martes, 17 de junio de 2014

AMOR EN EL CAMPO...PELIGRO!!!

abrazo mortal

La pareja se bajó del carro y se introdujeron en aquella boscosa montaña, era un lugar muy hermoso, con olores y sonidos particulares del campo, caminaron por varios minutos tomados de la mano, en un total silencio, cada quien miraba hacia donde le llamaba la atención, luego de un rato de caminar, ella se veía un poco agitada. Así que, buscaron un lugar para acomodarse, el cual no fue dificil de encontrar; era una planeada con grama espesa, robusta y verde. Ella coloco una colchita que andaba en su mochila, se recostó boca arriba, observando el precioso cielo despejado que se veía a través de las copas de aquellos gigantescos árboles. Él se postro a su lado, tumbados durante un tiempo relajándose y viendo hacia el cielo. Fue entonces que ella se volteó hacia él, paso una de sus piernas sobre las del muchacho y empezó a besarle el cuello, él sentía un nudo de nervios dentro de su cuello, pero no le dejaba que se detuviera, luego de otros minutos de besar todo su cuello y parte de su dorso, busco sus labios y los encontró ya entreabiertos listos para recibirla, estuvieron no se cuanto tiempo besándose, ella por ratos sobre él, para luego él pasar a tomar su posición y fué en esa posición, que él  estaba totalmente encaramado sobre su cuerpo; una pierna de ella luego la de él para terminar igual con las otras dos. En ese momento se detuvieron de manera abrupta, al sentir sobre sus camotes y sobre las espinilleras de ella, algo extremadamente pesado que se movía por encima de sus extremidades, se vieron a los ojos, los cuales denotaban la imagen de alguien con tremendo susto; en silencio se preguntaban que podría ser aquello tan pesado, que no terminaba de sobarse sobre sus piernas. Lentamente, ella levanto su cabeza para saber de que se trataba aquello.  Quedando helada, al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, al ver el rostro de su pareja, aterrada y engarrotada vio a través de sus hermoso ojos negros, la horrible imagen que la habia dejado helada; se trataba de una tremenda serpiente de colores grises y verdes. Aquella, era interminable, se quedaron un buen rato inmóviles ya no aguantaban a esas alturas el dolor del pesado reptil que seguía sin detenerse. Al fin, paso el delgado extremo, contrario a su cabeza, se quedaron otro rato fuertemente tomados de la mano, viendo hacia el cielo, ella le dijo: 
-Vayámonos de aquí por favor, ya no quiero estar acá. A lo que  estuvo de acuerdo. Se incorporaron y se fueron camino hacia donde habían dejado el carro, no habían dado mas de cuatro pasos cuando ella reacción 
-Mi cobija. la tomo de la mano y le dijo: 
-Déjala, te compro otra. 
-No! fue en ella que hicimos el amor por primera vez. Desde entonces no la dejo, siempre que salimos. 
-Ademas, de no ser por esa horrible serpiente ahora estaríamos haciéndolo. Entonces, ella regreso por la chamarrita, color verde perico, con ilustraciones en tonos grises. Ella se inclino a recogerla con mucho cuidado, pues representaba mucho para ella y fue en ese preciso instante, en que ella estaba inclinada con el cabello tapándole su carita, sobando la tupida grama verde, cuando la serpiente se enrollo en su cuello, dejándola sin poder emitir sonido alguno, su contrición era tan fuerte, que de inmediato quebró su delicado cuello, muriendo en el instante. A todo esto, el resto de su cuerpo estaba enrollado por la misma culebra, de hacia unos minutos que se habia paseado sobre sus piernas; parecía que habia quedado trabada dentro de un espiral gigantesco.
-Ya! date prisa, esta oscureciendo, no es gracioso. Le dijo, el muchacho a su  novia ya sin vida. La cabeza le colgaba a un lado de los anillos que había formado el gigantesco reptil. Él, tuvo que regresar, a buscar a su novia, ya para ese momento el cuerpo de la muchacha estaba siendo embullido en las fauces del reptil, ella ya iba por los hombros. El muchacho no pudo evitar que se le escapara un desgarrante grito de su garganta y rompió en llanto; luego dio la vuelta y salio huyendo, sabiendo que ya no podía hacer nada por su novia; corría desesperado, asustado, con los ojos desorbitados, apenas sorteaba la vegetación y los árboles. Al fin, llego a la carretera pero, su vehículo, no se encontraba en el lugar, cayo de rodillas exhausto, apenas sentía sus extremidades y no entendía que había pasado con su carro. El manto de la noche se comenzaba a acomodar sobre la arboleda, los pájaras cantaban, con forme llegaban a sus nidos y troncos en las copas de los arboles a pernoctar. Luego de unos minutos y de tomar un breve descanso, se incorporó y vio, hacia el norte de la carretera y luego hacia el sur y nada solo se sentía el frió, que se desprende en el bosque, cuando la noche esta por caer sobre toda aquella montaña. Decidió caminar hacia el norte, camino que debía tomar, para retornar a su casa, su mente le lanzaba en forma de flashes la imagen de la serpiente tragándose a su joven novia, y eso le atormentaba, no habia caminado mas que un kilómetro, cuando le cayo la oscuridad total, solo la luna llena le acompañaba y el sonido de algunos batracios y otros sonidos nocturnos propios