que hizo por su desafortunado hijo. La madre salió del cuarto, mientras Johan se vestía y corrió a los brazos de la chica a quien beso y bendijo.

_Eres un ángel hija, nunca te podremos pagar lo que has hecho por nuestro único hijo, esa maldita lo dejó destrozado, iban a casarse y lo traicionó con su mejor amigo. 

Fanny le dijo que conocía toda la historia y que por ello lo había ayudado y sin interés alguno, luego la madre le dijo.

_Además de tener un corazón bello, eres una chica hermosa, solo mírate, ¡que mujerona más sexy!

_Que pena ahora me termino de vestir. 

Y, Fanny corrió al cuarto en donde Johan terminaba de vestirse, él salió del mismo, mientras ella se colocaba ropa decente; cuando salió, ya con más ropas, ellos se pusieron de pie y de nuevo le agradecieron a Fanny, el padre de Johan le dió una tarjeta por si necesitaba algo; mientras que la madre abrazaba a su hijo, ella le dijo a Fanny con el amor de una madre.

_Lo que necesites hija, pues eso eres de hoy en delante para nosotros. 

El padre de Johan asintió con el rostro y luego se dirigieron a la puerta, la abrieron, ella la sostuvo y después se marcharon; pero cuando Fanny cerraba la puerta, del corredor se escuchó un grito que provenía de Johan...

_¡Espera Fanny!, a todo esto, ¿dime quién eres tú, por qué sabes toda mi vida, por qué me ayudaste?

Fanny sonrió y le dijo, con un brillo en sus ojos avellanados.

_¿En verdad no lo sabes?... Soy... ¡Tu bartender!



                                    El Fin


A propósito, la tarjeta que el padre de Johan le dejó a su nueva hija adoptada o quiza futura nuera.
Decía: Johan Cohen... Presidente de las Aerolíneas Internacionales Delta. 


















jueves, 24 de noviembre de 2016

Cuando alguien dice que te ama



Cuando tú me dices que me amas,
siento que me tocas con el alma,
cuando tu me dices que me amas
y te acercas y me tocas,
eres como el héroe que rescata a su princesa.

Cuando tú me dices que me amas,
me miras a los ojos y luego me sonríes,
miles de estrellas bailan para mi
llevándome al mismo cielo.

Cuando tú me dices que me amas,
cualquier cosa la veo hermosa, la veo bella,
todo lo imposible es posible.

Cuando tú me dices que me amas,
lo único que puedo desear es abrazarte
y sentir como me derrito entre tus brazos.

Cuando tú me dices que me amas,
deseo verte venir acercándote a mi
y sentirte en cada poro de mi piel.

Cuando tú me dices que me amas,
quiero sentirme de este modo,
encender a toda mi ser 
y decirte las más lindas rimas 
y hasta un simple te quiero.

Cuando tú me dices que me amas,
nada es más importante que amarte
y tenerte entre mis brazos, 
llenar a tu rostro de besos y caricias.

Cuando tú me dices que me amas,
quiero sentir en mi 
toda esa pasión y esa sensación
que me transforman, 
volviéndome la mujer más romántica,
la más bella, la más hermosa.

Cuando tú me dices que me amas
hago lo imposible, posible  
hago que mueran las mentiras y que viva la verdad;
hago que mueran las envidias y que viva la comprensión;
hago que muera la infidelidad y que reine la fidelidad;
hago que mueran las peleas y que únicamente reine el amor;
hago que mueran las dudas para que todo sea solo confianza;
hago que muera la rivalidad y que viva la unidad;
hago que muera la vanidad y que todo sea humildad;
hago que todo se vuelva hermoso en este mundo.
Todo eso será posible...
Cuando tú me dices que me amas.

Cuando tú me dices que me amas,
creo que nuestro amor será eterno,
te quiero cerca de mi, tan cerca 
que nuestras pieles se acaricien.
todo se será como el más bello sueño; 
y si además me tocas,
harás de mi mundo lo más bello, lo más hermoso,
podré ver lo invisible, pues todo le veré con el alma,
como un ser enamorado al que todo le es posible;
derretirme entre tus brazos y perderme en tu mirada,
deleitarme de esa bella sonrisa,
acariciarte y besarte, entregarte mis cinco sentidos;
olvidar que soy libre y que solo quiero pertenecerte.
Tan solo si me dices que me amas y además me tocas.







miércoles, 23 de noviembre de 2016

Corazones de Cristal


Una vez tuve un corazón hecho de cristal cortado y mis venas sangraron y casi muero desangrada.

