lunes, 9 de enero de 2017

La prestigiosa Escritora



Escuche en alguna oportunidad que alguien le preguntó al premio Novel en Literatura: "Por qué ya no ha escrito más... A lo que el famoso escritor le responde: Porque los viejitos que me contaban sus historias ya murieron". 

Una gran verdad, pues cuando inicié esto de escribir, me fui dando cuenta que todo inicia con una historia, anécdota, cuento o un simple chiste que escuchas de alguien en alguna tertulia y luego de escuchar, tu mente empieza a crear lo que puede llegar a ser un Best Sellers y hasta un premio Novel en Literatura, tambien el guión para un film ganador de un Oscar, el surgir de un éxito musical, en fin, todo tiene su inicio en algo o alguien y los que nos dedicamos en este caso a la escritura, le damos vida a algo que en su inicio fue trivial, sin sentido, sin fundamento, un momento jocoso o una simple tertulia. Por ello, quienes nos dedicamos a crear debemos ser muy observadores y atentos, muchas veces se nos tilda de tímidos o introvertidos o simplemente personajes muy callados, pero lo que realmente sucede mientras el resto esta en su jolgorio, es que, en nuestras mentes empieza una gran historia...

       Una prestigiosa escritora europea, se encontraba en una de esas temporadas en las cuales ni las moscas se le acercaban mucho menos una historia que para ella valiera la pena. Mientras que su editorial le exigía una nueva novela, la cual debería de ser mucho mejor que la anterior, la cual había sido y era aún un best sellers, pero que sus seguidores ya deseaban leer una historia nueva, esto se evidenciaba, porque los distribuidores y librerías de todo el mundo lo indicaban al recibir las preguntas de sus clientes; de si habia llegado algo nuevo de su escritora estrella. 
Al ver la insistencia de su representante y de su editorial y de darse cuenta de que se encontraba en una etapa de sequía completa, como suele suceder muchas veces, ella recordó las palabras del premio novel y se dijo; -Los míos tambien o se murieron o se han ido muy lejos, o estoy desconectada de esas personas que siempre tienen algo que contar a quienes en algunas ocasiones ni los quieren escuchar. 
      Ella salió por una semana a supermercados, a reuniones, a parques, etc., en busca o a la pesca de una historia que la mantuviera en los primeros lugares de popularidad, pero nada. La escritora decidió salir de su país y se dirigió a Norte América y ahí estuvo con unos conocidos, pero nada que le interesara, decidió viajar al cono sur y estuvo en varios lugares de Sudamérica, pero con la misma suerte. Alguien le recomendó que visitara a algunos de los paises menos privilegiados y le aconsejó que recorriera Centro América y ahí encontró algo, pero no la satisfizo lo suficiente como para escribir una historia. Pero pensó; - Por lo menos ya tengo algo, a como llegué, en cero absoluto. 
      Estando en uno de los cinco paises Centroamericanos y Panamá, en su lujoso hotel, una noche viendo los noticieros escuchó de que algo pasaba en algún lugar de África, fue tanta la emoción que ella sintió y su presentimiento tal, que al día siguiente iba con rumbo hacia ese lugar. Luego de varias horas de viaje y de escuchar atentamente a sus compañeros de viaje, pues esta vez lo hizo en clase turística, porque pensó; - Ahí puedo escuchar algo que me de inspiración. Pero nada, los que ahí viajaban, eran una clase de personajes que se creían más que los que viajaban en primera clase. 

Llego a la ciudad Africana elegida por ella y se alojó en uno de los mejores hoteles, descansó por dos días, pero mientras lo hizo avanzó en algo con la historia que le llegó en un país Centroamericano por si acaso. Al tercer día, salió y abordó un taxi y le dijo.

_ Lléveme al lugar más pobre de este país. 

El chofer del taxi se sonrió y no por ser ella una persona que se le veía el lujo y dinero a flor de piel, ni por la indumentaria que llevaba encima, sino, porque ahí todo el país era paupérrimo.

_ Señora ¿se burla de mi?
_ No señor, necesito encontrar una historia. 
_ Pero mi señora, todo nuestro país es muy pobre que si se baja aquí, apenas a dos cuadras de su lujosos hotel, ya entró en la zona pobre de nuestro país y además; ¿cómo quiere ir en busca de su historia con esas ropas tan finas?, le recomiendo que se compre una vestimenta como la nuestra y así le será más fácil mezclarse entre la población, sin ser asaltada y hasta asesinada.

Y luego de ello, se sonrió con sarcasmo.

_ Está bien, entonces lléveme a un lugar en donde pueda comprar ropa como la suya.
_ Con gusto Madam. 

Dijo el chofer y solo se orilló y dijo.

_ Esta usted servida, son 10 dolares americanos.