del bosque, animales que salen en la oscuridad a alimentarse de otros. Ya saben la ley del monte, su vista perdida, a veces reaccionaba al ver hacia adentro del bosque, en donde miles de ojos alumbraban relampagueantes como si observaran su desgracia y le quisieran advertir que, lo peor estaba por venir. Frente a él, serpenteaban miles de insectos voladores nocturnos, como diciéndole: regresa, vete por el otro lado; él los espantaba ondeando sus manos, fue entonces cuando vio un par de luces que se acercaban a él, en medio de la carretera. Él, le hizo la señal de detenerse al pick-up, marca Dodge, color rojo y oxido, con partes faltantes y otras pegadas con puntos de soldadura y tapadas con masilla, se detuvo unos metros a delante; el escape sonaba sordamente y expelía un humo blanquizo, que salia por los costados, indicando que el escape estaba roto por varios lados. El muchacho corrió a la puerta del copiloto y vio a una vieja desgreñada, fumando un puro de marihuana que parecía puro cubano, de lo grueso y largo que era, con los ojos entre cerrados para evitar le entrara humo a ellos, le pregunta:
-Vas a entrar o te tengo que esperar hasta que te de la gana. 
-Perdone señora pero, no estoy nada bien, me ha pasado algo terrible!
-Sube, me lo cuentas en el camino. No avanzo mas de una cuadra y viro hacia la derecha, por una vereda, en la cual no cabía el pick up, las ramas golpeaban al maltrecho vehículo. Al final, de esa pequeña vereda se veía una covacha, de la cual salia una fumarola, en su improvisada chimenea.
-Lamento mucho lo que le sucedió a tu novia y tu, fuiste afortunado de salir con vida de aquel lugar; ahí hay muchas serpientes gigantescas y en esta época del año están en celo.
-Vaya! si no son peligrosas y están hambrientas. Por lo menos ya una estará sin apetito por un buen tiempo... Lo siento. Él, solo le hizo una mueca, como diciendo ya qué.
-Puedes pernoctar aquí si quieres, mañana pasa una camioneta que va a la ciudad; como a eso de las 6 de la mañana y te vas, das parte a las autoridades y a los padres de la niña y a seguir la vida, patojo.
-Tienes hambre? Se le quedo viendo la andrajosa vieja y luego ella misma se respondió 
-No!, que vas a tener hambre. Ves ese camastrón, ve y acuéstate, esa será tu cama hoy por la noche, que descanses, si es que puedes. El muchacho se acostó boca arriba, un agujero le permitía ver las estrellas y la luz plateada de la luna llena, quedándose una hora después totalmente dormido. De pronto, sintió sobre sus piernas aquel peso ya familiar para el abrió los ojos y sobre él una serpiente le enseñaba su bífida lengua; sentándose sobre saltado, solo era una pesadilla. Se encontraba bañado en sudor, pero logro conciliar el sueño nuevamente. Mas tarde, en la madrugada, quiso moverse y colocarse de costado pero, algo le impedía hacerlo, eran unas amarras que le sujetaban las piernas y las muñecas, empezó a luchar, para librarse de ellas pero le apareció sobre de su cara, la imagen de la vieja que le habia dado posada esa noche; soplando sobre su rostro todo el humo que una bocanada puede soltar, estaba tan cerca de su cara que, todo el humo se acomodo en sus pulmones; para mas tarde, luego de varias bocanadas, quedar completamente dopado. Era una marihuana muy fuerte, quedo entonces relajado, los ojos le pesaban, la cara de la anciana se iba y venia, la risa de la vieja retumbaba hasta los tímpanos. Vengan mis preciosas bebes! acá les tengo lo que les prometí, se acercaba la vieja con una gran canasta, la volteo sobre el cuerpo del muchacho, cayendo sobre él unas doce culebras bebes, pero de gran tamaño. pues eran de la misma raza que la madre, la que se habia comido a su novia; estas empezaron a morder su cuerpo; su brazo ya iba por la mitad de las fauces de una de ellas, que se lo estaba ingiriendo. Él, gritaba de horror y dolor, cuando alguien le llamaba por su nombre.
-Paul! Paul!, despierte!, es una pesadilla, despierte! Le movía su cuerpo una enfermera de un hospitalito  que quedaba en el pueblo mas cercano, antes de llegar a la ciudad, solo era una pesadilla. 
-Descuide que ya fue rescatado y se le a aplicado antídotos. 
-Un grupo de hombres, salieron en busca del pitón que se trago a su novia. 
-Voy a ponerle un relajante, para que duerma. Se alejo de la cama hacia la estación donde, se encontraban las medicinas; alzo los brazos con la jeringa, para introducir el calmante, cuando se escucho tremendo grito, que salia de la garganta de la enfermera, la cual se encontraba totalmente descontrolada e histérica; cuando el muchacho que se encontraba en la camilla con suero y todavía drogado volteo para ver que le pasaba a su enfermera, alcanzo a ver como se enrollaba la serpiente desde sus piernas hasta su cintura, apretándola con tanta fuerza que se escuchaba el crujir de sus huesos mientras la serpiente apretaba y apretaba. A él, se le cerraban sus ojos, iba viendo como la enfermera se desplomaba por la cintura, quedando la mitad de su cuerpo colgando en el suelo y la serpiente apretándola aun mas. Con esta imagen, se quedo el muchacho esperando su desafortunado desenlace......  





 de raga

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