Entonces lo cambien por otro, uno de cristal templado, lista para recibir golpes fuertes, segura que nada lo quebraría, pero en el primer encontrón, mi corazón se despedazó en mil pedazos y como pequeñas rocas sobre el pavimento del amor ahí quedó. Lo recogieron con palas y al basurero fue a dar.

Pensé, solucionaré mi problema de una sola vez y me construí un corazón, está vez lo fabriqué con vidrio a prueba de balas, me sentía supergirl y, con mi corazón a prueba de plomo me dispuse a salir, muchos desengaños y traiciones resistí; hasta que conocí a tremendo terrorista y a mi corazón de cristal a prueba de plomo lo hizo estallar y hasta el cielo fue a dar, subió y de ahí, solo humo quedó.

Dispuse ser quien rompiera corazones y me mande a hacer uno de vidrio soplado, pedí los mejores colores, los más brillantes y espectaculares, realmente valió la pena, pues a muchos chicos cautivé y hasta los enamoré, por un tiempo una mujer feliz fuí, con citas diarias y variadas, bello fue, pero lo que ignoré fue que éste cristal es uno de los más frágiles y con nada un día alguien por acariciarlo lo rompió y sin mi bello corazón de cristal soplado me quedé. 

Se lo agradecí, no lo maldecí, pues me había vuelto igual a ellos, una sinvergüenza y vagabunda pero hermosa. Pero no era lo que yo buscaba, así que se quebró y nunca lo reparé y otro menos quise para mi.

Me ofrecieron uno de vitral de iglesia, pero me negué, no quiero ser una Sor Inés, mucho menos encontrarme a un Don Juan y menos que todo me lo diga en rima, asi que me negué y Don Juan se largo con sus vitrales en busca de alguna monja arrepentida.

Me gustó la idea de un vidrio importado, así que lo coticé por Internet y al mes me lo instalaron, pensé, ahora si la hice, pero el problema era que no entendía su idioma y desilusionada mejor lo devolví, lo bueno fue que me reintegraron mi plata.

Probé con vidrios de luz neón y salí con mi corazón iluminado e ilusionado, pero tanto gas terminó por enviciarme y en una clínica de adictos terminé, meses me costó mi recuperación y cuando por fin me desintoxiqué y de la clínica sana salí, me dije, ya no más corazones de vidrio ni de ningún otro material. 

Regresé a mi hogar y debajo del tapete extraje la llave que por años ahí deje olvidada y recordé cuando prometí nunca por ella volver, pero ella fiel, ahí oxidada pero aun estaba, la tomé y con ella corrí a la pila y la lavé, le quité lo más que pude todo el oxido y con ella como un fiel tesoro me acompaño hasta un lugar en donde alquilan cajas de seguridad, entre en el lugar y mi contraseña me exigieron y yo les demostré que la dueña de la caja de seguridad era yo. 

Entramos, un agente del banco y yo, primero él introdujo su llave y luego me vio como indicándome ahora meta la suya, yo traté, pero el oxido me lo impedía y durante media hora agente y yo, tratamos de meterla, pero era algo dificil, yo pensaba mientras lo intentábamos; ¿tendré qué regresar a mis corazones de cristal? Pero el agente dijo; al fin señorita, lo logré, mueva usted la mía a mi cuenta... Uno... Dos... Tres.... 

Y le dimos el giro y clarito escuché, cuando la puerta sin llave por fin quedó y ahí se encontraba, aun latiendo, mi  corazón original. Al verme, le dio taquicardia, yo lo acaricié y luego lo calmé, el emocionado de un brinco a mi pecho se lanzó y cabal quedó; de inmediato con mi cuerpo se conecto y a funcionar empezó. 

Yo me sentí agradecida, ahora con mi corazón de carne y sangre latiendo adentro de mi pecho, que un suspiro se me escapó y me dije; a ser de nuevo una chica normal,  y a buscar al verdadero amor. 

Cuando le di las gracias al agente de seguridad, éste caballerosamente se quitó el quepis y fue cuando sentí a mi corazón latir a mil adentro de mi, allí fue que me enamoré y por fin encontré al verdadero amor. 

Y a partir de ese instante, la mujer más dichosa soy, cada día despierto con mi amor al lado y él jamás una traición me ha dado y segura estoy, que ni lo ha pensado.