La mujer muy indignada se bajó y le pagó al chofer, quien seguía con la misma sonrisa en sus labios, al bajar se introdujo en el primer local que encontró, lugar que en su rotulo decía: Paca Europea y Americana, en ella entró y se compró entre lo peor, lo mejor, algo que para la escritora era una porquería; en una de su busqueda por su talla, se dijo: - Esta se parece a una ropa que tiré a la basura hace poco. Pero debo buscar algo más del lugar y luego de varias horas y de ser observada por las vendedoras y propietarias de la paca, se acercó a ellas a quienes vio con la misma sonrisa que la del taxista.

_ ¿Qué, aquí nadie se ríe de otra manera? 

A lo que las aborígenes y oriundas del lugar se dijeron entre ellas en su dialecto.

_ Europea pendeja, si supiera que nos reímos de ella. No nos reímos con ella. 
_ Son veinte Euros. 

Dijeron las sonrientes chicas y la distinguida señora les preguntó.

_ ¿Aceptan Visa?
_ No Madam, claro que no, solo efectivo. 

Con el rostro fruncido extrajo del poco efectivo que le acompañaba y les pagó, luego salió y detuvo a un taxi.

_ Hola Madam, ¿consiguió lo que buscaba? ¡eso veo! 

Se trataba de quien la sacó del parqueo del hotel con su sonrisa en su rostro.

_ Si gracias, fue de mucha ayuda. ¡Al hotel por favor!
_ Con todo gusto Madam.

 avanzó tres cuadras y dijo.

_ Servida Madam, son diez dolares norteamericanos. Y sonrío.

La escritora se bajó del taxi y mientras se dirigía hasta su suite, el chofer le gritó.

_ ¡Acá estaré! por si se le ofrece otro viaje Madam. Y siguió sonriendo.

Ese día lavó las ropas como mil veces y las desinfectó, luego las secó y al día siguiente se vistió con esas ropas que le repugnaban y salió a la calle, cuando salió se dio cuenta de que ahí estaba su guía y chofer, por eso se hizo la desentendida y cruzó para no ser abordada por su amigo de la eterna sonrisa, mientras caminaba escabulléndose, se topó con un niño andrajoso de ese lugar, ella le gritó.

_ ¡Piojoso, sucio! ¡fíjate por donde caminas! ¿acaso eres ciego?
_ Perdone señorita. 

Dijo el chico muy educado y amablemente, pero lo que más le llamó la atención, fue que en el rostro del niño no había la sonrisa que vio en todos desde que llegó a ese lugar; entonces la escritora se disculpó.

_ ¡Perdón jovencito! 
_ No se preocupe señorita, ¿le puedo ayudar en algo?
_ ¡No gracias! }

Dijo la señora y siguió su camino, pero mientras avanzaba, pensaba; -¿por qué este niño es diferente al resto? Y se volteó y vio al niño con su ingenuidad jugando con unas pepas de aguacate y a su lado un perro tan delgado como el niño y moviendo su cola y al igual que el niño con la barriga abultada. 

_ ¡Oye muchacho! ¿tienes hambre? 
_ ¡Claro señorita, todo el tiempo y Canito tambien! ¿verdad amigo? 
_ ¡Guau! 

Dijo Canito y siguió moviendo su cola.

_ ¡Vamos, los invito a comer algo! 

Y se los llevó a un lugar de comida rápida, lugar en donde el policía de la puerta le dijo.

_ Por favor ¡hediondos y vagos! ¡lárguense! o llamare a la policía. 

El niño casi sale corriendo y junto a él su chucho Canito, pero la mujer muy molesta lo sostuvo del brazo y el chico al tiempo de la cola a Canito.

_ ¡Vea igualado!, ¡usted no sabe con quien habla! me quejaré con el administrador, su jefe, 

Al ver que el policía la ignoraba, extrajo de un escondite en su indumentaria pobre su pasaporte y se lo mostró al policía y además, sus tarjetas de crédito y este lo que hizo, fue tomar para él un billete de 10 euros y le dijo.

_ Disculpe usted Madam; pasen adelante. 

Y sonrió de la misma manera que ella odiaba.
Entraron y pidieron sus alimentos y tanto el niño como su perro, comieron como si llevaran años sin probar alimento alguno o a lo mejor, jamas en su vida habían probado, ni probaría de nuevo esos manjares que en un santiamén, habían consumido todo. Ambos y mientras el perro lamia su hocico, el chico se santiguó y dio gracias a Dios y luego agradeció a la señorita.

_ Gracias señorita, que tenga un buen día. 

Y se dispuso a retirarse, pero ella le dijo: - ¡espera, siéntate! ¿no deseas algo más? 
_ La verdad sí, pero nos puede hacer mal, pues nuestros organismos no están acostumbrados a estos alimentos, asi que, mejor no señorita. 

Esto la sacó de su centro de toda lógica y dijo: - Entonces solo quédate conmigo mientras termino de comer, sí, por favor.
_ Con mucho gusto señorita, sería lo menos.  

Y los tres permanecieron ahí; entonces, ella comenzó su investigación literaria, ya no había que buscar más, lo que ella deseaba estaba sentado frente a ella y estaba dispuesto a contarle lo que ella deseara...



Continuará...

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