                                          

jueves, 17 de noviembre de 2016

EN SOLITARIO



Nunca había dormido tanto, pero me dió esa luz tan fuerte en mi rostro, luz que me trajo del lugar de los sueños, lugar de dónde nunca debí haber vuelto, pero me tocó y me despertó; me levanté, me desperecé y solo con unos jeans, los que me vestían y cubrían mi desnudez salí del cuarto esperando encontrarme con mi familia, pero nada, recorrí el que fue mi hogar, cuarto por cuarto y a nadie logré hallar; en un pasillo, frente al viejo espejo me vi reflejado y mi rostro estaba demacrado, con barba de días, el pelo alborotado, me preguntaba ¿donde están? 
Me di cuenta que estaba solo, escuché un ruido y corrí, bajé por las gradas hasta la estancia, gritando: ¿Quién, quién?, luego de darme cuenta que tan solo era la vieja puerta, la que sirve para evitar que los mosquitos entren y frieguen la que se somataba; la puerta que siempre me negué a reparar, era ella la que golpeaba contra su marco, entonces grité: ¿Hay alguien ahí? Llegué hasta con ella y vi mi patio, uno tan grande que me hizo sentir más soledad, salí al patio y el sol era tan fuerte que me impedía ver más allá, recorrí el enorme patio y no vi nada otra vez me sentí solo, regresé y entré, pasé de largo por la estancia de mi hogar y me dirigí hasta la puerta que da a la calle, salí y en ella... ¡Nada! 
Me tomé de la cabeza y pensé: ¡Dios mio! ¿qué sucede, a dónde se fueron todos, por qué todo se ve tan solo? 
El piso tan caliente, hasta ahora me di cuenta, pues mis pies me quemaban, parecía que estaba sobre la arena de cualquier playa, al medio día, pero no tenía zapatos, corrí calle abajo hasta encontrarme con una sombra de un viejo árbol, uno que siempre fue el hogar de miles de zanates, cogí una piedra y la arrojé con todas mis fuerzas, las cuales no eran muchas y del árbol no salió nada, solamente unas hojas secas me cayeron encima; vi para el norte, tambien para el sur y para el oriente, como tmbién para occidente y mis ojos a nadie vieron. Vi al cielo, pero era dificil ver para ahí y a todo pulmón grite con desesperación: ¿A dónde están todoooos? y a lo lejos alguien un grito dió. ¡Dios mio, hay alguien que tambien se pensará solo! dije, y corrí para donde escuché el sórdido grito y en el lugar entré, era una casa muy cerca de donde me hallaba, no toqué, simplemente entré y nada, desilusionado me enteré que se trataba de una melodía que de un viejo tocadiscos, del cual se repetía y repetía una canción vieja del Bee Gees, sonreí al escuchar que el disco estaba rayado precisamente en una estrofa, en donde Barry daba su clásico y entrañable grito; el aparato estaba conectado a una batería de carro, pues electricidad no había en el lugar, se me ocurrió luego de detener al pobre del Barry dando de gritos levantar el auricular de uno de los quiza últimos aparatos de teléfono y tambien estaba mudo, lo coloque en su lugar de nuevo y a la casa registré en busca de algo que me pudiera servir, pero nada. 
Ahí vivía un viejo hippie y muy buen inventor, le dije a un su retrato: ¡Amigo Steve, te extrañaré a ti y a tus maravillosos inventos! Salí del lugar y de nuevo ya en la calle, solo como hace unas horas que me desperté, me dije: ¡Maldito rayo de luz solar! ¿por qué me despertaste de mi sueño?, debería de haberme quedado ahí tirado. 
Metí mi dedo en la boca y pensé: ¡Caminaré para donde me lleve el viento! con mi dedo húmedo lo elevé y sentí una carecía, que dulce la sentí, pues hacia mucho que no recibía una, esa caricia que rápido se disipó, pues como dije, el sol era muy fuerte. Me dio mi norte y caminé por las calles, el ardor de en mis pies ya no me hacían mella, quiza si alguna ampolla, pero sin embargo caminé, mientras lo hacia veía por ventanas y puertas que permanecían abiertas, mis pensamientos eran: ¿A dónde se fue toda la gente?, ¿por qué me quedé en este lugar solo? y además pensé: ¿Habrá en algún otro lugar del mundo otro desafortunado ser que al igual que yo, hoy se despertó y se encontró completamente solo? 
Seguí caminando por varias horas, ya habré caminado varios kilómetros, me dije, pero ni los sentí, antes hubo mucha gente aquí, llegué al que por mucho tiempo fue un tremendo Mall y entre en él; el parqueo como siempre lleno de autos de variadas marcas y modelos, me dirigí hasta el supermercado y entré; era enorme y ahora mucho más, pero en él ni una sola alma o tal vez miles, pero no las veía por eso de que eran almas, me sonreí, tomé una carreta y la llené de lo que se me antojó, luego ya con la carretilla llena la vi y dije: ¿Para qué quiero todas estas babosadas? nada de lo que había ahí era ahora importante para mi, leí los rótulos que pendían del cielo y busqué la que decía, alimentos; hasta ellos llegué y me encontré con muchos alimentos, carnes importadas pero crudas y algunas ya agusanadas, la refrigeración no servía me di cuenta de que ahí a adentro estaba iluminado pero no estaba una sola bombilla encendida, entonces me recordé que no había electricidad, tomé alimentos enlatados y frutas, las cuales vi frescas, fueron contadas, solo las que duran un poco más que las otras agarré, lo que me serviría para ese día y otros, sin hacer cuentas de nada, pues ¿qué pasaría, quién sabe? tomé botes de agua pura aunque habían tantas Coca Colas, me sonreí y me dije: ¡No gracias, me podrías hacer daño y necesito a mi cuerpo sano! que ironías de la vida, salí y cuando caminaba hasta mi hogar pensé, cualquier casa es mi hogar, es más, toda esta ciudad es mi hogar, ¡soy el dueño del mundo enteroooo! grité y luego empecé a llorar como un niño al recordar que ahora era un simple ser humano, solo en un lugar tan enorme, además pensé, que sería una bacteria para el mundo; dije: Ahora la tierra esta sana, pues su laxante hizo efecto, se deshizo de todas las mierdas que lo destruían, pero como nada es perfecto, le quedó una, esa porquería que le quedó era yo.  Pensé: ¡Si hubiera estudiado ahora sabría que hacer, pero como solo tenía un celular y una computadora de la cual extraía nada más que porquerías, deberé de confiar en mi instinto! ¡pero que desgracia que ni eso tengo!, un ser sin tecnología no es nadie, me recordé del señor Einstein y me santigüe, me repetí: Ahora si soy creyente, pero antes ni a misa jamas fui; parado ya en la enorme avenida de two ways y cinco carriles en cada una, de nuevo vi para uno y otro lado y la soledad estaba ahí conmigo, caminé hasta el centro de la ahora free way y me recosté en ella, juro que deseé ser atropellado aunque fuere por un mono de laboratorio que aprendía a conducir, como aquel comercial que siempre me gustó ver. Entonces el miedo me invadió, aun más que el saber que estaba solo, hasta hoy no me dió miedo estar completamente solo, pero saber que no habría más televisión, eso si que me aterró y grité: ¡Estoy solooooo! que desconsuelo, pelé una banana y a media avenida me las comí, ese fue mi alimento, di gracias a Dios por ellos, algo que jamás imaginé que haría, pues solo era de llegar a la alacena o a la refrí y ahí estaban, deliciosos y frescos alimentos, pero jamás dí gracias por ellos, sí a la tecnología por inventar las refris unas tan inteligentes, hornos tan potentes, estufas a corriente; pero a Dios, nunca, nunca me recordé de Él, más bien si lo hice de mi vecino el gran inventor, sonreí y dije: ¡Pero, si era cabrón el condenado! me puse de pie y pensé, ¿ahora que haré?, regresaré a mi casa ¿no? y entonces me dije: ¡Éste es mi hogar ahora, el mundo entero! y no me alcanzará la vida para recorrerlo, por lo menos éste lado, en este continente, pues de aquí que llegué al otro lado del enorme charco, eso creo que no pasará, pues ni nadar sé. 
Así empecé mi camino por mi enorme hogar, un mundo vacío, sin nada que darme, más que lo que encontraría en cada casa que irrumpiría, sin medicinas y más que las que aun no caducarán, espero no matarme, pues solo sé que la Aspirina la inventó hace más de cien años la Bayer y que es buena para la fiebre y dolores de cabeza, eso es lo único que de medicina sé, ¡estoy jodido! me repetí, pero para que quiero una larga vida si no tengo con quien compartirla, no tengo ni chucho que me ladre. Cómo los extraño, hasta el que mi nalga de niño los colmillos me enterró, es más, me gustaría verlo venir corriendo tras mio, y yo corriendo como cobarde, eso sería divertido. 
El sol que aun ardía, pues si que era fuerte el condenado a pesar de que por el horizonte agonizaba y detrás de él yo veía como venía la oscuridad total y yo sin sueño, cuanto habré dormido que no tengo sueño, vi las casas que me quedaban cerca a unas cuadras de donde estaba parado y dije: Aquella es bella, tiene tres niveles; pero al momento de cobijarme del tremendo frío a qué noche más inmunda y desventurada, esta todo tan oscuro, pues ni la hermosa y deseada luna se apareció hoy, oscuridad total y un frío que me hacía tronar los dientes, por más ponchos que me eché encima en la casa del viejo hippie, ah como hieden estas colchas condenadas, ojala y aunque se a un piojo o una pulga me acompañen me dije, pero ni eso; deseé que entrara por las ventanas un misero mosquito que quisiera conmigo compartir su cena, pero tampoco, ahí solos, Barry con sus gritos y yo; por eso regresé, pues en todo el mundo tan solo, este aparato sirve y me consuela mientras dure la carga de la batería, por lo menos esta noche tengo musica, me dije y me acomodé y, ¡ay! me paro de golpe, olvidando el frió que hacía esa noche; ¡maldición! lo único que me faltaba, ¿era entonces cierto? yo pidiendo compañía y ahora que consigo una, resulta ser misera cucaracha ¡agg! que asco, pero ella y yo solos en este planeta, ¿será la única o habrá más? regresé al lugar aun con un poco de temor, vaya hombre que soy me dije, no le temo ha estar solo en este misero mundo, pero sí al único ser vivo que en varias horas miro, ¿será que ella tambien se cansó de estar sola y busca un poco de calor? porque vaya que hace frío, me recosté y me dije: ¡Lo que quiera Dios! pero ya no estaba solo, entonces la empecé a extrañar y hasta la llamé, como cuando llamas a un cachorro, pero el sueño por fin me venció, sería por el frío, si eso fue. 
Esa noche soñé con cosas bellas: Parques llenos de niños jugando tenta, cuerda, subiendo a los juegos, como los columpios y resbaladeros; tambien soñé con unos hermosos caballos que corrían libremente y tambien vi a linda gente, amable, cómo la que mi generación conoció y las nuevas desecharon, ¡pobres ignorantes! me alegro que se los haya llevado la chingada por ser como fueron, por destruir un hermoso planeta solo por la ambición y la tecnología; y es que, ya todo estaba robotizado. ¡Qué barbaridad! hasta mujeres sintéticas mucho mejores que las de carne y hueso, sí, se pelaron los tecnólogos. 
Éstos eran mis pensamientos, cuando aparecía el sol por mi ventana, aun adormitado vi que no dormí solo, ahí va mi amiga a su agujero, ¡te veo más tarde! le grité, ella solo movió sus antenas; ¡loco! me dije. 
Así pasaron días y meses y por fin la cucaracha se convirtió en mi mascota, pasaron los meses cómo saberlo, si estando solo de nada sirve saber en que día y mes del año estás, lo supe por sus estaciones, meses de sequía y otros pocos de tormentas e inundaciones, faltará mucho para que éstas fiebres del planeta tomen sus cause y sean como antes fueron; en fin, no se que año ni mes ni día es hoy, cada día me levantaba y caminaba a lugares más lejanos, ella y yo, pues no vi otra más, deberán estar bajo la tierra conviviendo entre ellas, me dije, qué envidia apareándose y tú y yo solos. 
¿Eres hembra? ¡pues tienes unas antenas muy sexys! ¡Ah, ya estoy loco! me sonreí, pues hacía tiempo que no lo hacía, caminaba buscando lugares en donde encontrar alimentos, pues muchos ya se han pasado  y los enlatados ya vencieron, dejé la casa del hippie, pues hasta a su hedor me había acostumbrado con tal de escuchar los gritos del Bee Gees; pero por fin la batería se murió como todo en este enorme y solitario mundo, que ya nada me retuvo en el lugar y empece mi andar, ya deje atrás mi patria, mi raíz; bien decían, que el hombre sabe donde nace, pero no dónde muere... 

Y el hombre, el único sobre la faz de la tierra y su amiga sexy, se perdieron como cada día lo hacía el inclemente sol y le llegaba la fría noche sin luna, pues quién sabe que pasó con ella, creo que todos en el planeta fueron condenados por sus faltas y llevados a una Cadena perpetua en algunas nave que vino del cielo y no digo, que la mandó Dios; como siempre pensaron los Cristianos en la antigüedad; que serían llevados al cielo, pero eso le pudo a haber pasado al hombre antiguo más no al moderno, quien aun habiendo alcanzado tanta tecnología e inteligencia para llevarla a la realidad, se olvidó de lo importante que era el planeta, con el que un día acabó; primero empezó con su criaturas más débiles y cuando no hubo más que matar, siguió con él mismo, pero si fue así, en dónde están los miles de millones de cadáveres. 
¡No!, seguramente llegó el que un día le encomendó el planeta; le dijo: Cuídalo que ya vuelvo y el día llegó y volvió y lo que encontró lo encolerizó y ante la corte los llevó y ahí, un jurado los condeno a Cadena Perpetua, por haber asesinado y terminado con lindo lugar... ¿Qué tonto ser encomendó a horrible ser, para cuidar a tan bello lugar llamado Tierra? 
¿Pero qué sucedió con el que ahora es un hombre solo en este lugar? ¿por qué? él quedó, ¿para qué y por qué? se salvó...  Esa será otra historia. 
Mientras, pensemos: ¿Qué sería de nosotros y de éste lugar, si un día nos despertamos y nos encontráramos, solos?..

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Acaricia mi cuerpo


Comienza a descubrir, mi cuerpo por completo
despierta a la mujer que en mi aun duerme,
despierta a la mujer que muere por aprender,
recorre todo mi cuerpo por completo, ya no hay más secretos
quiero sentir todas las caricias que antes solo imaginaba
empieza por mis labios pero besame muy suavemente, 
cómo lo haría el amante perfecto.

Recorre toda mi piel con tu húmeda boca
motiva a la mujer que por fin hoy despierta,
acaríciame como siempre lo deseaste y yo lo imaginé,
comienza a disfrutar las mieles que da mi cuerpo,
comienza por mis labios, hazlo despacio y muy suavemente, 
que hoy tenemos todo el tiempo.

Sigue por mi cuello y recórrelo con tu lengua 
hasta mis dulces senos y detente en ellos
bésalos muy despacio, muy suavemente siempre
que hoy tenemos todo el tiempo 
y hoy quiero estar muy junto a ti.

Preséntame a tu cuerpo desnudo y caliente
mientras besas mi piel acaríciame con dulzura y muy suavemente,
descubre como mi cuerpo solo para ti fue hecho
y siente como responde a cada caricia 
e inundas a mi mente con imágenes que antes solo imaginé 
y que ahora por fin las siento,
humedece mis labios y besame la boca.

No te detengas, hazlo suavemente siempre, 
sigue por mi cuello y llega a mis senos, 
acarícialos muy suavemente y sigue tu camino lentamente.

Mi cuerpo, tu gran descubrimiento, 
quiero sentirte por fuera y por dentro,
pero lentamente y muy suavemente siempre,  
recuerda que hoy tenemos todo el tiempo
para amar y ser amado.

Disfrútame, mientras yo te disfruto, 
pero hazlo despacio y muy suavemente siempre, 
recuerda que hoy tenemos todo el tiempo, 
hazlo lentamente, despacio y suavemente siempre, 
no olvides que hoy tenemos todo el tiempo 
y que mi cuerpo solo para ti fue hecho. 

Ahora que despertó la mujer que en mi dormía
ella te quiere sentir por fuera y por dentro,
no te apresures para llegar al fin, que hoy tenemos todo el tiempo
y quiero estar muy junto a ti, sentir tu cuerpo desnudo y caliente,
no dejes en mi ni un solo lugar sin acariciar, 
despacio, muy despacio y suavemente siempre.

Cúbreme de caricias y besos del mejor de los amantes
comienza por mi boca, sigue por mi cuello, hasta llegar a mis senos,
bésalos y cóbreme de caricias lentas y suavemente siempre,
no te detengas y descubre los secretos de todo mi cuerpo.

Sigue conociéndome y mientras me besas, acaríciame con tus manos, 
las siento en mis piernas y tambien en mis nalgas, 
no llegues pronto al fin, despacio y suavemente siempre,
que aun quiero sentir tu cuerpo desnudo y caliente.

No olvides que hoy tenemos todo el tiempo, 
no olvides que mi cuerpo solo para ti fue hecho,
ahora que ya por fin soy tuya y conoces todos mis secretos 
no pares de amarme, despacio y suavemente siempre 
sigue con tus movimientos que quiero aprender,
demuéstrame lo que me has deseado y siente 
como reacciona todo mi ser. 

Comienza por besar mi boca pero muy suavemente siempre, 
sigue por mi cuello hasta mis senos y no pares de acariciar 
con tus manos toda mi piel húmeda y caliente 
de éste cuerpo de mujer que solo para ti fue hecho. 



lunes, 14 de noviembre de 2016

Cuando alcanzas el cielo



Nunca imaginé tanta felicidad sentir
perdonarás lo insolente que soy, 
pero mi mirada no puedo alejar de ti,
pues cuando te vi algo extraño recorrer mi piel sentí,
creo, debe ser amor sí, seguro eso es; amor de verdad.

Perdona mi sinceridad pero te quiero mucho ya,
ahora te conocí y creo al cielo alcanzar,
espero entiendas, que al verte me enamoré
y en mi piel, algo extraño sentí, 
debe ser amor, ahora lo sé.

No puedo creer tener esta felicidad adentro de mí
mi corazón comenzó a brincar a palpitar, empezó a vivir, 
antes solo me daba la oportunidad de ser 
otro ser vivo más en este lugar,
al verte y sentir en mi piel sensaciones nuevas,
sé que esto es vivir, esto es amar.

Me perdonarás, pero no puedo dejar de mirar
a quien me causa tanta felicidad sin siquiera aun tu piel tocar,
menos tus labios besar, cuando lo haga seguro moriré pero de felicidad.

Te quiero y te necesito, espero me entiendas, 
suplico a Dios puedas tu amor conmigo compartir 
pues te quiero mucho y con intensidad late mi corazón, 
mi respiración se agita solamente con verte.

Al verte siento al cielo poder alcanzar,
dificil será ahora vivir sin tener tus labios unidos a los míos,
sin mi piel rosando la tuya, sin mi corazón en sintonía con el tuyo,
escucharlos juntos latir, al mismo ritmo, al ritmo del amor.

Me perdonarás por hacerme tanta ilusión, 
pues solamente no puedo mis ojos de ti separar 
y tu sigues parada ahí, será qué sientes lo mismo, 
alcanzas el cielo con solo sentir en ti, mi mirada.

Te quiero mucho, será que tú me quieres tambien.
Perdona mi sinceridad, pero qué pensarás, cuando te lo diga,
cuando te confiese lo que mi piel y mi corazón sienten por ti,
con solo verte parada ahí, justo frente a mí.

Seguro comprenderás que mi culpas no es,
culpa tuya tampoco, simplemente que me he enamorado esta vez,
siento que al cielo puedo tocar 
con solo  imaginar que puedas sentir lo mismo por mí.

Te quiero mucho y deseo tambien me quieras tú.
Veo que tambien no puedes alejar de mí, esos bellos ojos,
que con solo mirarme dicen más que mil palabras.

Me sonrío y lo hago con nerviosismo, esperando encontrar una tuya.
Sigues mirando, estas sería y yo no puedo dejar de mirar y sonreír.
Por fin, se escapa de ti la sonrisa esperada. 
Es el momento de acercarme, encontrarme con mi futuro, 
con el amor que le dará, vida a mi vida.

Sigues viendo y aun sonriendo, no lo puedo creer, 
me invitas con ella, me acerque hasta ti.
Ahora voy mi amor, espera por tu felicidad.
Estoy frente a ti, sigo nervioso sonriendo y tú solamente me ves
y tus labios siguen igual con bella sonrisa, 
pero algo escucho y es el dialogo de nuestros corazones.

Nada más que hacer, solo escuchar, cuando mi corazón 
te dice; te quiero mucho y luego el silencio, 
un paro cardíaco sufrimos los dos, 
pero seguimos con bella sonrisa en los labios.

Luego de breve instante sin vida, se escucha a tu corazón decir;
tambien te quiero mucho, besa mis labios ya.
Te quiero mucho, mi corazón palpita a cien junto al tuyo.

Miramos al cielo, pero lo que encontramos 
son las constelaciones y las estrellas,
hace un minuto ya estamos en el cielo 
y nuestros labios se entregan su miel.

jueves, 3 de noviembre de 2016

La Caja de Cartón.



Soy alguien que dejaste por ahí tirado, 
olvidado adentro en una caja de cartón
muriéndome de frío porque al verme 
miedo sentiste, el miedo te invadió,
devuélveme un trocito de mi vida
devuélveme un trocito de mi amor.

Amor que siempre sin conocerte yo te di,
devuélveme cada patadita que con amor 
a tu vientre levantó;
devuélveme cada roce de mi pequeña mano 
caricias que me parecían eternas 
solo para sentir tu calor. (amor)

Pero, para tu mala suerte y mi bendición
Dios no me abandonó y me rescató,
me arrebató de una muerte fría y segura;
a mi paso colocó a un Ángel 
que al verme ahí tirado de mi se compadeció
y entre su regazó con todo y caja húmeda 
me colocó y al ver que nadie había 
por las calles conmigo huyó y de mi se encargó.

Mi Ángel su calor y alimento me dió
ella me devolvió la fe y la vida 
que tu me arrebataste por ser cobarde
hoy me persigues, me buscas y además me lloras
dices estar arrepentida y que te perdone,
yo te digo cuando miro al cielo para agradecer
que Él te perdone, porque yo no.

Ahora que eres una gran señora
y que no puedes quedar preñada 
me recuerdas y me deseas con las mas fuertes ansías
pero quien me salvó tu lección te dió
y del vientre que nueve meses me acarició
una tumba fría llevarás para ti.

Mi Ángel es mi madre y sus hijos
mis hermanos y yo soy feliz,
acaricio su rostro como un día 
acaricie tu vientre, mi hogar 
los primeros nueve meses de vida,
tú acaricias esa tumba que en vida eres hoy
y me deseas sin saber si estoy vivo o muerto.

No te maldigo, más bien te agradezco
solamente fuiste instrumento para llegar a este mundo
lugar donde conocí al verdadero amor de madre
y soy prueba de que los milagros son reales.

Soy feliz y tengo una familia; tú no tienes nada,
solo una linda figura que muy pronto caducará
y quien está contigo ha empezado a buscar quien 
le dé lo que tú ya no puedes por ser mala mujer,
mala madre.

Tal vez un día el destino nos vuelva a unir
en la misma calle fría, donde en caja de cartón
me dejaste abandonado y muriendo de frío
y me veas y tu vientre brincará y tú lo sobarás
y me recordarás; cuando ambos nuestras manos 
sobábamos y desde adentro la besaba con mucho amor.

Me verás a tu lado pasar y la sangre llamará
pero te ignoraré porque soy tu sangre y carne
pero ya no soy tu alma ni tú mi amor,
a ella le pertenece, a quien me rescató 
y su apellido me dió.

También le pertenecen todas las bendiciones que 
conmigo llegaron, esas eran para ti,
pero las despreciaste y ahora 
mujer desgraciada eres y serás.

Qué quieres adoptar dicen por ahí,
tus amistades te aconsejan 
y te dicen buena madre serás
si supieran que un día intentaste asesinarme
y ahora la mejor de las madres te dicen que serás,
solo tú y yo sabemos que por las noches
me sientes y hasta ti llega: mi olor y te sobas 
tu vientre y me pides perdón, además me lloras.

Olvídame si quieres ser feliz 
pero yo sé que eso no podrás
pues quede grabado y enclavado en tus 
pensamientos y tus más amargas pesadillas.

Olvídame, pues yo nunca seré tuyo 
mi vehículo nada más para hasta aquí llegar
mi amor y  veneración para el Ángel 
que de la caja de cartón un día me rescató.

Me llevó a su hogar, me alimentó 
me dió su apellido, a padre y hermanos
a ella le pertenecen mis bendiciones 
y a ti las maldiciones que no salen de mi, 
simplemente te caen del cielo.

Quiero que sepas, que como aquel cachorro 
que se recoge en el basurero 
aun tengo mi caja de cartón, 
esa caja que me dió calor para resistir,
hasta que llegó a mi vida 
mi Ángel adorado y junto con ella 
a su casa me llevó.

Mira las cosas de la vida, 
yo hombre feliz, 
tú mujer amargada y desdichada,
suplicando a Dios, por un hijo,
bien sabe Él que ya te lo dió
y en caja de cartón tirado por ahí 
lo abandonaste a su suerte.

Mejor arrodíllate y arrepiéntete  
y pide su perdón, pues el mío ya no.